Reforma
La ermita de Irati se cubre de tablillas
Esta semana ha comenzado el proceso de colocación de las 7.500 piezas elaboradas manualmente por un grupo de artesanos de la zona. Una acción popular iniciada hace año y medio que se enmarca en una obra de restauración del templo pirenaico

Publicado el 31/07/2021 a las 06:00
"No sabemos cuánto tiempo nos va a llevar colocarlas todas. Esto es algo nuevo para nosotros, un reto. Pero estamos bien asesorados”. Ernesto Contín Carlosena, socio de la empresa Construcciones Orhipean de Ochagavía, y Pablo Eseverri Barace, carpintero de la misma, coordinaban este jueves las labores de reforma que se llevan a cabo desde mediados de mes en la ermita de la Virgen de las Nieves de la Selva de Irati. Una obra impulsada a nivel popular por vecinos de los valles de Irati, tanto navarros como franceses, que ha encontrado el apoyo de decenas de personas, instituciones y empresas, y que si algo tiene de singular es que el remate de la cubierta se realiza “a la antigua usanza”. Concretamente, colocando manualmente, una a una, cerca de 7.500 tablillas de madera de haya a modo de tejas. Unas piezas elaboradas por un grupo de veteranos artesanos de la zona que también se están encargando de guiar a las nuevas generaciones en el mejor modo de colocarlas.
“Hemos recuperado un oficio perdido”, valoraba Javier Goicoa Juango, natural de Orbaizeta y de 73 años, encargado de liderar al equipo de artesanos de Salazar y Aezkoa que, en enero de 2020, comenzó el proceso de elaboración de tablillas en Irati con la tala de un lote de hayas cedido por la Junta de Salazar. Meses después se trocearon a la medida deseada y se dejaron secar en pleno monte. Un trabajo para el que Goicoa rescató conocimientos que albergaba en su memoria, dado que en su juventud llegó a elaborar tejados de tablillas. “De eso hacía 50 años, pero fue empezar y salió la cosa bien”.
En este grupo también participa Jesús Mª Larrañeta Elizondo, de 75 años y de Orbaizeta, con experiencia en la materia. “En los años 60 puse con mi padre un tejado de estos en la Fábrica de Armas de Orbaizeta y aún permanece. La parte que da al exterior, lógicamente deteriorada, pero la interior casi perfecta”, indicó. Lo completan Bernardo Landa Esarte, Martín Landa Compains e Isaac Juanco Goñi, de Ochagavía; así como Pío Sarriés Martínez, de Izal.
EL PROCESO
Este jueves se colocaron las primeras tablillas sobre la cubierta. “Antaño se agujereaba cada una con un berbiquí, se insertaban clavijas de madera y se colocaban como un puzzle sobre la estructura base de la cubierta. Ahora, lo único que cambia es que en vez de clavijas les ponemos un tirafondo”, indicaba Goicoa.
Como entonces, se han clavado a la estructura las tablillas de los extremos, y ya sobre ellas se van colocando el resto. “Al no ser totalmente simétricas en su grosor, pues se han cortado como gajos en el tronco, se coloca el borde ancho de la tablilla junto al borde estrecho de la siguiente. Así, al poner luego la fila superior, se generan más puntos de apoyo y, lo más importante, se crea espacio para la ventilación, favoreciendo su conservación”, expusieron Goicoa y Larrañeta. “Además, para decidir la posición en vertical de la tablilla hay que buscar la ‘contra veta’, que ayuda a que el agua o la nieve corran hacia abajo”. Resaltaron asimismo que “los tejados de tablillas suponían un sistema aislante térmico de primera”.
El que ahora se ha retirado se cree que es el tercero de este tipo colocado en la ermita desde su inauguración en 1954. “Eran tablillas de roble de la zona de Garralda y Oroz. Estaban muy podridas por arriba y por abajo. Creemos que porque se clavaron demasiado, en dos puntos cada una, lo que no permitía que se aireara bien”. Las ahora colocadas, “bien maduradas (pesan un 40% menos que cuando se cortaron al haber perdido la humedad)”, se calcula que puedan aguantar “40 o 50 años”.
Estos artesanos también están mostrando su labor en distintas exhibiciones. Tras hacerlo en Tudela, estarán presentes en agosto en Burguete (día 14), Mauleón (15), Aribe (22) y Ezcároz (26). Además, están documentando todo el proceso por escrito, y protagonizarán un documental coproducido por el Servicio de Museos del Gobierno de Navarra y la productora Pyrene, de Eugenio Monesma.
OBRA COMPLETA
Pero no toda la obra que se acomete en la ermita de Irati se centra en renovar las tablillas. Hay mucho más. “Existía el doble problema de que empezaba a entrar agua por el tejado y de que la humedad, por una escorrentía, afectaba a la cimentación en la parte del ábside”, indicó Pablo Torres Ruiz, mayordomo en funciones de la hermandad de la ermita que, al hilo de esta obra, se aspira a recomponer.
Así, se ha renovado ya buena parte de la estructura de madera de la cubierta, y se ha añadido internamente una lona impermeabilizante. Asimismo, se está reconstruyendo la espadaña para recolocar la campana. Tras colocarse las tablillas, se intervendrá en zonas dañadas de las fachadas, se prevé renovar el abombado suelo de madera del interior por otro de cerámica, y colocar un drenaje exterior en la parte trasera. Todo con la supervisión del arquitecto colaborador del arzobispado Xavier Chérrez (la ermita pertenece a la parroquia de Ochagavía).
Con un coste de 60.000 euros, esta primera fase de la obra se prolongará hasta mediados de septiembre. Los promotores han logrado reunir ya 36.000 euros (12.000 aportados por el Arzobispado, 10.000 por la Fundación Fuentes Dutor, y 14.000 de voluntarios, empresas y benefactores). Siguen recabando apoyos en la web www.virgendeirati.com con la campaña ‘Apadrina una tablilla’ y buscan socios para la hermandad. En una segunda fase se rehabilitaría el interior, con frescos del matrimonio Lozano-Bartolozzi.
“Es una alegría ver este proyecto en marcha, algo posible gracias a la unión de muchas personas e instituciones”, sentenció Torres. Está previsto celebrar el domingo 8 de agosto la tradicional romería, con misa a las 12.00 en el exterior, donde “se informará de todo”.