David García: "He soñado con levantar la Copa y se me pone la piel de gallina"

Cuando tenía solo 11 años, vivió la anterior final de la Copa del Rey desde la grada y ahora será el encargado de capitanear a este Osasuna de época que quiere ganar su primer título. David García Zubiría (Ibero, 1994) representa ese camino natural de Tajonar hacia la élite con el equipo de sus amores, con el que está a un paso de levantar el primer trofeo de su historia. Le brillan los ojos y no encuentra palabras para verbalizar esa ilusión que estallará en La Cartuja. Tiene el sentimiento de pertenencia grabado a fuego y sabe que defiende a su gente. El defensa, jugador franquicia a base de picar piedra, valora más si cabe este éxito tras haber pisado, por ejemplo, las arenas movedizas de Sabadell. No hay quien le pare, ni esa luxación en el tabique nasal. Pero prescindirá de la máscara en un día para ir con todo. El momento dulce del osasunismo lo plasma en el campo David García y lo exterioriza con ese poso del capitán. El que puede protagonizar una foto legendaria. ¿Qué supondría ganar la Copa del Rey? Sería el mayor logro que he conseguido hasta la fecha. Están muy bien las cosas que hemos ido consiguiendo estos años, como los ascensos, y en mi caso la convocatoria de la selección. Pero levantar un título con tu club, en el que llevas toda la vida, sería lo máximo. El primer título de Osasuna está a un paso. Es increíble. Ha pasado por momentos duros y poder conseguir un título con tanta gente de casa y esa comunión que hay con la grada sería un hito. Hay que valorar el crecimiento de Osasuna todos estos años y cómo se están haciendo las cosas. Sabadell viene a la cabeza. Sin duda. Vi el cartel que pusieron en Sabadell y yo salía con esa cara de niño y sin barba. Y hasta hoy he podido jugar un montón de partidos y he vivido momentos negativos. Uno recuerda eso en la buena situación de hoy en día. El club está peleando por el título. Más allá de ganar o no, se ha creado un ambiente idílico en el osasunismo. El título de Osasuna es ver a toda esa gente apoyando constantemente. Van en masa a comprar camisetas, disfrutan de lo que es Osasuna y sienten la emoción de ir a Sevilla con todos los rojillos. Creo que llegar a la final ya es un premio, lo que se ha vivido ha sido precioso. Pero sin duda queremos levantar el título y coronar todo este proyecto. Ha sido sufrido y bonito. ¿En la final toca sufrir o disfrutar? Disfrutar como tal creo que no. Me cuesta disfrutar en los partidos, entrenando sí lo hago. Es complicado. Hay mucha tensión por hacerlo bien y no fallar. Intentaremos que la gente disfrute con una victoria. Para el Madrid es una final más y para Osasuna es el partido en mayúsculas, en el que traslada toda esa ilusión de su masa social. ¿Qué supone representar a tanta gente y tan cercana a usted? Es una responsabilidad. Sabemos que vamos a tener a nuestras espaldas a miles de rojillos, en la grada y los que no puedan ir. Nos van a animar y tenemos que devolvérselo. Vamos a luchar hasta morir por ellos. Cuando falten las fuerzas nos acordaremos de ese apoyo y las sacaremos de donde nos las haya. ¿Cómo le llega esa ilusión de la calle? Solo hay que ver la gente que ha estado viniendo a Tajonar. Incluso cuando salimos de Pamplona nos paran por la calle. Nos piden que ganemos la Copa. La afición está muy enchufada. Deben abstraerse del todo el ruido de estas semanas. ¿Es posible? Uno no puede contagiarse. Somos profesionales y tenemos que poner bien el foco. Existen ganas e ilusión, pero las llevamos de forma interna. Hay que dejarlas para el aficionado, solo hay que ver cómo están. Debemos tener la mente fría. El foco es el partido. ¿Qué le dicen los suyos? Mi familia está con muchas ganas del viaje. Es un fin de semana para disfrutar, va a haber una marea rojilla impresionante. Si me ven ganando una final de Copa… Imagínese. La final es la guinda al proyecto. Es la guinda del pastel, sí. Se ha crecido mucho. Sería precioso. Hemos plasmado todo este camino con una final de Copa. Solo se había llegado una vez. Poder jugarla otra vez es muy meritorio. ¿Y cómo vivió la final de 2005? Fui con mis padres al Vicente Calderón, estuve de los nervios, era un crío. Poder ahora ser quien juegue esa final después de 18 años es algo que me enorgullece mucho. ¿Ha pensado que puede levantar la Copa? Sí, sí. Me he visualizado muchas veces (ríe). He soñado con levantar el título y se me pone la piel de gallina. Levantar ese título con tu club, en tu casa, es algo inexplicable. Por todo lo que representa y la gente que hay detrás. Sería brutal. No hay nada más grande que poder ganarla con amigos míos, que siempre han estado cerca en los malos momentos. ¿Tiene pensado hacer algo especial si ganan el título? Un tatuaje, seguro. ¿En caso de victoria? Y