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Desde los Países Bajos hasta Navarra: cómo recorrer 1.500 km para asistir a una boda
Cuando a Kees de Groot, un holandés de 58 años, su sobrino le invitó a la boda que este sábado celebrará con la navarra Patricia Ubago Senosiáin en Gorraiz pensó que tenía la excusa perfecta para esa gran ruta a pedales que había planificado

Publicado el 25/05/2023 a las 06:00
Es la una del mediodía de un miércoles de mayo en Pamplona. Una temperatura agradable invita a la gente a sentarse en las terrazas de los bares de la Plaza del Ayuntamiento, donde unos turistas se fotografían con la casa consistorial de fondo mientras otros curiosean el trozo del tablado del encierro que, durante todo el año, se deja puesto en el final de la cuesta de Santo Domingo. Y de pronto, un grupo empieza a aplaudir a una pareja de ciclistas que llega por Mercaderes. Incluso hasta les ponen una guirnalda de flores mientras la gente mira entre sonriente y sorprendida.
Ellos son los holandeses Kees de Groot y Marjan de Wit, de 58 y 52 años. A sus espaldas, bajo las ruedas, quedan 1.500 kilómetros y 22 días de viaje para llegar a la boda de su sobrino Henk Martens que este sábado se casa con la navarra Patricia Ubago Senosiáin en Gorraiz. Los novios les abrazan y a la suegra de Patricia, hermana de Kees, se le humedecen los ojos, mientras el resto del grupo, ese que aplaudía su llegada, les felicita o dan besos. Tres por cierto, uno más que aquí. “¿La vuelta? En bici, no, desde luego”, dice Henk, de 37 años y gestor de operaciones en el aeropuerto de Ámsterdam (Países Bajos, Holanda).
A Patricia no le extraña la decisión del tío de su pareja; esta profesora de inglés 36 años que vive en la capital neerlandeesa desde hace cinco afirma que los holandeses son gente muy aventurera. “Como decimos aquí, muy echados para adelante. Henk hizo la ruta que une Deba y Zumaia y me contó que de las cinco personas con las que se habían encontrado, tres eran de Holanda”.
Ellos también se conocieron de viaje en 2016, en Tailandia. “Él estaba con un amigo y yo iba sola con mi mochila para tres semanas. Y hasta hoy”, comenta Patricia. Ese hasta hoy es la boda a la que acudirán 63 holandeses, de los que diez irán a ver Osasuna. “Sí, les he hecho aficionados”, dice Henk. “Es ya más navarro que yo. Le encanta, sobre todo la chistorra”, añade ella. ¿Pero es que conocen la chistorra en Holanda? “No, no... de Navarra conocen poco. Sí de la costa Mediterránea, un lugar muy elegido para veranear en España. ¿San Fermín? Te hablan de los toros, pero también se confunden con la fiesta de la tomatina”, dicen.
CUATRO PAÍSES
Kees de Groot y su pareja Marjan de Wit, más que aficionados a la bici, son al senderismo o actividades en la naturaleza. Pero él llevaba un tiempo pensado que le apetecía cambiar un poco y hacer una gran ruta pedaleando y la boda fue la excusa perfecta. El recorrido no les ha defraudado. “Hemos pasado por Holanda, Bélgica, Francia y entramos a España a través del País Vasco”. Pamplona ya la conocían porque en marzo se desplazaron hasta la capital navarra para la degustación del menú de boda. Ahora han conocido otra cara de la ciudad, la xacobea, porque en su trayecto final han optado por coger el Camino de Santiago. De hecho, Marjan llevaba en su mochila transparente delantera la típica concha de peregrino. “Estamos muy emocionados porque no somos ciclistas. Cuando les hablamos a la familia de esta posibilidad nos animaron mucho. Tanto, que nos daba vergüenza echarnos atrás”, dicen entre risas. De lo que han podido ver durante su camino ha habido una ciudad que les ha llamado especialmente la atención, la francesa San Juan de Pie de Puerto, por cierto hermanada con Estella. Pero también hay piropos para Pamplona, un lugar que les encanta. “Pon también Roncesvalles, es precioso”, añade ella.
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