Meteorología
Camionero atrapado: "Qué angustia, el agua me llegaba a la mitad de la puerta del camión"
Yadir Mora, camionero de Elche, se ha visto atrapado por el agua en la Ciudad del Transporte

Actualizado el 31/05/2023 a las 23:13
Yadir Mora viajaba de Alicante a Inglaterra con fruta. Este miércoles por la mañana, la parada para dormir le ha tocado en la Ciudad del Transporte de Imárcoain y ha tenido que detener su vehículo durante nueve horas antes de seguir su trayecto. Pasadas las siete de la tarde, el ruido de una fuerte tormenta de granizo le ha despertado. "Me he asomado y caía muy fuerte", cuenta desde su cabina este camionero de 45 años, originario de Colombia.
El agua iba a más. Pero él no se podía mover, ya que tenía que cumplir con el descanso obligado que se registra en el tacógrafo. "Caía muy fuerte, pero yo no podía romper la pausa...".
Y mientras tanto, toda la explanada del área de servicio se iba llenando de agua. Como él, otra media docena de camiones de gran tonelaje se han visto atrapados por la inundación, que ha superado la altura de la rueda. "Qué angustia, ver que el agua llegaba a la mitad de la puerta y no poder moverte... Así hora y media".
Un cuarto de hora antes de las nueve de la noche, ha podido arrancar el camión y, con la pausa ya completada, ha podido continuar con la marcha. "En el año que llevo de camionero, no me había pasado nada igual". Por delante, otras nueve horas de conducción.

DAÑOS EN LAS ÁREAS DE SERVICIO
Mientras él reanudaba la marcha, en las áreas de servicio norte y sur de la autopista AP-15 se afanaban por limpiar los desperfectos causado por el agua. “El agua ha empezado a caer sobre el mostrador y la caja registradora, ha habido placas que se han caído del techo y las trabajadoras me han llamado atacadas, porque así no se podía trabajar. Había gente, pero hemos tenido que cerrar”, contaba uno de los tres socios que tienen arrendadas las dos áreas, Mohamed Talhaoui, pamplonés padre de dos mellizos que lleva 18 años trabajando en estas áreas, los tres últimos como socio. Talhaoui se quejaba de que no es la primera vez que el agua entra en las instalaciones del restaurante y causa daños. “Y nadie se hace cargo, siempre es igual...”, se lamentaba.

El restaurante quedó rodeado por el agua, y las empleadas no podían salir de él. Cuando el embalsamiento bajó, quedaron al descubierto los daños eléctricos y de daños en los techos. “Vamos a hacer un esfuerzo para abrir”, expresaba pasadas las diez de la noche. El área norte sí que abrirá este jueves, tras la limpieza de ayer, pero la sur estará cerrada por los desperfectos.