Edición impresa

Actualidad Navarra, Pamplona, Tudela, Estella, Osasuna, Deportes, Gobierno de Navarra, Ayuntamiento de Pamplona, Política, Economía, Trabajo, Sociedad.

Ciencia

Alon Chen, presidente del Instituto Weizmann de Ciencias: “Vivir en un lugar siempre amenazado te empuja a desarrollar la mejor tecnología”

El neurocientífico israelí visitó el CIMA para la firma del acuerdo entre el Instituto Weizmann y el centro navarro, que consiste en tres proyectos de investigación con el objetivo de mejorar el tratamiento del cáncer de pulmón y páncreas

Ampliar Alon Chen tras su presentación en el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA)
Alon Chen tras su presentación en el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA)J.C. Cordovilla
  • Asier Aldea Esnaola
Publicado el 10/06/2023 a las 06:00
En un banco a escasos metros del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), Alon Chen se coloca el micrófono de solapa en la chaqueta para evitar que el sonido ambiente interfiera la grabación. El presidente del Instituto Weizmann de Ciencias (Rehovot, Israel), centro de formación universitaria e investigación dedicado a la biología, biofísica-bioquímica, química, física y matemáticas, ha pedido hacer la entrevista fuera del edificio. Después de día y medio de conversaciones y reuniones, acaba de terminar una presentación y quiere tomar un poco de aire fresco. “Había mucha gente dentro”, explica. La charla forma parte del itinerario que el Instinto Weizmann y CIMA han planeado durante la visita de Chen con motivo del acuerdo entre estas dos entidades. Se trata de un convenio de investigación contra el cáncer de pulmón y páncreas que cuenta con tres proyectos que desarrollarán equipos de ambos centros.
CIMA y Weizmann, ¿cómo se ha fraguado este acuerdo?
Ha empezado todo gracias a la Fundación Alberto Palatchi (una organización filantrópica que impulsa múltiples proyectos científicos), a través del propio Palatchi y su mujer, que apoyan la investigación en CIMA. También conocían la investigación del Weizmann. Ellos han empujado esta colaboración que se inició con una visita de gente de la Universidad de Navarra al Weizmann, donde tuvieron el primer contacto con las instalaciones, nuestro trabajo y se establecieron los primeros contactos. Con Alberto Palatchi se ha empujado la firma de un acuerdo y el inicio de estos proyecto de colaboración.
¿Por qué con CIMA?
El Instituto Weizmann tiene una investigación que denominamos como investigación fundamental, que se complementa muy bien con el tipo de investigación del CIMA, que tiene, sobre todo, un componente más clínico. Creo que esto va a suponer una sinergia entre estos dos tipos de investigación. Todos salimos ganando.
¿En qué punto se encuentra ahora mismo la ciencia en la lucha contra el cáncer?
Creo que estamos muy avanzados. En las últimas décadas se han hecho grandes avances. Se ha conseguido que la supervivencia en algunos tipos de cáncer sea relativamente alta. De hecho, las investigaciones sobre el cáncer van muy por delante de las de otros tipos de patologías, como pueden ser las enfermedades cerebrales, en las que todavía se desconocen muchos de sus mecanismos y los éxitos terapéuticos son menores.
¿Cree que el cáncer será una enfermedad menos nociva en el futuro?
Sí. Soy bastante optimista con el futuro del cáncer. Por supuesto que sigue siendo un reto. Probablemente se convierta en una enfermedad con más pacientes que se curen y puede que incluso se erradiquen algunos tipos de cáncer. Me gustaría que esta situación favorable en la que nos encontramos con esta enfermedad se trasladara también a otras como las del cerebro o mentales, que todavía requieren mucha más investigación.
De su instituto han salido varios Premios Nobel, han logrado ser punteros en el sector de la ciencia, cuentan con un gran prestigio internacional… ¿Cuál es la fórmula?
No es tanto una fórmula, sino una filosofía. Se trata de hacer ciencia que beneficie a la humanidad, los premios no son nuestro propósito. La receta para el éxito consiste en primer lugar en enfocarse en el talento humano. Buscamos a personas e intentamos reclutar a los mejores profesionales que podamos. La segunda cuestión es proveerse de los mejores laboratorios, equipos, infraestructuras y comunidad. Y el tercer punto tiene que ver con la libertad académica, dar a las personas la libertad de explorar e ir todos juntos a por el mismo sueño.
Israel es un país relativamente pequeño (9 millones de habitantes), pero esto no les ha impedido desarrollar una importante labor científica.
El tamaño no condiciona a la hora de lograr éxitos. Sí que lo es la filosofía que se tenga, que se invierta en ciencia, en desarrollar la infraestructura necesaria para ello. También es básico que haya una educación que se imparta desde una edad temprana y enseñar la importancia de la ciencia. Hay que convencer a las personas de que pueden cambiar el mundo. Necesitan saber que lo que están haciendo puede suponer un impacto para los demás.
Desde sus inicios, Israel ha tenido tensiones y conflictos en sus fronteras. ¿Esta realidad afecta a la ciencia dentro del país? ¿Es un factor a la hora de realizar investigaciones?
Es un factor no en el sentido de investigaciones concretas, sino como una fuerza motriz. Si vives en un lugar donde siempre hay amenazas a tu alrededor, una cuestión de supervivencia te empuja a desarrollar la mejor tecnología. Por ejemplo, tenemos el Iron Dome, que es un asombroso sistema de defensa aérea. La misma tecnología que desarrollas para protegerte eventualmente también puede usarse para la medicina. Creo que una sociedad que se encuentra muchas veces bajo presión da como resultado un impulso de la tecnología y los descubrimientos.
¿Y qué papel juega en todo esto el Instituto Weizmann?
Nuestras investigaciones no tienen ningún tipo de aplicación militar. Es más un asunto social. El tipo de científicos que está creciendo en este ambiente, no solo en Weizmann, sino también en Israel, genera que sea más atrevido, que tome más riesgos a la hora de hacer ciencia. Creo que se están logrando grandes resultados en muchos otros lugares, pero esta particularidad específica de Israel hace que asumamos mejor los riesgos.
¿Es difícil sacar adelante proyectos científicos?
Israel goza de un gran ambiente para hacer ciencia. Desgraciadamente, no tenemos la capacidad de traer a todos los investigadores que nos gustaría porque somos un país pequeño.
¿Qué puede hacer la ciencia en los conflictos internacionales?
La ciencia es ahora la solución para todos los conflictos internacionales. La ciencia es algo que une a la gente, una única lengua. Si traes científicos de Irán, Israel, España, Rusia y Ucrania, todos tienen un idioma común. También la educación científica forma parte de esta solución.
volver arriba

Activar Notificaciones

Continuar

Gracias por elegir Diario de Navarra

Parece que en el navegador.

Con el fin de fomentar un periodismo de calidad e independiente, para poder seguir disfrutando del mejor contenido y asegurar que la página funciona correctamente.

Si quieres ver reducido el impacto de la publicidad puedes suscribirte a la edición digital con acceso a todas las ventajas exclusivas de los suscriptores.

Suscríbete ahora