La alero Cecilia Liñeira deja atrás el profesionalismo para ir a las filas del Ardoi

Con el gesto de su cara transmite tranquilidad. Sonríe mientras espera en un banco de la Plaza Protomedicato de Pamplona. Lo hace después de haber terminado su jornada de prácticas en la planta de maternal, 'con los bebitos', en el Complejo Hospitalario de Navarra. Y es que Cecilia Liñeira ha podido compaginar su trabajo, con sus estudios y, con la que sigue siendo su pasión, el baloncesto. La alero argentina decidió dejar atrás el profesionalismo para enrolarse en las filas del Megacalzado Ardoi, de Primera División, con el que ha conseguido el ascenso a Liga Femenina 2. No es casualidad que la jugadora, nacida en Buenos Aires y de 35 años, recalara en el equipo de la Fundación Navarra Baloncesto Ardoi. Liñeira jugó tres temporadas en UNB. Dos de ellas lo hizo en Liga Femenina 2 y la tercera en Liga Femenina, de 2008 a 2011. En el equipo conoció al entrenador Aitor Alonso, ayudante en aquellos años de César Rupérez, y ahora segundo de Rubén Nava, en Ardoi. Además, su vinculación con Navarra, con Pamplona, tiene que ver con sus estudios y, también, con su trabajo. Cursa enfermería en la Universidad Pública de Navarra. Ha terminado tercero y comenzará cuarto. Las dos temporadas anteriores Cecilia Liñeira compitió con el Lacturale Art Araski, en Liga Femenina 2 y Liga Femenina. “Por diversos motivos, sobre todo de trabajo y estudios, terminé la temporada muy cansada. Me sobrepasó. Iba todos los días a Vitoria desde Pamplona. Tuve exámenes, prácticas... Se me hizo duro al final de temporada. Además, tuvimos muchos entrenamientos... Terminé un poco quemada. El verano me lo tomé para pensar. Fue un ir y venir con Araski y, al final, me salió una oferta de trabajo en Pamplona y ni lo dudé”, comenta la jugadora. UN CAMBIO Entonces, surgió la posibilidad de continuar jugando al baloncesto pero sin las exigencias del profesionalismo. Liñeira vio la opción de militar en el Megacalzado Ardoi, de Primera Nacional. “Fueron muchos años y mucho sacrificio. A veces entrenaba con Ardoi, cuando no podía ir a Vitoria. Conozco a las chicas, al entrenador. Al trabajar los fines de semana, me comprometí a jugar algunos partidos pero al final he jugado todos”, ríe. Cecilia Liñeira asegura que con Ardoi ha vuelto a disfrutar del baloncesto. “Es muy diferente, todo diferente. He vuelto a disfrutar del baloncesto. La verdad es que en Araski fueron dos buenas temporadas. Sobre todo, la primera lo pasé genial. No puedo decir otra cosa. Pero esto es otro ambiente, más relajado... Es otra cosa”, añade segura. Y, también, en el aspecto deportivo le ha ido muy bien. Ha conseguido el cuarto ascenso de su carrera deportiva, circunstancia que ha reforzado su apodo de 'miss ascenso', algo que lleva fatal. “Me da mucha vergüenza. Además, lo escuché tantas veces desde que ascendimos... Todo el mundo te dice lo mismo. No me gusta. Pero no pasa nada. Solo es un apodo”, indica con cierto resentimiento. La alero argentina tiene claro en qué ha sustentado el éxito el equipo en el que ha militado esta campaña. “Creo que la clave fue el perfil bajo del equipo. Nunca nos creímos más que nadie, nunca subestimamos a nadie. Siempre tomamos todo como un premio. Ir a la Final Four fue un premio; participar en la fase de ascenso, otro premio. Nunca tuvimos una ambición desmedida por ascender, por ganar. Desde esa humildad, comenzamos a construir, paso a paso, ladrillo a ladrillo, y nos ha salido muy bien. Hemos crecido poco a poco”, señala. El Ardoi trabaja ahora para intentar sacar adelante un equipo en Liga Femenina 2, en el que Cecilia Liñeira tiene buena predisposición para quedarse, si es que fuera una realidad. “Estamos hablando con el club. Tiene que conseguir los patrocinadores, los avales... Cuando diga el club que sale en Liga Femenina 2, hablaremos. Escucharé su propuesta. Si les tengo que decir yo algo, ellos también me escucharán. Hay que tener tranquilidad porque todavía no es seguro que el equipo salga en esa categoría. Vamos a ver qué pasa y, si sale, seguramente sí que juegue. Depende de que el equipo salga”, adelanta. NAVARRA, REFERENTE Para Cecilia Liñeira, Navarra cuenta con todos los elementos para sustentar un equipo en la segunda categoría a nivel nacional. “Sin duda, Navarra se merece, ahora, un equipo en Liga Femenina 2 y, por qué no, en un futuro, en la élite. Navarra tiene los cimientos para crear algo bonito y perdurable. Ojalá, Navarra, en algún momento, sea referente del basket femenino”, añade. Si el equipo sale adelante y la alero argentina forma parte de él, seguirá vinculada a un deporte que ha formado parte de su vida pero en diferentes estados. “El baloncesto fue diferente conforme fueron pasando los años. Fue una gran parte de mi vida, luego pasó a ser parte de mi vida y, ahora, es una pequeña parte de mi vida. Fue mutando. No deja de ser, no sé si decirlo, una pasión, pero lo llevas dentro. Es parte de uno mismo. Es el trabajo en equipo, la competitividad, los valores que aporta el baloncesto. Además es muy bonito de ver. Un partido ajustado de baloncesto es muy bonito de ver, de jugar”, explica. DNI Cecilia Liñeira Nació en Buenos Aires (Argentina) el 10 de mayo de 1983. Actual equipo Ha militado, en la actual temporada, en el Megacalzado Ardoi, en Primera División, con el que ha conseguido el ascenso a Liga Femenina 2. Trayectoria A Zizur llegó procedente del Lacturale Art Araski de Vitoria, en el que ha militado dos campañas. En UNB, jugó tres cursos. Las frases Megacalzado Ardoi “Desde la humildad, comenzamos a construir y nos ha salido muy bien. Crecimos poco a poco” Liga Femenina 2 “Navarra tiene los cimientos para crear un proyecto bonito y perdurable”

La alero Cecilia Liñeira deja atrás el profesionalismo para ir a las filas del Ardoi

La alero argentina Cecilia Liñeira ha encontrado en el Megacalzado Ardoi la forma de seguir disfrutando del baloncesto con la oportunidad de compaginarlo con estudios y trabajo

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