SUCESOS
Dos heridos en un incendio en el edificio de un restaurante en Baríndano
El siniestro se produjo en la vivienda familiar anexa y no afectó al establecimiento
- R.A. BARÍNDANO
Los propietarios del conocido restaurante de Baríndano Casa Faustina, Ana Isabel Barrena Pérez y su marido, Alberto Arzoz Ábalos, resultaron ayer heridos leves en el incendio que se declaró en el mismo edificio en que se halla el establecimiento, aunque en la zona que corresponde a la casa familiar. Por tanto, el negocio no quedó afectado por las llamas.
El fuego se declaró en el exterior de la vivienda, en concreto en la terraza en la que Alberto Arzoz se encontraba haciendo unas reparaciones. "Ha saltado una chispa de soldadura que ha debido prender en un muñeco de espuma que teníamos en la terraza", relató ayer Ana Isabel Barrena. Las llamas se extendieron de forma muy rápida al quemarse el porche de madera que cubría parte de una terraza de 30 m2, que quedó completamente calcinada. Hacia las 10.30 horas se recibió el aviso de SOS Navarra que envió a tres dotaciones de bomberos de tres puntos distintos, Estella, Alsasua y Pamplona, ya que se desconocía la dimensión del incendio.
Esos instantes fueron angustiosos para el matrimonio, ya que estaban encerrados en la terraza, que estaba ardiendo y las llamas les impedían alcanzar la casa para salir por la puerta. "No veíamos salida. Hemos hecho todo tipo de maniobras, pero al final no nos ha quedado más remedio que saltar desde la terraza", explicó Barrena, conmocionada por la experiencia. La altura desde la que tuvieron que descender es considerable, unos cuatro metros.
En el colegio
Afortunadamente los dos hijos del matrimonio se encontraban en clase en el momento en que se declaró el fuego, por lo que sólo la pareja tuvo que escapar de la vivienda. Sin embargo, una mascota, un pequeño perro, se quedó en el interior del edificio. Una vez que el incendio se sofocó los bomberos pudieron recobrar el animal y devolvérselo a su aliviada dueña. Los equipos de extinción consiguieron controlar el fuego en poco más de media hora. De los tres equipos iniciales, el de Pamplona regresó a su origen al comprobarse que era suficiente con los efectivos de Estella y Alsasua. Cuando llegaron los bomberos, los propietarios ya habían conseguido salir del edificio y junto con los vecinos estaban tratando de atacar las llamas con una manguera doméstica. Pese a que la mayor parte del incendio tuvo lugar en el exterior del edificio, algunas estancias interiores quedaron afectadas y ennegrecidas por el humo.
Los daños no afectaron a la parte del edificio en la que está alojado el negocio un conocido restaurante para 70 comensales que abre los fines de semana y que se ha hecho popular gracias a su comida casera, raciones abundantes y los muchos platos que coloca en la mesa a un precio módico. Situado muy cerca también del principal foco de atracción turística del valle, el nacedero del Urederra, no es raro que haya largas listas de espera para conseguir mesa.
