Rejoneo
Hermoso, una oreja; Sanchez y Saldivar, sin toros
Los cuatro toros de Campo Real, sin raza y deslucidos, no dieron opciones a los rejoneadores

- Efe. Aguascalientes
El navarro Pablo Hermoso de Mendoza cortó la única oreja de la tarde tras una lidia brillante, mientras que los mexicanos Juan Pablo Sánchez y Arturo Saldivar tuvieron que luchar contra la falta de raza de los cuatro toros de Campo Real, cuya labor estuvo muy arriba a pesar de las condiciones de sus enemigos.
Esto sucedió en la que ha sido la segunda corrida de la tradicional feria de San Marcos, celebrada esta tarde en la plaza Monumental de esta ciudad, en el centro del país.
Con tres cuartos de entrada se lidiaron dos toros de rejones de Santa Bárbara y Fernando de la Mora, el primero y cuarto, que han sido muy buenos. Pero los cuatro de Campo Real, sin raza y deslucidos, sin opciones.
Hermoso de Mendoza con el primero, bravo y emotivo, estuvo muy bien, pero no obtuvo trofeos al estar mal con el rejón de muerte. En el segundo intento descordó al animal con algunas protestas. Mejor con el cuarto, con una lidia brillante en la que hizo gala de sus jacas y del soberbio jinete que es. Realizó un rejón de muerte trasero que hizo los efectos deseados. Consiguió una oreja y se alzó como el triunfador del festejo.
Sánchez, en segundo lugar, tuvo un toro sin calidad y que lanzaba derrotes por todos lados. Gracias a su temple, logró robarle los muletazos que la res no tenia. Mató de dos pinchazos y estocada y fue aplaudido. Con el quinto, que parecía que daría mejor lidia, Juan Pablo estuvo muy bien con el capote y cuidó al toro al máximo. Empezó con torerismo y cuando le pudo la res se rajó y empezó a buscar las tablas desluciendo todo lo que hacía. Media y dos descabellos para saludar en el tercio.
Saldivar, tampoco tuvo suerte.Con el tercero, carente de fuerza y emoción sin darle oportunidad al matador de ligar los pases. Aplausos a su voluntad. Con el sexto también bien con el capote y realizó una faena interesante ante un toro parado que se resistía a embestir y colaborar. No estuvo fino con el acero, dio tres pinchazos y una casi entera, recibió palmas finales.
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