Sucesos
El arresto en Orkoien del asesino de Valencia
Jorge Ignacio Palma, juzgado estos días en Valencia por matar, descuartizar y deshacerse del cuerpo de tres mujeres a las que drogó en prácticas sexuales, fue detenido, juzgado y condenado por tráfico de drogas en Navarra entre 2016 y 2018

Publicado el 26/06/2022 a las 06:00
Repeinado, bien vestido, dando indicaciones a sus abogados durante el juicio que estos días se celebra en Valencia, Jorge Ignacio Palma Lancome está siendo juzgado durante estas semanas como presunto responsable del crimen de tres mujeres. La policía apunta a que las drogó durante unas prácticas sexuales y posteriormente las descuartizó, arrojando sus cuerpos a unos contenedores. Al menos una cuarta, logró escapar y sobrevivir. Según el sumario, llevó a cabo los ataques a partir de 2019, tras salir de la cárcel de Pamplona, donde había sido condenado por un delito previo de tráfico de drogas. En concreto, le llevó a prisión su arresto en 2016 por la Policía Foral, en relación a una entrega de cocaína en un laboratorio de Orkoien, y la Audiencia Provincial de la Comunidad foral lo condenó en junio de 2018 a 3 años y 3 meses de prisión como uno de los responsables de ese delito de tráfico de drogas. El fallo judicial contemplaba una multa de 46.549 euros, además de prohibirle la entrada a España durante 5 años tras el cumplimiento de un tercio de la pena impuesta. Sin embargo, Palma consiguió salir de la cárcel tras recurrir su condena ante el Tribunal Supremo y es a partir de entonces cuando, según la cronología que ha reconstruido la Policía, lleva a cabo estos asesinatos.

UN SOCIO EN ECHAVACOIZ
Jorge Ignacio Palma se cruzó en la investigación de la Policía Foral por su condición de ‘mensajero’, ya que transportaba droga entre Gandía, donde residía en 2016 y Pamplona, donde tenía contactos con otro narco, un vecino del barrio pamplonés de Echavacoiz de 48 años de origen colombiano al que, en el momento del arresto, octubre de 2016, no le constaban antecedentes.
Según fuentes policiales, el hilo de que este individuo podría estar dedicándose al tráfico de drogas surgió de la colaboración ciudadana, que puso a los policías en alerta. Así, se inició un dispositivo de vigilancia que comprobó que este hombre se dedicaba a la venta de droga y que realizaba “frecuentes y breves visitas a locales de alterne del entorno” en las que podría estar realizando entregas de sustancias estupefacientes. En ese seguimiento, los policías detectaron una conversación y varios SMS con lenguaje críptico entre Palma y el investigado, así como al menos dos encuentros entre ellos.
La noche del 22 de octubre de 2016, durante un intercambio de 350 gramos de cocaína, fue arrestado en una entrada y registro llevada a cabo por la Policía Foral, que condujo al desmantelamiento del laboratorio en el que fabricaban la droga, una bajera de Orkoien. La operación se denominó Andrés y el alijo incautado a Palma se valoró en más de 15.000 euros. Junto al otro arrestado, ingresaron en prisión provisional, de donde salió tras recurrir su condena. En esa nueva etapa se le acusa de varias agresiones, tres de ellas con resultado de muerte. Los nombres de las fallecidas son Arliene Ramos Dos Santos, Lady Marcela Vargas y Marta Calvo.
La Fiscalía le pide 130 años de cárcel
Jorge Palma, a su llegada para declarar en la Audiencia de Valencia, el pasado 13 de junio. Marta Calvo, de 25 años, desapareció en noviembre de 2019 tras haberse citado con el acusado en una aplicación. El procesado se entregó a las autoridades y confesó haber descuartizado a la joven y esparcido sus restos en distintos contenedores de basura. La Fiscalía pide una condena de 130 años por el presunto asesinato de Calvo y otras dos mujeres