Los males de Osasuna y las posibles soluciones
La falta de velocidad de los centrales quedó en evidencia frente a los rápidos jugadores ofensivos de Valencia y Villarreal

El problema (I): centrales lentos frente a delanteros rápidos
- Gol de Justin Kluivert (Osasuna 0-1 Valencia): Cavani se retrasa unos metros, recibe y atrae a los centrales, mientras Kluivert se desmarca al espacio. El uruguayo manda un pase en profundidad y el holandés, mucho más rápido que Unai García y Aridane, se planta mano a mano con Sergio Herrera y le bate con clase.
- Gol de Danjuma (Villarreal 1-0 Osasuna): Osasuna está volcado en campo contrario después de una acción a balón parado. Aridane y David García están completamente desprotegidos, aislados de sus compañeros y con muchísimos metros a su espalda. Una pérdida de balón de Brasanac permite que el Villarreal lance un pelotazo a la espalda de los centrales para que Jackson les mida en carrera. Aridane parece llegar a su altura en un primer momento, pero sigue teniendo desventaja física con su rival, que insiste en la conducción hasta superar al central rojillo antes de llegar a la línea de fondo. Con la ventaja ganada, pone el centro atrás y Danjuma resuelve con un remate de fantasía.

- Ocasión de Danjuma (minuto 60): una acción calcada a la de Cavani y Kluivert. En este caso, Álex Baena ejerce de pasador (un toque espectacular con el exterior de la bota) y es Danjuma el que corre a la espalda de los centrales. Solo la buena salida de Sergio Herrera y el error del holandés evitan que Osasuna encaje el tercer gol.
El problema (II): el espacio libre a la espalda de los laterales
- Un peaje del 4-3-3: Osasuna empezó la temporada con un sistema 4-2-3-1 que no es el característico de Jagoba Arrasate desde que está en Osasuna. Con él, Torró compartía el doble pivote con Moncayola o Brasanac, mientras que Aimar Oroz ejercía de enganche. No obstante, la lesión del canterano, unida al buen momento de Brasanac y a la necesidad de meter en dinámica a Moncayola, provocaron una vuelta al 4-3-3 ó 4-1-4-1. Este sistema complica las ayudas a los laterales, porque no hay un doble pivote que pueda repartirse las basculaciones hasta las bandas, mientras que los dos interiores, más avanzados, quedan demasiado separados del lateral. Esto termina por provocar que sean los centrales quienes en ocasiones tengan que ir a la banda a cubrir a jugadores normalmente muy rápidos y habilidosos.
Apunte: Real Madrid y Barcelona son dos equipos que usan actualmente esta opción táctica y por eso intentan alinear centrales muy capaces de defender cayendo a banda como Militao, Alaba o Araujo.

La solución: recuperar la dupla Juan Cruz-David García y el doble pivote