Pelota
Las empresas de mano profesional no exigirán la mascarilla en los frontones
El festival del viernes en Bergara será el primero de Aspe y Baiko que se haga con las condiciones previas a la pandemia

Publicado el 19/04/2022 a las 18:31
Salvo que las autoridades sanitarias vascas, navarras y riojanas impongan un criterio diferente, las empresas de mano profesional no tienen la intención de exigir el uso de la mascarilla a los espectadores en los festivales de pelota de Aspe y Baiko. Así las cosas, el festival que se celebra el próximo viernes en Bergara con el partido manomanista entre Jaka y Rezusta será el primero que se desarrolle en condiciones previas a la pandemia. Es decir, sin mascarilla de protección, sin distancia de seguridad y con la posibilidad de consumir productos de hostelería si el bar de la instalación está operativa.
El frontón Astelena fue el primero en el que se introdujeron las medidas anticovid, con uso de mascarilla obligada y distancia social. El frontón Astelena fue el Lunes de Pascua en último que ha acogido un partido con mascarilla obligatoria. A partir de ahora, los aficionados podrán volver a los recintos en las mismas condiciones que lo hacían antes del Covid.
CAMBIOS Y MEJORAS
La pandemia ha supuesto una auténtica prueba de resistencia para la mano profesional. Después de más de un año en el que la actividad se desarrolló sin público, los festivales han atravesado por distintas fases en condiciones de pandemia. Primero, con aforo reducido e importantes medidas de protección para evitar contagios masivos. Uso obligatorio de la mascarilla, eliminación de la hostelería, imposibilidad de moverse de la localidad, distancia de seguridad entre espectadores, circuitos de entrada y salida a los frontones, toma de temperatura a la entrada, uso de gel hidroalcohólico, o identificación completa del espectador para seguir la trazabilidad de su entrada en el caso de que hubiera problemas fueron algunas de las medidas que se tomaron en un primer momento. También los pelotaris las sufrieron, con el uso obligatorio de la mascarilla, la limitación de aforo de los vestuarios, e incluso los jueces, que tuvieron que actuar con guantes para evitar problemas de contagio con el intercambio del material.
Las medidas, que fueron duras en un primer momento y que provocaron cierto respeto por parte de los aficionados a la hora de volver al frontón, se han ido adaptando a las circunstancias conforme ha ido evolucionando la pandemia. Se fueron recuperando los aforos, se eliminó la distancia entre espectadores y se reabrió la hostelería.
La respuesta del público se ha ido incrementando y ha sido especialmente buena en la última fase del Parejas. Las empresas esperan un Manomanista y un verano en las mismas condiciones previas a la pandemia después de dos años que han castigado de forma muy seria a la economía de las promotoras.