Lo reconozco, he dudado
Envenenado por unas malas sensaciones, he de decir que no pensaba en la victoria rojilla ni por el forro

Cierre de temporada camino del bochorno
Se veía venir, pero no por ello deja de escocer. Es un déjà vu lamentable y recurrente, una sensación de Día de la Marmota que nos sigue dejando, en la recta final de la temporada, con esta cara de ababoles que no se nos quita ni aunque el tito Florentino nos ponga en el palco, ahí, entre dos presidentes. Llueve sobre mojado y Osasuna lleva borrado de la competición desde el Cïvitas Metropolitano. Por lo menos...
Como dicen que sarna con gusto no pica (pero mortifica) tengo que ser sincero y dar las gracias a la plantilla de Osasuna. Gracias, chavalada, o lo primero de todo "cómo están los máquinas". Y esto lo digo porque sabedor de que la ibais a cascar, de que la pifiada contra el primo vizcaíno estaba más que segura, de que ya son muchos años al timón de la barquichuela, me he ganado una comida. En la Cuchara de Martín y gestionada (apoquinada mejor dicho) por mi hermano Peter. Si es que me daba pena ganarle tan fácil...
Cuando hay nubes llega la lluvia. Y cuando no hay tensión, o la que hay es como la cuerda de un arco de niño, suelen pasar estas cosas. Los jugadores están de vacaciones, ya pensando en subir a Instagram stories en playas con las que el resto de mortales únicamente podemos soñar. Con esos cuerpos esculturales, esos abdominales marcadísimas, esas piernacas depiladas... Vamos, más parecerán catálogos de ropa interior que fotografías hechas al tun-tún, sin preparar, tipo las que sube el menda lerenda en su cuenta (muy recomendables las series estivales que hago con este cuerpo de mortadela).
Con media Liga aplaudiendo al Real Madrid y otra media rilándose en los principios del club del tito Floren, ese que se ha abanderado la causa antirracista en el fútbol español, el mismo que dirige un club que hace un año se mofaba del rodilla a tierra del Manchester City en el Bernabéu con motivo de la campaña del Black Lives Matter, esos cuya única intención es malmeter, tergiversar con la hoja de la parroquia desinformando sobre las "destituciones" de los árbitros del VAR por la movida de Mestalla (que ni son destituciones ni se producen por este encuentro), ese grandioso club más preocupado por los objetivos del presidente, de pirarse a la Superliga y seguir a la gresca con Tebas porque le para los pies. Bueno, pues con el panorama este pintado de tal manera y unas elecciones en ciernes, van los de Jagoba y tiran al garete una temporada que, de haber ganado, podría haberse convertido en sobresaliente.
Notable. Alto, por la final de la Copa del Rey, más que nada por permitirnos soñar. Pero con deje de mala baba, de mala leche, de más de lo mismo. Los máquinas regalan Europa al Athletic, igual por esa suerte de educación al haberles eliminado de la Copa del Rey en una muestra que roza el "equipito" que nos llamó el 20 del Madrid. Ojo, Vinícius, que ahora va y resulta que hay millones de 20 madridistas por el país. El caso es que, teniendo en tu mano ganar, igualarles y pasarles por el golaverage, poder hundir al Getafe y ganar al Girona, poder sacar un billete a Europa, resulta que no. Los nenes, cansados por lo larga que ha sido la campaña, ya piensan en vacaciones. Manda bemoles...
Arrasate sacó el mejor once posible pero de relax, sin tensión. Con las bajas de última hora de Moi y Juan Cruz, con Budimir arriba, Aitor en meta, Manu y Peña acompañando a Aridane y David. Monca, Torró, Abde, Barja y AImar. Los mejores, garantía de victoria. ¿Seguro? Desde el primer minuto se vio que la película de este jueves iba a ser de miedo. De amor para los vizcaínos, que se vienen arriba con una pera conference como un becario con una bolsa de gominolas de sandía. Qué buen conformar tienen, ellos que presumen de grandeza y el séptimo puesto les sabe a gloria. Pero mira, por delante nuestra. Ellos con los puntos, inalcanzables para nosotros. Yo con la comida pagada, pero el almuerzo del amigo Víctor a apoquinarlo. Y eso que estaba en el ballet.
Es lo que hay. Lo bueno es que nunca vamos a dejar de ser de este equipo, porque lo llevamos en el corazón. Y este año ha sido bueno, qué carajo. Esa final de Sevilla la repetiríamos, hasta con la derrota. Esas victorias, ese juego vertical, ese Abde desbordando, ese Torró de ancla, ese Sergio Herrera parando penaltis y ese Aitor de palomitero. Esos todos, hasta Darko y su maltrecha rodilla. Ahora quedan dos jornadas, ahora hay que intentar acabar lo más arriba posible, ese octavo puesto que nos dejaría algo más de dinerico con las arcas maltrechas. Getafe y Girona...
Osasuna está de vacaciones. Los jugadores lo saben. Lo que fastidia es que podían haber avisado antes, y nos evitamos bajar un jueves a las 21.30 de la noche a El Sadar. Se ceden las entradas y que vengan los primos vascos, que sabiendo que van a ganar, el viaje se les hace más corto. Ganamos todos. Navarra si pone radares para multar, Osasuna con las entradas y pone tirita a esta hemorragia mortal que la Famiglia está dejando en las cuentas (60 kilos y medio van ya), con sonrisa para el sector hostelero, que escancia unas birritas y saca unos pinchitos para los bilbaínos. Todos contentos, todos felices y descansados...
Ahora lo que queda, esos cambios, las monedas sueltas de la herencia. Getafe, al que ni se le va a soplar la oreja ya que vienen con necesidad y con una tensión que para nosotros la querríamos en la final de Sevilla. Y Girona, que ese por ser en casa y el último, igual se gana para poner el broche a la campaña de notable. Lo dicho, pudiendo haber sido de sobresaliente. Si es que no aprendemos, marmota Phil. Peter, yo de primero quiero...