Informe
Elorz teme que la Ciudad del Transporte agrave los efectos de las riadas
Elorz encarga un informe, Guerendiáin y Torres alertan de que las escorrentías han cambiado y Nasuvinsa dice que se cegó una tubería

- C.A.M.
El agua corriendo como ríos por las calles de la Ciudad del Transporte, y del concejo de Imárcoain, regatas desbordadas en unos instantes, algunas naves y bajeras inundadas y camiones atrapados en el agua. Las escenas del miércoles tras la tormenta que dejó 77 litros por metro cuadrado en puntos del valle de Elorz como Guerendiáin dio paso a la preocupación en pueblos como Guerendiáin e Imárcoain. También en el Ayuntamiento de Noáin (Valle de Elorz), que ha pedido un informe para corroborar lo ocurrido. En la cabeza de algunos munícipes está la idea de que no sólo fue efecto de la tromba de grandes dimensiones en apenas unos minutos. No les quitan la idea de que el diseño de la ampliación de la Ciudada del Transporte ha agrandado los efectos. En Nasuvinsa, a la que llamaron desde el concejo de Guerendiáin y el Consistorio de Noáin (Valle de Elorz), indican que funcionaron las instalaciones como el canal y la balsa de decantación. Lo atribuyen a que una tubería estaba cegada.
César Sarasate Ruiz, recién elegido presidente del concejo de Guerendiáin, dedicó este jueves horas de la mañana a repasar lo que había pasado. Corroboró, dijo, lo que temían y advirtieron durante las obras y cuando en febrero se reunieron con Nasuvinsa. “Al final son miles de metros y el agua que cae tiene que salir de alguna manera y no parece que funcione lo hecho. Y también en Imárcoain, que en su día, tras problemas en otras fases, se desvió con un tubo al río Elorz. Pero ahora han vuelto”, reflexionó. Juan Eseverri, del concejo de Imárcoain, constataba que la urbanización de la zona y la desaparición de tierras de labor ha modificado escorrentías y ha reducido el tiempo de llenado de regatas. “Y eso sin haber asfaltado todavía. Veremos después. Y con las naves”, augura Sarasate.
Una urbanización para la futura planta de residuos
La ampliación de la cuarta fase se adelantó ante los planes de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona para construir la planta de tratamiento de residuos en una parcela adquirida a Nasuvinsa. Las obras de urbanización comenzaron en 2011 y a principios de 2022 una sentencia anuló la tramitación llevada a cabo. Con las obras ya en marcha. Con más de 200.000 metros cuadrados, además del también llamado centro ambiental donde se tratarán los residuos orgánicos y del contenedor de papel o del de resto, ese suelo se ha barajado para la planta de baterías de automóviles. Todavía no se han podido retomar los trabajos, pero el camino perimetral presenta algunos daños.