Serafín Zubiri: “Es un lujo contar con 50 músicos que te respaldan”

Tanto con este nuevo proyecto como con otros que también tiene en curso, Serafín Zubiri reconoce estar viviendo el mejor momento de su ya dilatada carrera artística. Serafín, ¿cómo nace el proyecto de El Baúl de los 70? A partir de otra idea que yo tuve hace cinco años que luego como proyecto se llama Recordando a Nino Bravo, monográfico dedicado a su figura que por cierto estrené en Pamplona con la Pamplonesa en mayo de 2013. Desde entonces llevo con ese espectáculo más de 70 conciertos realizados por toda España, con diferentes bandas. Gracias a él en este difícil mundo de la música ví una luz. Mantenerse es complicado y lo que hay que hacer es reinventarse y pensar nuevas fórmulas. Curiosamente todo vino de la mano de Vicente Egea, director de La Pamplonesa. Y ahí encontré un filón importante que me está dando muchísimas satisfacciones. ¿Fue el empujón que necesitaba para relanzarse? Si, hasta el punto que me ha ayudado a estar muy centrado en buscar nuevas fórmulas, nuevos espectáculos, pensados para este formato. Por eso de ahí ha surgido El baúl de los 70. Es una década que a mí me marcó muchísimo. Yo pasé de los seis años a los dieciséis. Estaba estudiando en colegios de la ONCE y ya empecé a estudiar música. Me apasionaba. Y en mi memoria tengo grabadas todas las canciones de aquella década. Así que el planteamiento no fue difícil. Pero si que fue elegir las canciones, porque son todas las que están pero faltan muchísimas. Hubo que hacer mucha criba aunque llevaba ya dos años trabajando este proyecto. ¿Trabajo arduo? Si, un espectáculo así que aparenta ser sencillo tiene muchísimas horas de trabajo detrás. Todo tiene un porqué y necesita una coherencia y un hilo conductor. Empecé por pensar en la espina dorsal del proyecto pensando en los artistas que para mi fueron los mas representativos (Roberto Carlos, Camilo Sexto, Mocedades, Pablo Abraira, Serrat…) Por supuesto pensé en la importancia de añadir también algún popurrí de Nino Bravo, sin olvidar a Julio Iglesias, José Feliciano… Y La Década Prodigiosa Si, el ingrediente que aporta la originalidad es que también jugamos con los popurrís que hacían aunque ya en los años 80. De hecho el espectáculo comienza con el popurrí Una fiesta especial. Y se van intercalando las grandes baladas con los popurrís más festivos, para añadir el ambiente de “guateque” de aquella época. En el fondo es como una reunión de amigos que se lanzan al guateque que queremos compartir con el público y de una manera muy interactiva, acompañados de un piano y de La Pamplonesa. ¿Emocionante? Sin duda y también con momentos de alegría, incluso de jolgorio. Estoy convencido de que la gente va a acabar de pie y dando palmas. Porque acabamos con el Black is Black y El Baúl de los recuerdos… El público nos dará el feedback que necesitamos. Y encima tengo la suerte de estar en mi casa. Aquí me he sentido querido desde siempre. Y poder empezar en Baluarte, con La Pamplonesa, es un lujo. Si me lo dicen hace dos años habría alucinado. Se dan todos los ingredientes para que la cosa funcione bien. Tercera vez que actúa junto a La Pamplonesa… Es un lujo impagable contar con cincuenta músicos que te respaldan, sintiéndote tan arropado. Sería imposible que yo pudiera mantener espectáculos así de mi bolsillo. A efectos de sonido es un lujo. Y estoy muy agradecido a La Pamplonesa. Ellos son los que han apostado por este espectáculo, creyendo en la propuesta y jugándosela. Eso significa que también creen en mí. Es un honor y un privilegio. ¿Hay más colaboradores? Sí, una base musical con guitarra, teclado, bajo y batería, porque también es un repertorio complicado. Y son músicos de aquí, de Pamplona. Txuma Otazu en la batería, Iñigo Goldaracena en el bajo, Alberto Lara en la guitarra y Bernardo San Martín en los teclados. Una base de primera línea. Y de garantía total, con todos los apoyos de banda. Uno es feliz cuando es consciente de la suerte que tiene. ¿Y el trabajo con La Pamplonesa? Toda una experiencia. Tiene un gran director con talento y muy meticuloso que es Vicente Egea. Y todo cuenta. Le encanta trabajar por ejemplo las dinámicas en las canciones. Y eso no sólo marca el matiz sino que aporta unas diferencias brutales. Y como yo soy músico hablamos el mismo idioma. Nos entendemos perfectamente en lo que queremos decir. Y el papel del director es súper creativo. Me encanta trabajar con Vicente. Y además tengo muy buen feeling’ con la banda. Y por eso se que este domingo va ser un día muy importante en mi vida, de esos que se recuerdan siempre, un regalo de la vida. ¿Es feliz musicalmente en este momento de su vida? Sí, porque he podido colmar mis expectativas como artista. Mi camino no ha sido fácil…pero me gusta que haya sucedido así. Porque es como realmente aprendes a valorar lo que tienes. Algunos me dicen que debería haber tenido más suerte… pero yo pienso “te equivocas”. He