Sentir es el duodécimo disco de estudio de Pastora Soler que mantiene la línea interpretativa de los anteriores de pop melódico y de poderosas baladas, con 11 canciones plenas de fuerza y sentimiento que encajan muy bien con el momento vital que está atravesando en el que de nuevo ha sido madre. Serán estas canciones las que se conviertan en la parte central del repertorio que va a presentar en Baluarte.
¿Cómo ha ido pasando la pandemia?
Como casi todos. Para mí ha sido una época de mucho aprendizaje. En parte se ha asemejado a la época que pasé alejada de los escenarios por decisión propia, aunque esta vez ha sido la vida la que nos ha parado a todos. Lo vivimos al principio con mucha incertidumbre, con un disco recién publicado antes de la pandemia y que justo habíamos comenzado a presentar en gira. Pero ante esta parada hemos aprendido a resistir, a hacernos fuertes, y mirar siempre con esperanza poniendo nuestro granito de arena en la convivencia que se podía hacer.
¿Hemos cambiado?
Creo que sí. Por eso siento que esta gira es la más personal e íntima que he realizado hasta ahora. En estos meses yo y todos hemos conectado con nuestro lado más personal y nos hemos vuelto más humanos. Tenemos el problema de que cuando pasa todo se nos olvidan los malos momentos, pero siempre deberíamos tener presente lo que hemos pasado.
¿No aprendemos?
Algo se nos queda a todas las personas. De los momentos malos yo saco muchas cosas positivas. No me incomodo cuando la gente me pregunta sobre los años que dejé los escenarios. Siempre lo tengo presente porque no quiero que se me olvide. Ahora sucede lo mismo. Hay que aprender y recordar lo positivo de haber pasado por una época así. Hay que aprender a vivir el día, aprovecharlo a tope y hay que intentar ser buena persona.
¿El disco Sentir es muy diferente a los anteriores?
Ahora más que nunca los discos se piensan y se realizan para poder llevarlos luego a los conciertos en directo. Son como una herramienta para ser llevada al escenario, que es la finalidad del artista. La gira ha ido sufriendo aplazamientos y ya por fin hemos podido sacarla adelante este verano. Quizá por todas esas circunstancias está siendo una de las más especiales.
¿Cuáles son esas características especiales?
Tanto para mí como para otras compañeras y compañeros músicos con los que hablo, y también para el público, estamos viviendo los conciertos con una emoción diferente. Al principio del verano aún las circunstancias eran difíciles y el que venía a un concierto era porque necesitaba la medicina de la música. El público estaba más receptivo y emocional que nunca. Los músicos también, por eso los conciertos han sido tan verdaderamente especiales. El denominador común han sido las lágrimas. Para mí es un privilegio vivir esto.
¿Su estilo en la forma de interpretar las nuevas canciones ha sido más apasionado que nunca?
Mi anterior disco La calma reflejaba los miedos de la vuelta a los escenarios, de no saber cómo me iba a volver a sentir en ellos. Con Sentir me he sentido muy reafirmada, con la capacidad plena para volver a disfrutar. Cuando grabé el disco estaba embarazada, e iba viviendo día a día ese sentimiento de plenitud personal, muy a flor de piel.
Las canciones del disco han sido compuestas por artistas como Vanesa Martín, Pablo Cebrián, Conchita, Vega... y usted las ha hecho muy suyas. ¿Traslada después esa sensación a sus autores?
Tengo con ellos una relación que para mí es esencial. Yo no me siento cantautora aunque en todos mis discos alguna de las canciones sea mía. Por eso para mí es fundamental la relación con los autores. Escriben estas canciones porque me conocen y para que yo las sienta como si las escribiera yo.Ese para mó es el trabajo más complicado en cada disco, dar con esas canciones que cuentan lo que yo quiero contar en ese momento de mi vida.
¿Han tenido que adaptar mucho el espectáculo?
Lo primero que ha cambiado en todo el equipo ha sido la conciencia y el agradecimiento de poder volver a hacer lo que más te gusta. Ese sentimiento ha llenado de luz cada concierto. También le dimos varias vueltas al repertorio porque antes de la pandemia era de presentación del disco y ahora lo hemos convertido en algo muy personal. Hay canciones de todos mis discos anteriores. También canto dos canciones en inglés y eso nunca lo hice en giras anteriores, no me atrevía. Es como si hubiera vencido al último miedo, al último complejo y puedo mostrar un poquito más de mi misma. De alguna manera celebramos mis 25 años en la música que el año pasado no pudimos celebrar.
¿Cómo lleva la conciliación familiarcon su faceta artística?
No es nada fácil. Conciliar familia y trabajo es difícil para todo el mundo. Pero después del tiempo tan complicado que hemos pasado, se hace un esfuerzo doble si es necesario. Para mí lo mejor de la pandemia es que me ha dejado tiempo para disfrutar de mi bebe, mi hija más pequeña que requiere mucho mi atención.
¿Qué espera del público en su concierto en Baluarte?
Es una tierra que ya conozco y que siempre me ha recibido con muchísimo cariño. Por eso va a ser un reencuentro más esperado.
DNI
Pastora Soler (1978, Coria del Río, Sevilla) es el nombre artístico de Pilar Sánchez Luque. Con ocho años ya cantaba coplas y canciones flamencas encima de los escenarios. En su trayectoria ha sido también presentadora de televisión y ha obtenido éxito en los programas 'The Mask Singer' y 'La Voz Senior'. Pastora representó a España en el Festival de Eurovisión 2012 con la canción 'Quédate conmigo' con la que quedó en décimo lugar. De 2014 a 2017 se retiró de los escenarios pro problemas de salud. Volvió con una gira muy importante con más de 60 conciertos.