Osasuna 2-0 Athletic
Osasuna llama a Europa
Una excepcional segunda parte sentencia al Athletic en otra noche mágica
Actualizado el 26/05/2023 a las 01:20
Y aquí está Osasuna. Séptimo clasificado, cuando solo restan seis puntos por jugar y máximas opciones de estar en Europa 16 años después. Las puertas de la Conference se han abierto de par en par para que pueda pasar un equipo que se encuentra en un elevado estado de motivación. Las posibilidades de lograrlo han aumentado. El Sadar festejaba otra noche de plena felicidad al ver ganar a los suyos. Osasuna aplastaba al Athletic en la segunda mitad con una energía inagotable. La euforia está justificada. Por el ambiente sigue flotando esa magia que se generó con la final de Copa y que ahora ha colocado a los de Arrasate en las mejores posiciones de la fila para sacarse el ilusionante pasaporte.
Osasuna no pudo generar ocasiones de gol en una primera parte en la que no tuvo capacidad intimidatoria en el área. Aplazó para después esa versión de torbellino que se fue tragando a un rival decepcionante que nunca dio la sensación de buscar revancha por la semifinal de Copa y que está más obligado por estar en Europa. Los rojillos jugaron perfectamente sus cartas. De menos a más guardando bien sus cimientos para explotar en ataque tras el descanso.
Desde el inicio, quisieron ser verticales con una idea similar a la de su última aparición en El Sadar contra el Almería. Kike Barja y Abde eran los afiladores en las bandas, sumando la vocación ofensiva de los laterales Rubén Peña y Manu Sánchez.
No fue el resultado deseado en este periodo inicial pese a los continuos intentos de desbaratar el concierto rojiblanco, este jueves con una pareja de centrales de circunstancias. La pelea estaba en el centro del campo, donde Muniain era el latido del Athletic buscando la espalda a un Torró desesperado que luego pudo con todo y hasta marcó. Aimar Oroz quería hacer esa misma misión para conectar con Budimir, impecable por alto fuera del área.
A falta de peligro, lo que no podía hacer Osasuna era perder la concentración defensiva en una noche en la que sólo le valía ganar. Jagoba había advertido en la víspera del gran peligro vizcaíno, que no era otro que la velocidad con espacios por delante. De esta forma, llegaron las dos aproximaciones que pusieron el nudo en la garganta de la grada, en las pocas veces que se descerrajaba esa batalla áspera por dentro.
Nico Williams encaraba a Manu Sánchez y Abde a De Marcos, pronto con amarilla, en el duelo de dos extremos de futuro extraordinario. Pero fue Iñaki Williams quien se plantó ante los ojos de Aitor Fernández en un par de ocasiones. Primero, al bajar con el pecho un balón largo e incrustarse en el área, donde apareció un seguro y rapidísimo Rubén Peña, que en última instancia sacó el balón cerca de la raya de gol. Justo antes del intermedio, tras un balón profundo de Zarraga, el punta de la Rotxapea ganaba por piernas a David García. Aitor salió atento para tapar el avance y el capitán le molestó lo suficiente, jugándose casi el penalti, al límite.
CUANDO SE AGITA EL AVISPERO
El volcán entró en erupción con el cambio de campo. Osasuna salió con otra velocidad mientras el Athletic se venía a menos. Kike Barja puso el aviso con un disparo alto al saque de un córner ensayado. Era un equipo más ambicioso que movía bien la pelota. Ese paso adelante le reportó el mejor premio posible para poner tierra de por medio. Era el momento de agitar el avispero.
En el bombardeo, Moncayola puso el balón desde la banda hacia el punto de penalti, donde emergió la figura de un Ante Budimir que lleva un último tercio de campeonato a su verdadero nivel. El remate no era sencillo. Había que darle fuerza y dirección con la cabeza al mismo tiempo. Colaboró, todo hay que decirlo, Agirrezabala. Al meta del Athletic se le envenenó el balón y no impulsó bien la mano para el despeje. Cuando eso sucede puede haber problemas, para fortuna de Osasuna. El Sadar era una fiesta.
El partido se ponía de cara. Los rojillos seguían jugando sin frenos, con esa agitación que enciende a la grada. En la ida y vuelta, Aitor Fernández respondió con una buena parada a disparo de Zarraga en uno de los contados pasillos por dentro que se concedieron. Aridane y David García estaban infranqueables. Rubén Peña tenía motor para dar y tomar, y Manu Sánchez firmó uno de sus mejores partidos en el plano defensivo.
Sancet, este jueves suplente, tampoco mejoró a un Athletic incapaz y cabizbajo. Para fútbol el que puso Aimar Oroz y para alegría la de Abde, un esquiador por la banda izquierda que se marchaba en velocidad a los 63 minutos y metía un pase perfecto a Budimir en carrera. El croata no acertó en la finalización. El partido estaba vivo, abierto y dinámico. La defensa se echaba encima de Muniain cuando el chantreano tenía opción de disparo cerca de la portería rojilla.
El Athletic parecía tomar el mando, pero Osasuna se acomodaba replegado y siempre amenazando en las salidas con Abde. En una de ellas, el marroquí retó a Vivian con ese desequilibrio de parones y aceleraciones que desconciertan a cualquier rival. El defensa vizcaíno le derribó en el borde del área y él mismo se pidió ejecutar la falta. El lanzamiento fue ajustado. Lo sacó como pudo Aguirrezabala. La continuación reflejó el hambre que tenía este Osasuna. Moncayola se apoderó del balón para entregárselo a Aimar Oroz, que protegió de espaldas con el cuerpo y vio a Lucas Torró solo en una posición inmejorable. El alicantino golpeó con el interior como si estuviera en el green de un campo de golf, cogiendo a contrapié al portero del Athletic con un toque cruzado.
El gol de la tranquilidad había llegado en el minuto 76, en el momento perfecto para disfrutar de una noche que no deparó sobresaltos. Quedaba dosificar la gasolina con los hombres de refresco y los que aguantaban el tipo después del esfuerzo, además de hacerlo con cabeza. El Athletic no hizo ni cosquillas. Iñaki Williams chocaba contra Manu Sánchez y Berenguer contra Rubén Peña. Guruzeta y Raúl García tampoco inquietaron a los dos grandes centrales rojillos. El público llegó a dedicar “olés” a los suyos. El Sadar tiene motivos suficientes para pensar que puede ir a Europa.
Los goles de Osasuna y el control de bandera de Abde, en vídeo
2. OSASUNA: Aitor Fernández; Rubén Peña, Aridane, David García, Manu Sánchez; Torró; Kike Barja (Rubén García, m. 69), Moncayola (Pablo Ibáñez, m. 81), Aimar Oroz (Iker Muñoz, m. 88), Abde (Diego Moreno, m. 88); Budimir (Kike García, m. 79).
0. ATHLETIC: Agirrezabala; De Marcos, Vivian, Paredes (Lekue, m.81), Yuri; Zarraga (Guruzeta, m. 56), Vesga; Nico Williams (Sancet, m. 56),Muniain (Raúl García, m. 79), Berenguer; e Iñaki Williams (Ares, m. 81).
GOLES: 1-0 (m. 50): Budimir. 2-0 (m. 77): Torró.
ÁRBITRO: Muñiz Ruiz (Comité gallego). Amarilla a Torró, Budimir y Pablo Ibáñez, y Marcos, Berenguer y Vivian.
INCIDENCIAS: El Sadar, 19.830.
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