El mercurio marca este lunes -2 grados en Pamplona, pero la sensación térmica es de -7, según la
AEMET. ¿Por qué si las temperaturas mínimas no son más bajas de lo habitual sentimos mucho más frío? La respuesta, como canta Bob Dylan, está en el viento.
Javier M. Pejenaute Goñi, doctor en Geografía e Historia, especializado en climatología, explica que Navarra vive estos días un episodio de ola de frío, “un período de una semana de duración por lo menos, en que las temperaturas máximas se sitúan por debajo de los cinco grados y las mínimas alcanzan valores extremos”.
Pejenaute le añade el adjetivo de “siberiano”, porque “llegan a Navarra masas de aire continentales, el llamado expreso siberiano, especie de canal de aire frío, que, siguiendo la vía Rusia septentrional- Europa central- Francia, atraviesa los Pirineos y entra en el territorio foral”, detalla.
Aun así, Pejenaute recalca que lo extraordinario de esta ola de frío no es tanto lo que marca el mercurio, como su duración y la presencia de otro elemento atmosférico muy navarro: el viento.
“En estos eventos atmosféricos extremos, lo que expresa la magnitud, no son tanto las marcas extremas que se pueden llegar a alcanzar, sino la cantidad de días seguidos que dura el episodio. Y eso es lo que verdaderamente afecta a nuestra percepción del frío”, explica.
Y es que el cierzo “sopla con fuerza” y, “a la temperatura leída en el termómetro, se deben descontar bastantes grados, según la velocidad del viento, para obtener la verdaderamente sentida por el cuerpo, lo que llamamos sensación térmica”, añade.
Así por ejemplo, en la Ribera, comarca en la que el cierzo sopla con toda su fuerza, aunque la temperatura sea un poco menos fría que en otras comarcas, la mayor intensidad del cierzo da lugar a jornadas muy rigurosas en las zonas más expuestas a este viento.
Así pues, a pesar de que este lunes el mercurio ha oscilado entre los 0 y los 5 grados, la sensación ha bajado hasta los – 6 grados. Las rachas máximas de viento registradas han sido de 55 km/hora.
Del mismo mal, aunque en menor intensidad, sufre la comarca de Pamplona. Así, en la capital, donde las rachas de vientos máximas han alcanzado este lunes los 35 km/hora, la sensación térmica ha bajado hasta los -7 grados a pesar de que la temperatura registrada ha sido de entre -2 y 1 grado.
EL FRÍO, GENERALIZADO EN NAVARRA
Ningún rincón del territorio foral se libra de este gélido temporal. “El ambiente frío es muy intenso, sobre todo, en los valles pirenaicos; también en la Barranca, y en las cuencas de Pamplona y Lumbier-Aoiz. No se libran ni los normalmente más suaves valles cantábricos ni el más meridional y alejado valle del Ebro”, añade Pejenaute.
En Elizondo, por ejemplo, el termómetro ha oscilado entre los 0 y los 4 grados y sin embargo la sensación térmica no ha subido de 0 grados. Por su parte, en Lumbier, la temperatura registrada ha sido de entre -1 y 3 grados, y la sensación térmica ha bajado hasta -6.
Así pues, “al abrigarnos, no sólo debemos estar pendientes del termómetro, sino del viento, pues nos podemos encontrar con una temperatura de cinco grados al mediodía que con viento intenso puede dar lugar a una sensación térmica de bastantes grados bajo cero”, concluye Pejenaute.
PREVISIÓN MARTES 24 ENERO
PAMPLONA
Temperatura mínima y máxima: -2/6
Sensación térmica mínima y máxima: - 7/ - 2
TUDELA
Temperatura mínima y máxima: 0/6
Sensación térmica mínima y máxima: -6 / 2
SÁNGÜESA
Temperatura mínima y máxima: -2/7
Sensación térmica mínima y máxima: -6/3
ALSASUA
Temperatura mínima y máxima: -2/2
Sensación térmica mínima y máxima: -5/0
BAZTAN
Temperatura mínima y máxima: -3/4
Sensación térmica mínima y máxima: -3/3
ESTELLA
Temperatura mínima y máxima: -2/5
Sensación térmica mínima y máxima: -5/5
TAFALLA
Temperatura mínima y máxima: -2/4
Sensación térmica mínima y máxima:- 8/ - 2