Una lectura dramatizada para averiguar quién asesinó a María

El último proyecto artístico de Yolanda Almeida involucra a Arantxa Murugarren, Carlos Ollo y Yanire Ibáñez. Poeta la primera, escritor de novela negra el segundo y “consumidora de muchísima literatura” la tercera, los tres ponen cuerpo y fundamentalmente voz a sendos personajes de la obra de teatro de Almeida ¿Qué ocurrió en Undiano?, sobre el asesinato de María Garmendia, cantante de un grupo de música. En el papel de una periodista Murugarren, en el del novio de la víctima Ollo y en el de una cantante venida a menos Ibáñez, llevan el viernes 16 de diciembre al Ámbito Cultural de El Corte Inglés (19 horas) la lectura dramatizada de esta obra que incide además en la exposición que tenemos de nuestra vida privada y en cómo puede influir de manera positiva pero sobre todo negativa. Obra de cincuenta minutos, está concebida como una novela que, conforme avanza, presenta los motivos de los tres personajes para matar a María Garmendia, algo que provoca que el público pueda introducirse en ese juego de averiguar el autor o autora del asesinato. Pero no será fácil porque “los tres se atacan continuamente”, adelanta Almeida. “Se muestran nerviosos, y a la vez que van sacando los motivos que unos y otros tenían para matar a María, surgen trapos sucios”. Ya había probado a dar a conocer una de sus obras con una lectura dramatizada. Lo hizo en 2020 con La sombra, en plena pandemia, cuando el aforo estaba limitado. De ahí que quisiera volver a intentar la experiencia en una época sin restricciones. Y es ahora, tras dos años invertidos en escribir ¿Qué ocurrió en Undiano?, que terminó este 2022 y que la editorial Caligrama ha publicado en papel y en ebook. Le gusta la lectura dramatizada por “la comodidad” para quien le ayuda a dar a conocer su obra -aquí Murugarren, Ibáñez y Ollo-, en el sentido de que, a diferencia de una representación al uso, se apoyan en el texto que tienen delante en todo momento, sin necesidad de memorizarlo. “No son actores profesionales”, prosigue Almeida, “y hacerlo de este modo supone un esfuerzo menor que si debieran memorizar. El apoyo del papel es importante incluso ante miedos y vergüenzas al salir ante el público”. Aunque no se trata solo de leer. Para ella “es muy importante poner el foco en las emociones, en cómo se dice y cuenta la historia, en los gestos... precisamente por no ser una representación sino una lectura dramatizada en la que hay que expresar lo que está diciendo el texto”. Y cómo se enfrentan unos y otros al proyecto varía según quién hable. En el caso de Murugarren, aunque acostumbrada a recitar poesía, sintió “miedo” con la propuesta de Almeida. “Una cosa es leer poesía y otra, meterme en un personaje, algo nuevo para mí, que nunca he hecho teatro o similar”, argumenta. Pero concibió la oportunidad “como un reto importante”. “Me resultó muy interesante meterme en el papel de una persona bastante malvada y nada que ver conmigo”, explica de Puy León, la periodista con la que la víctima llegó a escribir un libro, pero cuyo trabajo posterior se ha centrado en hundir y humillar a la víctima. “Solo mira por ella”, añade. Ibáñez, por su parte, está disfrutando mucho de la experiencia. Almeida ya contó con ella para grabar en vídeo la lectura dramatizada de La sombra después del estreno. “Al terminar le dije que mi papel era de alguien demasiado calmado y sosegado, que para la próxima contara conmigo para un papel extrovertido, de alguien que grita y llora, porque yo soy así y me había costado mucho ser comedida”, ríe al recordarlo. Por eso aplaude interpretar ahora a Amaia Goñi, “una joven explosiva, expresiva, que se enfada y grita, sarcástica e irónica, mala persona y con claroscuros”. Y le gusta la lectura dramatizada, “a caballo entre la lectura y el teatro”, porque le permite “estar en continuo movimiento” e interactuar con sus compañeros y porque desaparece el miedo a quedarse en blanco. Y Ollo viene a ser quien se estrena en un proyecto de este tipo, de ahí que le haya costado interiorizar “los poquísimos movimientos escénicos” de su personaje, David -“me muevo lo justo y necesario”-. Ha descubierto la importancia de trabajar las inflexiones de la voz, cómo matizar con esta lo que se está contando en el texto, cómo caracterizar los personajes y la riqueza que aporta una lectura dramatizada ante una simple. Sin formación actoral de ningún tipo, contar con el texto en la mano es una seguridad para él -“no tengo ni el tiempo ni la capacidad para aprender de memoria 50 folios”, indica-, de ahí que esta nueva incursión sea una aventura.

Una lectura dramatizada para averiguar quién asesinó a María

Yolanda Almeida firma la obra de teatro ‘¿Qué ocurrió en Undiano?’ que llevan a El Corte Inglés Arantxa Murugarren, Yanire Ibáñez y Carlos Ollo

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