Parto
Nace una niña en la gasolinera de Morentin
La madre del bebé se puso de parto el pasado viernes por la noche en el asiento de copiloto de un coche

- Paloma Dealbert
Un bebé nació el pasado viernes por la noche en la gasolinera Avanza Oil de Morentin, ante la atónita mirada de los clientes y las trabajadoras de esta estación de servicio de Tierra Estella. La pequeña y su madre se encuentran bien.
El parto tomó por sorpresa a todos. Sobre todo al conductor que intentaba trasladar a la mujer embarazada hasta el hospital y a Sara López Torres, empleada del establecimiento: “Eran las 22 horas y tenía a cuatro personas cenando, y una me dijo: ‘Llama al 112 porque está naciendo una criatura’”.
López, vecina de Dicastillo, confiesa que primero pensó que era una broma, pero enseguida reaccionó y buscó trapos limpios y una tijera que esterelizó con la vaporizadora del bar “por si acaso” se producía una complicación con el cordón umbilical. Pero ni la trabajadora ni la ambulancia llegaron a tiempo. La madre, residente en San Adrián, ya había tenido a la niña en el asiento de copiloto. “Además ni siquiera tumbada, sentada, es una valiente”, ha asegurado Sara López.
Tanto la trabajadora como los otros clientes que se encontraban repostando, un hombre y dos mujeres, asistieron a la madre, que daba a luz por tercera vez, ha relatado López, mientras esperaban a los servicios de emergencias con ansias: “Fueron 10 minutos como mucho, pero fueron eternos”.
La parturienta viajaba con un vecino suyo de San Adrián, ambos de apariencia magrebí, ha explicado, porque ella se encontraba sola en casa cuando rompió aguas. Camino del hospital, el varón se dio cuenta de que estaba quedándose sin combustible y paró en la gasolinera de Morentin, en la que apremió a la empleada al cargo del repostaje a echar una cantidad reducida, la suficiente para llegar, porque tenía prisa. La mujer gritaba de dolor con cada contracción. Fue entonces cuando los otros usuarios se acercaron para comprobar si podían ayudar y vieron que la cabeza de la bebé ya asomaba.
Avisaron a Sara López, que tiene dos hijos, aunque nacieron por cesárea. “Fue todo muy rápido, yo no hacía más que hablar y pensar”, ha recordado. Al ver que la niña había salido, y cuando la madre confirmó que había llorado, le tendió a los trapos para que limpiase a la pequeña y esperó las indicaciones del 112 mientras daba ánimos a la mujer: “La veía temblar a la pobre, quieres hacer más, pero por otro lado te frenas porque venía la ambulancia, que son los que saben, de camino y no vaya a ser que por meter mano tres minutos antes pase cualquier cosa…".
La parturienta, ha detallado, iba preparada, con un empapador. “No me acuerdo ni del nombre de ella, pero de su cara no me voy a olvidar en la vida”, ha afirmado, todavía emocionada. La adrenalina no la dejó dormir la noche del viernes. El acontecimiento, ha añadido, es poco habitual, pero después de indagar en internet ha comprobado que no es la primera vez que una gasolinera acoge un alumbramiento.
López ha contado que la experiencia es “muy bonita, pero no muy recomendable”. Ni siquiera sus propios progenitores, que han vivido en distintos países, sobre todo porque su padre pertenecía a Médicos Sin Fronteras, habían sido testigos de un parto como el del viernes.
Aunque la pequeña ingresó en el hospital con hipotermia, porque el viernes corría el viento y tenían las puertas del coche abiertas, el padre del bebé y el vecino acudieron al día siguiente a la gasolinera para informar al personal de que la madre y su hija se encontraban en buen estado. Sara López, aliviada por que todo hubiera salido bien, ha manifestado que la niña "era preciosa" y que está deseando conocer su nombre.
ETIQUETAS