tenido muchísima suerte en la vida de hacer lo que me gusta y de poder vivir de ello. Eso ya es mucho. Y además ahora y gracias a bandas como La Pamplonesa me he podido reinventar y madurar nuevos proyectos. Incluso emulando a Nino Bravo que para mi es el mejor artista que ha dado este país. Muchos valoran sus propias canciones como lo más importante que ha hecho… Estoy convencido que en la vida todo pasa por algo y que tiene su lado positivo. Y lo que hay que intentar es buscar la ley de la compensación y que lo positivo pese más que lo negativo. Es cierto que no he sido un artista de grandes ventas, por lo que sea, por mil factores, pero no pasa nada. Y si tuviera que planificar de nuevo mi vida firmaría por lo que me ha tocado vivir. Y lo que me distingue es que soy el único artista español ciego que toca el piano y canta. Y eso es positivo porque hace que la gente te recuerde y se haya fijado en ti. Aunque creo que lo que la gente realmente valora de mi es mi trayectoria profesional y personal. Intento ser coherente con lo que hago, aunque me haya podido equivocar muchas veces. Y eso la gente lo capta. Para finalizar, ¿algún otro proyecto profesional en ciernes? Además de Recordando a Nino Bravo y El Baúl de los 70 también estoy involucrado con Esencia. Es una orquesta de baile con la que yo hago concierto y después ellos hacen baile. O sea que vamos en un formato de dos en uno. Y mi parte también está pensado para un contexto muy festivo -con mis propias canciones y con versiones desde Ketama a Michael Buble- en un formato muy típico en las fiestas de las localidades, para la hora de las tertulias después de la hora de comer, o del vermú. Es una aventura que me está gustando mucho. Creo que estoy viviendo el mejor momento de mi vida, recogiendo todo el fruto de lo sembrado. El recuerdo de una década musical mágica Serafín Lizoain Vidondo “Serafín Zubiri” sigue en plenitud de energía e iniciativa y por eso vuelve con su admirada La Pamplonesa a embarcarse en un nuevo proyecto en el que recuerda una hermosa etapa de su vida en la que nació su pasión por la música. Por eso presenta El Baúl de los recuerdos, en Baluarte. Serafín nunca ha dejado de pelear. Músico, cantante, deportista, presentador de televisión. Puro material sensible y elegancia musical. En 1987 inició su carrera en solitario con el nombre de Serafín Zubiri, en homenaje a su localidad. Desde entonces, ha editado siete discos cuyas canciones reflejan perfectamente su afán de superación. Inténtalo (1987), Pedaleando (1988), cuyo tema central sirvió para la sintonía de la Vuelta Ciclista a España), Detrás del viento (1991), Te veo con el corazón (1992) en la que incluyo la canción Todo esto es la música con la que concursó en Eurovisión, Un hombre nuevo (1995), título que da nombre a la canción que ilustra la experiencia deportiva que vivió en Argentina cuando escaló la cima del Aconcagua llegando a los 6.959 m. de altura, Colgado de un sueño (2000), cuyo tema central le llevó de nuevo a participar en el Festival de Eurovisión de aquel año, Sigo Aquí (2010) y X una causa justa (2012) Además, Serafín Zubiri puso la voz, en las Navidades de 1992 al tema central de la banda sonora en español de la película La bella y la bestia. Desde 1995 Serafín Zubiri desarrolló una etapa más polifacética que le llevó a trabajar para Tele 5 en la serie Todos los hombres sois iguales. También participó en los programas televisivos Mira quien baila (TVE), El conquistador del Aconcagua, Sin Barreras, Splash Famosos al agua, y varios para el ya desaparecido Canal 4 Navarra. Siempre ha colaborado en diferentes iniciativas a favor de causas sociales. Y se puede decir que tras unos años pensando en dejarlo vive desde 2010 una nueva Década prodigiosa en la música. Repertorio variado y divertido Acompañado por La Pamplonesa, dirigida por Vicente Egea, y con la ayuda de las voces de Ikel Herzog, Elena de Apraiz y Paloma Blanco (ex componentes del grupo La Década Prodigiosa), Serafín protagoniza un espectáculo en el que se recrean las canciones más emblemáticas y representativas de los años 70. Toda una gran selección musical de aquella edad dorada del pop y la canción melódica con canciones de artistas como Roberto Carlos, Camilo Sesto, Mocedades, Mari Trini, Pablo Abraira, Miguel Gallardo, Joan Manuel Serrat, Nino Bravo… intercaladas con los temas más conocidos del mítico grupo La Década Prodigiosa. Rememoran así una década que dejó una gran huella en la historia de nuestra música reciente. El director de La Pamplonesa Vicente Egea considera que trabajar con Serafín “supone una apuesta segura. Es una motivación extra para la banda y para nuestro público. Es un gran cantante pero lo que mas me gusta es su personalidad musical porque pone un cuidado muy especial en todos los planteamientos musicales”.

Serafín Zubiri: “Es un lujo contar con 50 músicos que te respaldan”

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