El valor de los abrazos

¿Cuántas veces hemos abrazado porque creíamos que le haría sentir mejor a la otra persona? ¿O cuántas veces hemos recibido abrazos que no nos han hecho sentir mejor? Muchas veces, cuando realmente nos sentimos mal, a veces lo único que necesitamos es un abrazo de una persona que nos haga sentir bien, alguien en quién confiemos, la persona que sabemos que pondría la mano en el fuego por nosotros. Una persona que sepa entender por lo que hemos pasado o estemos pasando sin necesidad de pasar por lo mismo, simplemente de sentirlo a través de nosotros e intentar ayudarnos. Los abrazos provenientes de esas personas son los que realmente se sienten. Y no todos los abrazos tienen que servir para consolar, pueden ser para celebrar o para despedir también, pero para que un abrazo tenga efecto tiene que ir acompañado de emoción por ambas partes. Creo que un abrazo es de las cosas más valiosas que un ser humano puede hacer, pero estamos tan acostumbrados a abrazar a la gente por cualquier cosa que ya no sabemos valorar la repercusión que un abrazo de verdad tiene sobre nosotros.