Entre Lodosa y San Sebastián
Había nacido en Lodosa y a Lodosa regresaba cuando disponía de una oportunidad. Félix de Luis Morentin también estaba muy vindulado a San Sebastián donde trabajó como portero de fincas
- MARI PAZ GENER/ MICHELLE UNZUÉ . LODOSA/SAN SEBASTIÁN
HAbía nacido en Lodosa hace 74 años pero , avatares de la vida, el trabajo lo encontró en San Sebastián. "Siempre estuvo muy delicado de la espalda" recordaba ayer Teresa Romero Aragón, una amiga, y esa circunstancia le impedía trabajar en el campo. Por eso, Félix de Luis Morentin se trasladó a San Sebastián poco después de casarse con su esposa María Ángeles Aragón. El destino le puso al frente de una portería en el barrio donostiarra de Amara, en los números 17 y 15 de la avenida Carlos I y ahí se cosechó la segunda parte de su vida . El trabajo y la familia en San Sebastián, la fiesta y el disfrute en Lodosa. El corazón, entre dos residencias.
El matrimonio se instaló en la capital donostiarra. Allí tuvieron a sus dos hijos. Los hijos crecieron y les dieron dos nietas. Félix se jubiló y siguió en San Sebastián, pero se trasladó a Bidebieta-La Paz. Sin embargo mantenía su pasión por las fiestas "Venían siempre que podían a Lodosa. A Félix le gustaban las de ahora y las de las Angustias en septiembre. Sentía verdadera afición", relataba ayer Teresa Romero. En la localidad ribera, Félix de Luis residía el número 4 de la calle San Blas donde tenía una casa en el segundo piso. Además, disfrutaba de un txoko en una bajera donde reunía a los amigos. "Ayer mismo- por el lunes-, recordaba su amiga, estuvimos casi todo el día con él", añadió Teresa Romero. Tan vinculado estaba con el pueblo que en Lodosa le seguían llamando "Félix vicerreino" como recordaba ayer un familiar.
Tenía otras aficiones. La pelota era una de sus mayores pasiones. Había sido juez de cancha aunque últimamente ya no acudía a los frontones. Y el campo. "Podías pasarte toda la tarde hablando de los periodos se siembra, de cómo hay que cultivar las diferentes o cómo había que cuidarlas" rememorarba un familiar. "Nos daba lecciones sobre el agro o de caza, que también le encantaba. Era un hombre campechano, una persona sencilla y buena".
"Tenía mucha luz"
Su domicilio habitual era San Sebastián. Ayer en los números 15 y 17 de la calle Carlos I de San Sebastián reinaba el desconcierto. Félix fue conserje durante más de 35 años. Su labor dejó huella y no pasó desapercibida para sus vecinos, que sin distinción destacaron la bondad del fallecido. "Nos hemos quedado de piedra al conocer la noticia. Era una bellísima persona, un hombre siempre pendiente de la vecindad, hace dos o tres días estuvo con mi hijo Javier, le dijo que mi nieto se parecía mucho a él", señalaba consternada Agustina Aguilar Cerezo, de 75 años.
Otra vecina que mantuvo una estrecha relación con Félix y su mujer Mª Ángeles era Fátima Martínez Madrid. "En septiembre hará treinta años que le conocía, era muy cariñoso, a los niños del cole cercano les solía dar caramelos y a mi hijo discapacitado siempre le llamaba general. Cuando se iba la luz siempre nos ayudaba", recordaba. "Ponía a Lodosa por todo lo alto, se traía de allá espárragos y pimientos, a veces me daba y yo lo correspondía con una morcilla de Castilla. Tengo hasta vídeos de mis hijos con él, salen en los Super 8 que luego pasé a video", continuó. Ella, que se enteró de la desgracia a través de su marido, colocó en el portal un cartel que rezaba Ha fallecido Félix de Luis, antiguo conserje de esta comunidad. Víctima de accidente en Lodosa.
También mostraba su pesar el joven Mikel Leatxe, de 27 años, y que conocía al fallecido desde que tiene uso de razón. "Era la mejor persona que conozco. De pequeño siempre le preguntaba qué tiempo hacía, tengo muy buen recuerdo de él. Mi padre es de la Chantrea y nos llamaba navarros. Era una persona con mucha luz, muy amistosa. Nunca me han gustado los toros, pero es que ahora...", aseguraba con voz entrecortada.
Recordado como un gran amante de la pelota, era muy popular en establecimientos de la zona como el bar La Baita o la cafetería Olaeta. Allí tomaba un café consternada Conchi Fuertes, que no pudo evitar emocionarse al pensar en él. "Coincidimos en este barrio y también cuando se trasladó a la zona de Ayete. Cuando paseaba con mi padre, que iba en silla de ruedas, siempre me ayudaba. Estuve con él hace quince días, le habían operado de la espalda en marzo. Agosto era Lodosa para Félix, estaba muy a gusto con su cuadrilla. Su mujer me decía que hacía demasiado calor, pero agosto era Lodosa para Félix. Yo soy de la Real Sociedad y le chinchaba con Osasuna", explicaba.
Este hombre de barrio, de los de toda la vida, también frecuentaba el estanco Vergara. "Era un hombre alto, sanote, con mucho acento de la Ribera y siempre tenía algo que decir, no pasaba desapercibido. Venía mucho al estanco a comprar la lotería y era amigo de mi padre, también pelotari, juntos tomaban sus txikitosen el bar", decía el estanquero José Ignacio Vergara Esparza, mientras Maribel, su madre, concluía que Félix era "una persona muy querida en el barrio, entrañable". Los sobrinos de su mujer regentan muy cerca de este portal la autoescuela Aragón, aunque este periódico no pudo contactar con ellos por encontrarse el establecimiento cerrado.
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