Historia
El tratado de paz más antiguo de Europa
'El Tributo de las Tres Vacas' entre pueblos del Valle del Roncal y el Valle de Baretous (Francia) cumple 647 años de vigencia
- Ainhoa Briceño
Tres vacas, dos valles y un tratado. El pasado 13 de julio se conmemoró el 647 aniversario del ‘Tributo de las Tres Vacas’ , que reunió a cientos de navarros y franceses en la frontera entre el Valle del Roncal y el Valle de Baretous (Francia).
Se trata del acuerdo más antiguo de Europa que se firmó en 1375 y puso fin a la disputa entre roncaleses y baretonenses por los territorios para que las vacas pastasen. De este modo, el ganado podía entrar en el territorio navarro a cambio del tributo de tres de estos animales con el mismo pelaje, cornaje y astaje.
En el acto simbólico han estado presentes representantes de ambos territorios, incluyendo la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite.
UNA TRADICIÓN QUE NO TIENE FIN
Este tratado se ha firmado cada 13 de julio durante siglos ininterrumpidamente, salvo en dos ocasiones: una de ellas durante la Segunda Guerra Mundial con la invasión nazi. Roncaleses y baretonenses se vistieron con sus trajes regionales para conmemorar el acto folclórico. Según ha explicado la pareja roncalesa Lucía Salvador (Burgui) y Rafael Irigari (Barañáin), la vestimenta distingue a las figuras y su estado civil: “En el caso de las chicas, el lazo a la derecha significa que estás casada y si está en la izquierda, soltera”.
Además, por primera vez el nuevo Secretario de la Junta General del Valle del Roncal, Asier Gil, ha leído el acta tras 40 años de labor de Marcelino Landa. Aunque la jornada ha estado marcada por un calor sofocante, cientos de franceses y navarros se han acercado a lo que Gil definió como “una fiesta para mantener una relación y volver a juntar a ambos lados”.
SOL, PICOTEO Y FRATERNIDAD
El tributo se ha firmado en el punto de la Piedra de San Martín, situado en el collado de Ernaz justo en la frontera entre Francia y España. Tras el juramento de los pastores al grito de ‘Pax Avant’, se ha procedido a la tasación de las vacas, ya que desde hace años se entrega su valor en dinero en vez de a los propios animales.
Para finalizar, los asistentes han disfrutado de un picoteo con productos típicos de la zona y música. Felipe Etxeberría, de Bilbao, se encuentra de vacaciones en Zubiri junto a su familia y ha decidido acercarse al acto: “Ya había oído hablar del tributo porque es muy conocido en Vizcaya, y ha sido muy interesante”.