Arte y Ruralidad
Un río bajo un manto de 120 m de plástico en Ochagavía
Ochagavía acogió el pasado fin de semana la culminación de una actividad participativa del programa ‘Landarte’, que también llegó a Orbaizeta

Actualizado el 23/06/2017 a las 11:35
Era domingo, 18 de junio de 2017, en torno a la una de la tarde, y de repente el agua del río Anduña desapareció a su paso por Ochagavía bajo un manto de plástico blanco. Cientos y cientos de bolsas trenzadas, conformando una superficie de 120 metros de largo y 10 de ancho. Una curiosa escena que dejó perplejos a muchos, y que era la culminación de un trabajo colectivo desarrollado dentro del programa de arte y ruralidad de Navarra ‘Landarte’, promovido desde el Gobierno foral y participado por la población local.
Todo había comenzado tiempo atrás, ya a comienzos de la primavera, y de la mano de la artista Alicia Otaegui. Ayudada por vecinos, escolares, mayores de la residencia... se fue conformando el manto de plástico que acabó en el río. Este proyecto, como expresión artística, se denominó ‘Nieve de verano’, pues recordaba al río helado y nevado del invierno.
“Ya había trabajado con bolsas y en este caso quería trabajarlas desde el tejido”, aseguraba Alicia Otaegui en una de las jornadas previas en las que enseñaba a vecinos a cómo trenzarlas para conseguir el manto final.
“El resultado ha sido muy curioso. Y el manto va a seguir sobre el río un mes para el que lo quiera ver. Luego podría reutilizarse para hacer toldos con los que dar sombra a la calle, hacer un gran muñeco de nieve y acabar reciclando el material”, destaca el alcalde de Ochagavía, Juan Manuel Tohane, quien destaca que “el mayor papel se lo han llevado los mayores de la residencia”, labor que de hecho será presentada a un concurso a nivel nacional sobre actividades en residencias.
Junto a los cromlech
Por su parte, y también en el Pirineo, el programa ‘Landarte’ recaló el sábado en Orbaizeta. Allí se presentó el espectáculo ‘Los cuatro elementos: agua, tierra, aire y fuego’ a cargo de los artistas Maite Itoiz, John Kelly y Nicolas Alba, que contaron con la colaboración de habitantes del valle de Aezkoa.
Fue un montaje multidisciplinar con un repertorio popular euskaldun acompañado de música en directo, danza, narraciones, escultura, escenografía, performance y audiovisuales, todo con un toque contemporáneo. También contó con talleres participativos en meses previos.
Hubo dos sesiones. El primer pase, al mediodía, fue especial por su ubicación, junto a los cromlech del Alto de Azpegi, y se planteó como un “homenaje a la madre Tierra”. Itoiz, Kelly y Alba estuvieron acompañados por un coro de unos treinta vecinos y un cuerpo de baile de ocho personas, también de la zona, dirigidos por el artista OMKAR, que desarrolló un taller de danzas rituales. En el entorno había intervenido Nicolás Alba, artista del hierro, creando elementos escenográficos.
Ya a las 21.30 horas se desarrolló el segundo pase del espectáculo, en este caso en el conjunto de la Real Fábrica de Armas de Orbaizeta y en un escenario de 120 m2 con diversas alturas. Esta función contó con una puesta en escena “a la italiana” y audiovisuales creados por vecinos que se proyectaron sobre la fachada de la iglesia.
“La gente se ha implicado mucho y el resultado fue estupendo. Hubo mucho público y es de agradecer que se organicen actividades así en zonas rurales, esperemos que continúe la línea”, sentenció Félix Jamar, presidente de la Junta General del valle de Aezkoa.
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