Con los 27 años de vida de Aitor Elordi Txakartegi (Mallabia, Vizcaya, 1996) bien podría escribirse un buen guion para una serie. La vida puede dar un millón de vueltas, y como muestra el propio Elordi. Esta es su historia.
Si en 2022 le hubieran dicho que este domingo iba a jugar la final Manomanista, ¿qué le diría?
Ni idea. En ese momento el Manomanista no entraba en mis planes, pero he ido evolucionando poco a poco, cada vez con objetivos más ambiciosos y aquí estoy.
¿Durante cuánto tiempo ha jugado terceros partidos?
Bastantes años, al principio me costó entrar, no sé si fueron dos, tres o cuatro. A base de trabajo he ido evolucionando. Fui jugando algún primer partido, subiendo de nivel y aquí estoy.
¿Se desmoralizó en algún momento?
Claro. Llevo siete años, en enero haré ocho, y en este tiempo he pasado de todo. Y, porque he pasado por todas las situaciones, estoy disfrutando aún más de este momento, lo valoro más. Uno sí que se llega a desmoralizar cuando te haces una idea en la cabeza y te topas con una realidad, que es diferente. Mis objetivos eran amoldarme a la categoría, no tenía más. Me costó un poco más de lo previsto, pero con el tiempo me he hecho un pelotari psicológicamente fuerte, y eso me está ayudando ahora.
¿Qué se siente jugar partidos a 16?
Seguro que he jugado algún partido a 16 e incluso menos tantos. Pero cuanto antes asimilas esto y dejas de darle vuelta a las cosas es cuando todo empieza a cambiar. Cuando me metía presión fue cuando más sufrí; y cuando pensé que ya no tenía nada que perder y salí a disfrutar es cuando empezaron a cambiar las cosas. He ido pasito a pasito, pero eso sí, nunca he tirado la toalla. Sé que nadie me ha regalado nada, y si estoy aquí es porque me lo he currado.
¿A cuánto estuvo de no renovar?
Por lo que me ha llegado, la empresa ya tenía tomada la decisión de no renovarme. Yo firmé el contrato del debut, que son dos años, me alargaron otro y cuando transcurrió ese año ya tenían decidido que me iban a echar. Pero entonces di un salto en la cancha, mejoré, y los propios jefes me dijeron que les había sorprendido. Y me dieron otra oportunidad.
¿Contra quiénes jugaba?
En los primeros años contra Ugalde, o me quedaba yo o se quedaba él. Luego jugaba mucho contra Mendizabal III, que nos ponía las cosas difíciles; el propio Darío...
¿Recuerda su primer estelar?
Tardó en llegar, fue cuando ganamos el Promoción de segunda Oier Etxeberria y yo. Nos hicieron un homenaje en Mallabia. Yo jugué con Martija y Oier con Irribarria. Si no, alguno en el verano pasado en Sopelana con Zabaleta contra Elezkano-Martija.
¿Y si no le hubieran renovado?
Buah, es una pregunta que ni sé contestar. Supongo que me daría un tiempo, porque es un momento psicológicamente duro. Al final se te rompen todos los esquemas, porque pasas de un sueño a estar en la calle. Me hubiera ido a casa con 23 años, no sé si tendría ganas de recalificarme en aficionados. Estudié Mecatrónica y Robótica... algo haría.
¿Cómo le llamaron para decirle que sustituía a Rezusta?
Estaba en casa, casi no había superado la juerga de la noche anterior por la txapela del Parejas. El martes a las 11 me llamó Apezetxea diciéndome que jugaba por Rezusta. Antes me habían dicho que no iba a jugar, lo tenía asumido. En el momento no me hizo mucha ilusión porque venía de un Cuatro y Medio largo, un Parejas largo y a los tres días era empezar de nuevo, y mano a mano. Tenía más pereza que ilusión. Pero desde la presentación... Contra Urrutikoetxea fui sin haber hecho un entrenamiento. Luego tampoco he entrenado mucho porque tenía que recuperar. He confiado en mis sensaciones de cada momento. Tener cuatro cosas claras, y ya está. El sistema me ha dado opción de recuperarme.
¿La confianza da más que la propia preparación?
Está claro. Nosotros entrenamos todas las semanas, trabajas automatismos. El mano a mano de hoy, en el que se juega mucho de aire, ayuda. Lo importante es no darle vueltas a las cosas y dejarte llevar. Yo tengo las cosas claras en la cabeza, otra cosa es poder ponerlas en práctica. Ahora donde pongo el ojo, pongo la pelota; estoy en una racha buena.
Sé que estoy como en una ola, pero tengo los pies en el suelo. Sé dónde vengo y dónde está la realidad
Lo pasé mal los primeros años, cuando me metía más presión, más sufría
Aitor Elordi, delantero de Aspe
¿Ha asimilado dónde está?
Estoy en ello, en verano lo valoraré más. Siento felicidad, no tengo ningún pensamiento malo, todo es un mundo perfecto.
¿Qué es esta final?
Un premio. Creo que la gente no me veía capaz de estar en este punto. Yo he sido el primero en creer en mí y eso es lo que me ha hecho llegar hasta aquí. Nunca había pensado en jugar una final Manomanista viendo el grupo en el que estaba con Altuna y Laso.
¿Es la revelación de la temporada?
De este año. Ha sido magnífico. No sé qué pasará en adelante, no me voy a relajar y voy a tratar de dar más nivel.
Todo ha sido como rápido, ¿es fácil de gestionar?
Las cosas vienen así. Si el año se ha pasado rápido es que los campeonatos han ido bien. En verano asimilaré todo esto. Sé que estoy como en una ola, pero tengo los pies en el suelo. Sé de dónde vengo y dónde está la realidad.
Usted ya le ha puesto en aprietos a Altuna.
Sí, sobre todo en el mano a mano en Eibar. Y en la final voy a salir igual. Fuera de la cancha somos amigos íntimos, pero el domingo voy a ir a muerte. Sé que Jokin tiene una mentalidad ganadora a tope, pero voy a apretarle en la final.
Ese partido le da esperanza.
Sí, y creo que le da otro morbo a la final. Que Jokin sea el favorito me dice que no tengo nada que perder, me motiva a tope.
AITOR ELORDI EN EL MANOMANISTA
5 partidos mano a mano de primera en su carrera ha jugado Aitor Elordi, con 4 victorias.
POR AÑOS
2017 (Promoción) Cuartos de final
2019 (Promoción) Subcampeón
2020 (Promoción) Subcampeón
2021 (Promoción) Cuartos de final
2022 Cae en previa manomanista
2023 Finalista
En Promoción fue subcampeón en 2019 contra Darío (22-12) y en 2020 contra Arteaga II, contra el que también perdió por 22-12.