Sucesos en Navarra
Fran Balda, vecino de Arbizu de 53 años, fallece atropellado en Etxarri Aranatz
De 53 años, fue arrollado el sábado por la noche a las 22.30 horas cuando volvía a casa caminando por la NA-2410
- DN. Pamplona
Un nuevo accidente mortal en Navarra la noche del sábado se saldaba con el fallecimiento de Fran Balda Arana. Un ramo de rosas en un banco frente al Ayuntamiento de Arbizu y un mensaje escrito en euskera en una pancarta: "Te queremos Balda, muchas gracias por todo lo que has dado", recordaban este domingo a mediodía al exconcejal de la localidad, de 53 años, quien murió atropellado la noche del sábado en el punto kilométrico 21 de la NA-2410, en el término municipal de Etxarri Aranatz.
Esa noche, Balda había acudido en el coche de unos amigos a Etxarri Aranatz. Pero, a la vuelta, decidió quedarse un poco más charlando con un conocido, mientras los amigos se adelantaban a Arbizu. Aunque quedaron en llamarse para recogerle, Balda decidió regresar caminando. Un trayecto que no solía realizar de esta manera y mucho menos de noche, explican quienes le conocen.
El accidente se produjo en el cambio de rasante que une las dos localidades, dirección Arbizu. Una zona sin iluminación a escasos cinco metros de donde falleció también atropellado Álex Jaka Razkin en 2016. Según la Policía Foral, una conductora vecina de Etxarri Aranatz arrolló a Fran Balda y continuó su marcha sin detenerse. Al parecer, sintió un golpe brusco y circuló sin saber muy bien qué había ocurrido. Sin embargo, al llegar a su domicilio, lo habló con su marido y regresaron al lugar, donde ya se encontraban agentes de la Policía Foral, encargados de la investigación.
MISMO LUGAR QUE ÁLEX JAKA
Se da la circunstancia de que el atropello ocurrió muy cerca del lugar donde el 31 de enero de 2016 apareció el cuerpo sin vida de Álex Jaka Razkin, un joven de 19 años, y cuyas circunstancias de la muerte están aún por resolver.
Álex, quinto de la cuadrilla ‘Nolaneikuek’ regresaba de madrugada andando desde Etxarri Aranatz, donde se celebraba una fiesta. Eran entre las 4 y las 6 de la mañana. Sin testigos, ni cámaras en el lugar, el autor del accidente mortal se dio a la fuga.
Cuando se cumplió el primer aniversario de su muerte, su familia escribió una carta en la que pidió ayuda para conocer la verdad: “Solo eso nos haría asimilar e interiorizar que no volveremos a ver a Álex. No queremos que lo ocurrido aquella noche se archive pasando a ser un caso más sin resolver. Quisiéramos que quienes visteis o estuvisteis con Álex aquella oscura noche compartieseis con nosotros cualquier detalle, por insignificante que os resulte. Cualquier pista puede resultar clave para esclarecer lo ocurrido”.
Durante todo un año un equipo de agentes de atestados de la Policía Foral siguió investigando el caso, mantuvo el contacto con la familia, y en varias ocasiones pidió a través de los medios que el autor “diera un paso al frente para ayudar a la familia”.
“Sentimos impotencia. Desde Policía Foral nos dijeron que la primera reacción de los conductores en estos casos es huir, y que a las 24 horas, suelen explicar lo sucedido. Este no ha sido el caso. Nos duele saber que le atropellaron y preguntarnos aún si se podía haberle salvado la vida. No buscamos un culpable. Eso no nos va a devolver a Álex. Solo queremos conocer la verdad”.
En la ikastola Andra Mari, de Etxarri Aranatz, le recordaban así: “Álex había llegado a Arbizu desde Perú cuando tenía 7 años, trayendo a nuestro hogar gran alegría y amor. Durante los 12 años que ha estado entre nosotros hemos participado de intensas vivencias, casi siempre con una hermosa sonrisa en su rostro. ¿Cómo olvidar esa sonrisa?”.