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Patrimonio

El 'renacer' de los hornos de la Fábrica de armas de Orbaizeta

El que era el ‘corazón’ de este recinto fabril ha sido reconstruido por el Gobierno de Navarra

Ampliar Imágenes del estado en el que ha quedado la Fábrica de Armas de Orbaizeta tras su restauración
Imágenes del estado en el que ha quedado la Fábrica de Armas de Orbaizeta tras su restauración
Actualizado el 26/03/2021 a las 10:47
“Emociona ver el resultado. Cuando empezamos a trabajar aquí, allá por 1986, era todo derrumbes, escombro, maleza... Una selva”. La arqueóloga Ana Carmen Sánchez Delgado encabezó las primeras prospecciones del Gobierno de Navarra en la Fábrica de armas de Orbaizeta de cara a poner en valor este enclave donde, especialmente en el siglo XIX, se fabricaba munición para los ejércitos de la Corona. “Entre 1986 y 1991 pasaron por aquí más de 450 jóvenes de voluntariado internacional que colaboraron en las excavaciones arqueológicas y la limpieza. Y ahora, tras décadas en las que apenas se han realizado consolidaciones de muros o se han colocado carteles, ha llegado la primera intervención de calado”, aseguraba este jueves a la sombra de un ‘nuevo’ edificio de 16 metros de altura, dentro de la citada fábrica, que sorprenderá al visitante habitual. Y es que, entre 2018 y 2020, el Ejecutivo ha impulsado la reconstrucción del edificio de hornos, el considerado como el ‘corazón’ de aquella instalación.

El Servicio de Patrimonio Histórico de la Dirección General de Cultura ‘Institución Príncipe de Viana’ ha invertido unos 800.000 euros en tres fases de obra ejecutadas por Construcciones Leache de Aoiz. Entregó ayer las llaves del edificio a la Junta del Valle de Aezkoa, titular del conjunto, que ahora podrá permitir el acceso libre turístico a este entorno ya asegurado, pudiendo celebrarse además visitas guiadas. Se colocarán paneles informativos.

Autoridades locales y forales, con la consejera de Cultura, Rebeca Esnaola, a la cabeza, se dieron cita allí para conocer la rehabilitación, dirigida por el arquitecto de Príncipe de Viana Javier Sancho. “Los hornos estaban a punto de desmoronarse, el acceso estaba vallado pero la gente se colaba y había peligro. El conjunto es Bien de Interés Cultural (BIC) y se apostó finalmente por intervenir en esta parte tan significativa”, expuso.

Este edificio de hornos (existe otro en la fábrica) presenta una altura de 16 m sobre cimientos (hasta ahora, era de apenas 8) y una planta de 8,30 por 16,10 m. Posee en su interior dos espacios de 4 por 4 m que lo recorren de arriba abajo, y dentro de los cuales quedaban los hornos de San José y Santiago. “Por arriba (chimenea) se vertía mineral de hierro, carbón vegetal y cal, y por abajo (crisol, hogar y camisa), tras la combustión, se obtenía el hierro fundido y se sacaban las escorias”, explicó Paco Labé, arqueólogo que ha colaborado en el proyecto.

Por fases

El primer año de obra, tras unas labores de desbroce y levantamiento de planos, se desmontó una chimenea y parte de la segunda. El segundo año se acabó de desmontar la chimenea que faltaba y se reconstruyó el edificio, consolidando los arcos por fuera y levantando muros “conforme a un plano que se conserva y fotografías de principios del siglo XX del Marqués de Santa María del Villar”. Se reaprovechó parte de la piedra existente y se colocó una cubierta metálica.

Ya en la tercera fase, se acondicionó el ‘canal de ruedas’ (hacía girar con agua las norias que movían los fuelles), se restauraron el ‘hogar’ de los hornos y las embocaduras, se asentaron las cumbreras de los muros del entorno, y se creó una pasarela de acceso a la parte alta desde la zona de carboneras.

La Real Fábrica de Municiones de Orbaizeta se fundó en 1784 y estuvo activa hasta 1884. “Los hornos funcionaban en campañas de 3 años. Una vez encendido uno, no se apagaba, y entretanto se reparaba el otro”, apuntaba Ana Carmen Sánchez. “En esta fábrica había 4 hornos en total. Una pareja producía munición para la defensa de la Península, y la otra para las Américas”, indicó. En el entorno de los hornos ahora restaurados ha quedado una explanada. “Aquí se fabricaba, en moldes, la munición con el hierro fundido”, dijo.

El presidente de la Junta de Aezkoa, Karlos Bueno, valoró que “una vez quitado el peligro y adecentado el espacio, se abrirá al público la zona de los hornos”. “Es un plus poder entrar dentro del recinto de la fábrica y entender mejor, de la mano de esta restauración, cómo funcionaba todo”, indicó.

La Junta trabaja asimismo para activar en este lugar, en el antiguo Palacio ya reformado, un centro de acogida de visitantes bautizado como ‘Kultur Ola’. “Querríamos abrir este verano, pero nos falta el bar-cafetería, y estamos viendo las posibles ayudas”, dijo. Contará también con un punto de información turístico, una sala de cultura, y exposiciones sobre el valle, Irati, la fábrica de armas y los trabajos en el bosque.
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