El fiscal pide anular la sentencia del triple crimen de Cáseda de 2018

El juicio por el triple crimen de Cáseda de 2018 acabó en junio con dos acusados condenados a prisión permanente revisable y un tercero absuelto. Pero al caso aún le queda mucho recorrido judicial por delante. Entre los recursos, el del fiscal, que ha solicitado al TSJN que declare nula la sentencia con el fin de que el procesado absuelto, hijo y hermano de los reos, también sea condenado. El motivo que esgrime la Fiscalía es que el jurado popular dio por probado que los tres sabían que había armas cuando viajaron a Cáseda y aceptaban el uso que pudieran hacer de ellas, lo que podría probar un concierto entre los tres y de ahí una condena por coautoría del absuelto. Sin embargo, el jurado declaró no culpable al tercer acusado y el magistrado presidente del tribunal, para solventar esta posible contradicción, eliminó de la sentencia ese párrafo. El fiscal reclama ahora que se incluya. La controversia judicial, que podía haber desembocado en una petición para repetir el juicio y no solo la sentencia, se concentra en la pregunta número 8 del cuestionario al que tuvo que responder el jurado. El enunciado cuestionaba a los nueve ciudadanos si consideraban probado que los tres acusados “conocían de la presencia en el vehículo de las dos escopetas y la munición; y las llevaban con el objetivo de utilizarlas para el caso de que fuera necesario en el curso del enfrentamiento que iban a mantener con la familia de su yerno y cuñado”, en el contexto de unas desavenencias familiares porque un matrimonio con miembros de ambas familias había retomado la convivencia. El jurado declaró probado este hecho por unanimidad. PÁRRAFOS TACHADOS Para las acusaciones, este pasaje ya significaría la coautoría de los dos hijos (el que efectuó los tres disparos mortales fue el padre), por lo que ambos tenían que haber sido condenados. Sin embargo, el jurado declaró no culpable a uno de ellos. Antes de leer su veredicto, el presidente del tribunal, magistrado de la Sección Segunda de la Audiencia, preguntó al jurado sobre esta posible contradicción. La portavoz respondió: “No hemos podido determinar en qué modo él (el absuelto) apoyó a los preparativos”. El magistrado aceptó la explicación del jurado (ninguna de las partes protestó en ese momento) y el exculpado fue puesto en libertad antes de que el juez redactara la sentencia. En ella, que debe contener el veredicto del jurado, el magistrado tachó, literalmente, el párrafo que el jurado dio por probado acerca de que los tres conocían que había armas y aceptaban utilizarlas si fuera necesaria, y no lo incluyó en los hechos probados a pesar de que así lo había determinado el jurado. “No se puede declarar probado al ponerse de manifiesto la discrepancia entre la contestación a la pregunta 8 (donde va incluida esta frase) y la 28 (donde el jurado no ve probado que el hijo mayor participara)”, dice la sentencia. Del mismo modo, el magistrado también borró el párrafo sobre que los tres “conocían que la escopeta se encontraba en el reposapiés trasero del vehículo, cargada con al menos cuatro cartuchos”. Para el juez, todo llevaba a considerar que “no había un concierto” entre los acusados, ni previo a los hechos ni sobrevenido en el momento final. La Fiscalía ha recurrido para que la parte que el jurado dio por probada y que el magistrado excluyó pase a formar parte de la sentencia, y así poder argumentar que hubo un concierto previo entre los tres acusados y que el absuelto sea condenado por coautoría por dolo eventual. El jurado consideró probado que el padre, Juan Carlos Jiménez, disparó a las tres víctimas sin que tuvieran la más mínima posibilidad de defensa, después de que su hijo Emilio sacara la escopeta que estaba preparada en el coche. Por el contrario, no vio probado que Juan Carlos hijo participara en los preparativos y no se pudo pronunciar sobre la acusación que de forma explícita más le perjudicaba, el gritar a su padre “dispara, dispara” en el momento de los hechos. No pudieron deliberar sobre ello porque el magistrado no lo incluyó en el cuestionario final al entender que no había pruebas, si bien era algo que sostenía el hijo y hermano de las víctimas, el testigo al que más credibilidad dio después el jurado. Con este veredicto, padre e hijo, de 55 y 20 años respectivamente, fueron condenados a la pena de prisión permanente revisable, la primera vez que se imponía esta condena en Navarra. Aprobada en 2015 el contexto del pacto antiyihadista, está pensada para supuestos de organizaciones terroristas, asesinatos de jefes de estado, un asesinato tras un delito sexual... y crímenes para dos o más víctimas. La condena por el triple crimen de Cáseda, el que más víctimas ha registrado en Navarra en las últimas tres décadas, impone que ambos acusados tendrán que cumplir un mínimo de 22 años de prisión para beneficiarse del tercer grado y al menos 30 para la suspensión del resto de la pena (la libertad condicional). CLAVES 1 Los hechos. Ocurrieron el 18 de septiembre de 2018, minutos antes de las siete de la tarde, en las cercanías del domicilio en el que vivía una pareja formada por la hija y hermana de los acusados y el hijo y hermano de las víctimas. Tras una discusión por desavenencias familiares, el padre de los acusados, disparó cuatro tiros a las víctimas a menos de cinco metros, causándoles la muerte. Los tres acusados huyeron y fueron interceptados por Policía Foral. 2 Víctimas. Fermín Jiménez Echeverría, de 50 años, y sus hijos José Antonio Jiménez, de 29, y Christian Jiménez, de 16. 3 Acusados. Juan Carlos Jiménez Jiménez (padre), de 55 años, y sus hijos Juan Carlos Jiménez Jiménez (hijo), de 24; y Emilio Jiménez Jiménez, de 20. 4 Condena. El padre y su hijo Emilio fueron condenados a la pena de prisión permanente revisable. El otro hijo, absuelto. El fallo ha sido recurrido ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Navarra.

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