si no también. La fecha de la final. Y si ganamos la Copa me la tatuaré con la fecha (tiene tatuada la del último ascenso). Sin duda. Lo tengo claro. ¿Cómo ve las opciones de Osasuna de ganar la final? Yo sí que veo opciones reales de que podemos llevarnos la final. Siempre que hemos jugado contra el Real Madrid hemos competido y hemos dado la cara. Si ya le pones el contexto de que es una final, la gente va a salir muy motivada a jugar. Creo realmente que tenemos nuestras opciones. Es un partido, me gusta eso, puede pasar de todo. Va a ser difícil porque el Madrid es especialista pero tenemos ilusión y ganas. Y competir contra eso también es difícil. Va a ser el partido de sus vidas hasta el momento. A día de hoy y seguramente no habrá mejores. No es fácil llegar aquí. Ha habido cuatro prórrogas pero este equipo se supera ante las adversidades. Y en una final no va a ser menos. David García, al igual que Osasuna, pasa por un momento dulce. Habla de que lo estoy haciendo de forma individual y también Osasuna en lo colectivo. Uno sale beneficiado cuando el grupo lo hace bien. Estoy muy contento, me están saliendo las cosas. Por ejemplo, que me haya llamado la selección es un reconocimiento a todo el trabajo de estos años. Me enorgullece. Voy a seguir apretando para ser importante. Por fin tiró la puerta de la selección. Por un lado sentí alivio y agradecimiento, pero no me quiero quedar ahí. Me fui contento porque pude debutar y no estaba claro después de haberme quedado en la grada. Muy feliz de haber vivido la experiencia y aumentan las ganas de seguir peleando. Ojalá sean más veces. ¿Cómo lo vivió? Un orgullo por representar a Osasuna en la selección. Son jugadorazos, los tenía controlados, pero me han sorprendido porque es un gran grupo humano. La fase final de la Liga de Naciones llega en junio. Ese es el objetivo tras la Copa y la Liga. Sería rematar esta temporada con poder jugar ese torneo. Voy a apretar y que el seleccionador decida. David García parece incombustible. ¿Cómo se encuentra? No voy a decir que estoy al cien por cien porque el desgaste de la temporada es fuerte. He jugado con ciertas molestias pero he decidido no parar y dar el máximo. Si algo he hecho en mi vida es sobreponerme a esto. Y con la final de Copa no va a ser menos. La cabeza, las emociones y el corazón te hacen tirar para adelante para dejar atrás esa fatiga. ¿Cómo asimila uno tantos halagos y ese salto al escaparate nacional? En ese aspecto soy frío y reflexivo. Intento aislarme. Sé que he estado en el foco, pero no me hace bien estar pendiente. Pero es algo positivo, significa que has hecho las cosas bien. Me quedo con el trabajo. Su futuro ha estado en ese foco. Siempre se ha mantenido al margen y ha ido de la mano del club. Eso por encima de todo. Cuando he tenido que hablar algo con el club lo hemos hecho a la cara y nunca ha habido una situación rara. Estoy contento y feliz. Lo estamos haciendo muy bien y el futuro se desconoce. Soy de vivir el momento, lo estoy haciendo, sobre todo con una final ahora. Es lo que valoro por encima de que clubes se hayan interesado. Como la convocatoria de la selección. Eso significa que lo estoy haciendo bien. En este caso, Osasuna ha exigido su cláusula y usted ha demostrado fidelidad. La gente me conoce sabe cómo soy. Doy el máximo y ayudo a todo el mundo en el vestuario. Me entrego por el club, más allá de que haya interés de equipos. Estoy al cien por cien centrado en Osasuna. Así soy yo. Ibero estará paralizado por sus actuaciones. ¿Qué le dicen? Me encanta bajar a Ibero. Me aíslo y salgo de mi mundo deportivo. Estoy tranquilo y veo a mi familia. Disfruto mucho. ¿Se puede desconectar del fútbol? Me cuesta una barbaridad, siendo sincero. Busco mis momentos. Pero es que es constante, hay partidos cada muy poco y es complicado. Tienes que estar pendiente de entrenar, de ese trabajo adicional que hago a las tardes, de cuidarte… Es la vida del profesional. Nos dedicamos 24 horas a ello y no sé si soy bueno o malo pero me cuesta mucho evadirme (ríe). David García es el ejemplo de que el trabajo tiene su fruto. Me acuerdo hace años cuando empecé con estas cosas de entrenar por mi cuenta que prácticamente no había ningún compañero que lo hiciera. Ahora miro al vestuario y un porcentaje muy alto lo hace. Fue un acierto empezar joven. He sido una persona regular y han llegado los ascensos, la selección, buenas temporadas en Primera… Habla de todo el trabajo que hay detrás. Tanto Osasuna como yo hemos ido creciendo.

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El máximo exponente del crecimiento de Osasuna, capitán y jugador de la casa que vivió la anterior final en la grada y la agonía de Sabadell en el césped, quiere hacer historia

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