“La del 112 ha tenido que oír los disparos”

Una hora después del triple asesinato de Cáseda, los familiares de las tres víctimas iban llegando al lugar de los hechos sin poder creer lo sucedido. Cáseda se encontraba en estado de shock. Dos coches patrulla, uno de la Policía Foral y otro de la Guardia Civil, cortaban el acceso a la calle donde se cometió el crimen. Junto al cordón también se arremolinaban algunos vecinos y entre ellos trataban de averiguar lo sucedido. “Todo son especulaciones”, se disculpaban entre susurros. Había miedo a hablar. “No hemos visto nada, solo hemos escuchado los disparos”, acertaban a decir. Entre este grupo de vecinos se encontraba un matrimonio que fue el que llamó al 112 para alertar de lo que en un principio era una pelea que adquiría una mayor violencia. “Estaba en la otra punta de la casa, trabajando con el ordenador, y me he asomado al balcón al escuchar una discusión. No sabía si llamar o no al 112. Pero al ver que la discusión aumentaba he llamado...”, recordaba el matrimonio. “Entonces es cuando se han producido los tres disparos. La del 112 tuvo que oír en directo los disparos”, proseguían contando. “Entonces, como mi mujer tiene conocimientos de primeros auxilios, bajó a la calle y vio los tres cuerpos tirados. Ella intentó reanimar a los dos hijos. Aún respiraban”. El padre, según los testigos, murió en el acto por un disparo en el pecho. Los hijos fallecieron poco después por sendos disparos en la zona estomacal. Según estos testigos, Amparo y su hija pequeña habían regresado esa misma tarde de su pueblo a Cáseda con la intención de volver con su pareja. Tras ella aparecieron en un coche el padre de Amparo y sus dos hermanos. Llegaron hasta la casa de los fallecidos y allí en la misma puerta, se desató la discusión entre los dos suegros. “El padre le preguntó a su hija Amparo si se quería quedar allí. Y ella le respondió que sí. Entonces se ha calentado el ambiente y han empezado a insultarse y luego creemos que han llegado a las manos, porque hemos oído el forcejeo en el suelo”, explicaban. “El padre de ella ha vuelto al coche, ha sacado la escopeta y ha disparado los tres únicos cartuchos que debía llevar encima... Entre la discusión y los disparos habrá habido unos veinte minutos”, aclaraban. Unos minutos antes de que se encontraran las dos familias de etnia gitana en la calle Nueva, pasaba por la zona el alguacil. “Estaban todos tranquilos y de repente he oído los disparos... Y me ha extrañado, porque no estamos en temporada de caza”. Otra mujer, sin embargo, vio el momento. Muy cerca de los hechos se encuentra una residencia geriátrica. “En ese momento me encontraba al principio de la calle y he visto cómo el padre de Amparo salía del coche con la escopeta y disparaba tres veces”, susurraba. “¡Dispara, dispara!”, contó otro vecino que escuchó decir desde el coche antes del tiroteo. “Un coche bajaba a toda velocidad marcha atrás” Pasadas las nueve y media de la noche, el primer vecino en llegar al lugar del sucesos descansaba en su casa aparentemente tranquilo. Junto a él, su hijo contaba lo que su padre acababa de vivir con más intensidad que el propio protagonista: “Mi padre estaba en un huerto que tenemos justo ahí y ha escuchado tres disparos. Nos ha dicho que ha reconocido enseguida que eran de escopeta así que ha salido corriendo a la calle. Allí se ha encontrado con un coche blanco que bajaba “de culo” a toda velocidad y se ha echado a un lado. Después ha subido la cuesta y se ha encontrado el primero con la escena. Uno ya estaba muerto. Los otros dos aún respiraban. Enseguida ha llegado un amigo suyo y han llamado al 112. La calle se ha llenado de gente y se ha venido para casa. Dice que está muy tranquilo”. Estos vecinos de Cáseda afirmaban que la familia de los fallecidos procedía de Liédena y que llevaban un par de años en la localidad. Afirmaron que no habían protagonizado incidentes hasta la fecha El alcalde de Cáseda: “El pueblo está en shock” Jesús Esparza vivió este martes su tarde más trágica como alcalde de Cáseda. Afectado por lo ocurrido, trasladaba el sentir de sus vecinos, conmocionados por un incidente que dejó tres muertes violentas en las calles de la localidad, y aprovechaba para pedir “calma” ante una situación de tensión en el ambiente. “Estamos en shock. Desde el Ayuntamiento queremos decir a las víctimas que nos vamos a volcar con ellos, colaborando en lo que nos puedan necesitar, en los funerales y en lo que sea”. Hasta el lugar se movilizaron vehículos policiales que patrullaron la zona del suceso y otras localizaciones con población de etnia gitana de la Comunidad foral con el objeto de evitar nuevos brotes de violencia.

“La del 112 ha tenido que oír los disparos”

Un vecino llamó a Sos Navarra alarmado porque una discusión entre suegros que había empezado a gritos comenzó a agitarse aún más. En el trascurso de la llamada, se produjo el tiroteo

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