El Forofillo
Monos con pistolas
Ya puede sacar Jagoba a los del Promesas o a las chicas de Kakun, que cuando la cosa está de cara

Publicado el 25/04/2023 a las 22:01
Este Osasuna tiene más peligro que un mono adolescente con dos pistolas cargadas y con el dedo flojo. No sé si me explico. Pero es que da igual quién juegue, da igual a quién saque Jagoba, da igual qué jugador se vista de corto que se gana. Será cuestión de dinámicas, pero la de los nuestros es más positiva que el mercado de los diamantes. Triple flechita verde hacia arriba como si del Big Ben se tratara...
Jagoba, sabedor de que estamos a 11 días de la final de La Cartuja, apuesta por el plan B, casi C. Por eso tira de un equipo plagado de los menos habituales, con la chavalería como Benito, Muñoz y Pablo Ibáñez creciendo como galgos y con algún que otro veterano, tipo Moi Gómez, para vigilar la cosa.
El Cádiz, ese equipo que cae bien aunque te golee, tiene un síndrome de Osasunitis brutal. No habían sido capaces de conseguir ni un punto en los cinco enfrentamientos anteriores contra Osasuna desde el ascenso de los nuestros. Y por ello, con la urgencia de la necesidad, el ahorro de los osasunistas por la proximidad de la Copa y que juegan en casa se las prometían felices. Pero...
Pim, pam, pum. Si a un mono adolescente, más en primavera que la sangre altera, le das dos revólveres cargados y sin seguro fijo que algún tiro te casca. Pues Osasuna, a día de hoy, es ese mono que tiene mucho peligro para el rival. Tiene la salvación en el bolsillo, la final de la Copa del Rey asegurada y es momento de hacer probaturas. "Oye, Kakun, ¿me dejas a alguna chavala para Cádiz?". "Vale, pero mejor llévate a Uxoa, del filial, que es buena". Faltó saltar a la chavala del B...
Nacho Vidal, Unai García, Juan Cruz y Manu Sánchez. Pablo Ibáñez, Moi Gómez, Iker Benito, Iker Muñoz, Rubén García. Y Budimir. Ese once saltó en el Nuevo Mirandilla (Viejo Carranza), del que se cayó Chimy Ávila que hizo saltar las alarmas al sufrir una lesión muscular en el calentamiento. Ojo que quedan 10 días para el partidísimo, la finalísima, la sevillada...
Con este equipo de menos habituales se disputó un choque en el que el necesitado, de amarillo, no dio la talla y el salvado, de rojo, fue a disfrutar del viaje y, de paso, ver si sonaba la flauta por casualidad. O si el mono da tiro mortal al de enfrente. Todo ello en una primera parte que, a fuerza de ser sinceros, parecía más un encuentro de solteros contra casados que un choque de la máxima categoría nacional.
Hasta pudo irse Osasuna al descanso con ventaja, pero Ledesma está demostrando ser un portero de otro nivel. Sacó un cabezazo de Unai que olía a gol en una ocasión clara, aunque en el extremo contrario Aitor no estaba de comparsa y metía pechazo ante Sobrino. El caso es que cuando no se acierta, se va uno a la ducha con empate y cerocerismo.
En la reanudación se rompió Roger, baza ofensiva de los locales y Sergio modificó el once. Jagoba aguantaba. La cosa estaba de errores, cada cuál más grosero. Benito no llegaba a un balón largo que obligaba a Conan a salir y en la contra siguiente, Unai privaba a Guadiola del caracol. Era un choque de idas y venidas, hasta que el mono decidió apretar el gatillo.
Como todo el partido, el gol rojillo fue esperpéntico. Balón a la izquierda, corre Manu Sánchez, corre Pablo Ibáñez, chocan entre ambos y el primero se la le va por línea de fondo. Mete el pase de la muerte y fallo clamoroso de Budimir, que empalma al aire. Cuero que llega a la frontal, Rubén García recula, Rubén García controla, Rubén García recorta, Rubén García suelta un zurdazo que acaba en gol. Qué digo gol, GOLAZO.
Tuvo Monca el segundo, en una estirada y carrera en solitario que le dejó solo ante Conan, el Bárbaro, porque el pie que sacó al de Garínoain nos obligó al añadido de sufrimiento. ¿Quá añadido? A la prórroga. Con Abde expulsado, que por encarar le soltó la zancadilla a un defensa rival y Del Cerro, más malo que una enfermedad venérea, lo largó sin siquiera revisar en el VAR la acción. Y los ocho de añadido que dio el pitolari, insisto, malo, malo y malo, que se estiraron hasta once por un cabezazo de dos rojillos, terminó con un córner de los locales que casi marca de cabeza el más peligroso de los de Sergio González: Conan Ledesma.
44 puntos. Más que salvados. Y el viernes llega la Real, metida en la pelea por la Champions. Da igual a quién saque Jagoba, da igual que lleguen las chavalas de Kakun, los del Promesas, los juveniles. Osasuna está on fire, está de cara y es peligroso. Ojito a los Merino y compañía, porque un mono con pistolas cargadas es peligroso, pero Osasuna con la salvación y la final en ciernes, lo es más...
¡Hasta la muerte, Forofillo hasta la mkuerte!