El portero salvó a Osasuna en momentos críticos con buenas intervenciones, especialmente en la primera parte. En el gol del Girona pudo hacer más.
Tuvo que emplearse a fondo con Rodrigo Riquelme y priorizó más su faceta defensiva que el desborde. Aportó oficio y piernas pese a las molestias que había tenido.
Muy serio tanto en el juego aéreo como cuando tuvo que salir al corte. En la línea de sus últimas actuaciones fue un seguro en defensa. Sobrio y contundente.
Tuvo que retirarse nada más empezar por una inoportuna lesión que le dejó clavado sobre el césped. Intentó seguir, pero no tenía buenas sensaciones. Baja sensible.
Ha terminado la temporada a buen nivel en sus últimas apariciones con Osasuna. Se asoció bien y añadió buena colocación para defender su zona. Serio.
El equilibrio del equipo dio un paso adelante en la presión y fue de menos a más para sostener el fútbol en el centro del campo. Poder por alto. Dio sentido al juego.
Despliegue físico espectacular, sobre todo en la segunda parte. Gobernó su zona. Puso un centro excelso a Budimir en el segundo gol. Un todoterreno.
No entró en juego en la primera mitad, pero marcó la diferencia en el primer gol con una asistencia de gol medida al pie. Insistente y trabajador.
Firmó un partido para enmarcar con y sin balón. Creó mucho fútbol en ataque con sus finas apariciones y fue una pieza clave en la presión. Diferencial.
Una pesadilla para el Girona por su habilidad para el regate. Lo intentó de todas las maneras posibles desde la izquierda, donde fue un filón. Se despidió a lo grande.
Apareció en el momento clave para desequilibrar el partido. Está en racha y lo demostró con dos remates al fondo de la red. Sumó un gran esfuerzo.
Inicio dubitativo. Luego se asentó.
Combativo.
Frescura y calidad.
Talento para tener el balón.
Muy conectado. Aportó mucho.