Sucesos en Navarra
“Eran muy queridos, todo el pueblo está derrumbado”
Vecinos y allegados se muestran consternados tras los trágicos fallecimientos, que han sacudido por igual a Igantzi y Arantza

- I.S. / D.D.M. Pamplona
Xabier Taberna Telletxea, de 19 años, y Mikel Manzano Altuna, de 21, trabaron su amistad en la comarca de Bortziriak (Cinco Villas). Taberna vivía con su familia en Igantzi y Manzano, oriundo de San Sebastián, pasaba largas temporadas en la zona tras haber adquirido su familia un caserío en la vecina localidad de Arantza.
Los dos jóvenes fueron labrando su amistad a caballo entre las dos localidades, Igantzi y Arantza, que ayer amanecieron rotas por el dolor. Hacía varios años que estos dos amigos compartían con vecinos y allegados su afición por el mundo del motor.
Mikel Manzano corría desde hacía un año como copiloto de rallys y había participado en alguna carrera con la escudería de Lesaka Ziharka Sport. “Eran muy queridos; todo el pueblo está derrumbado”, confiaba con la voz entrecortada un vecino de Igantzi.
Xabier Taberna era el menor de tres hermanos. Estudió en el Toki Ona de Bera. Sus vecinos de Igantzi lo recuerdan como “un chico tímido y reservado”, aficionado, además de a los coches, a la caza y la pesca, “como su padre y sus hermanos”. Su familia es muy conocida en Igantzi. Allí nació su padre (su madre, en Etxalar) y allí creció junto a sus hermanos.
La familia de Mikel Manzano, que tenía una hermana más pequeña, es propietaria de un comercio en San Sebastián y había recalado hace años en Arantza, donde compró un caserío y tierras. “Es una familia muy querida”, confesaba también un vecino de esta localidad.
Juan Carlos Unanua, alcalde de Igantzi, mostró ayer sus condolencias por los fallecimientos y recordó las reiteradas reivindicaciones de los alcaldes de la zona para que se dé una solución a la alta siniestralidad de la N-121-A.“Este es un problema que no cesa, el tráfico pesado es insostenible y esperamos soluciones”, apuntó.