El ‘Dictamen final sobre la seguridad de las obras del recrecimiento de la presa de
Yesa, con atención especial a la ladera derecha’ concluye que
la citada ladera “tiene estabilidad suficiente para poner en servicio las presas adyacentes a la misma”, si bien se reconocen asimismo “incertidumbres” e “incógnitas” aún sin despejar en torno a la seguridad, y recomienda aplicar mejoras de contención y drenaje.
Así lo afirma este documento encargado por el
Gobierno de España al Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
Debía ofrecer una voz independiente, analizando diversos informes previos elaborados por técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que ejecuta las obras de recrecimiento, y del Gobierno de Navarra, alguno de los cuales señalaba “incertidumbres”.
“Ha de seguirse un protocolo de llenado y vaciado que, junto con una instrumentación adecuada, permita el seguimiento preciso del comportamiento del conjunto de presas y ladera, y señale la conveniencia, o no, de introducir modificaciones en el proceso o proceder a medidas de refuerzo y prevención”, sentencia el Dictamen.
Un documento de 637 páginas que analiza materias como la geología y geomorfología, climatología, hidrogeología, sismicidad, auscultaciones o estabilidad en torno la ladera derecha sobre la que se apoya la presa original, ante la cual se construye una nueva para recrecer el embalse. Esta ladera registró un importante deslizamiento entre 2012 y 2013, obligando a desalojar decenas de viviendas y a ejecutar millonarias obras de estabilización.
Asegura este Dictamen que comparte la apreciación de los informes de la CHE y de sus asistencias técnicas de que “la situación actual de paralización del movimiento global de la ladera no impide que puedan existir en un futuro movimientos locales puntuales”.
Es por eso que se analizan las medidas de mejora en cuanto a contención y drenaje que ya plantea la CHE, aportándose propuestas adicionales y alternativas. Y dada la “gran cantidad de incógnitas” que se ven para calcular un coeficiente de seguridad, se destaca que “la única comprobación posible se basa en el seguimiento del comportamiento de la ladera y de las presas, con una puesta en servicio controlada”.
Un informe ‘desaparecido’ fechado en abril de 2021
En abril de 2021 está fechado el ‘Dictamen final sobre la seguridad de las obras de Yesa’, pero hasta septiembre de 2022 no se han podido saber sus conclusiones. Ni quien lo encargó (Gobierno de España) ni quien lo recibió (CHE y
Gobierno de Navarra) lo han dado a conocer a la ciudadanía, pese a estar
llamado a aclarar dudas sobre el proyecto. Es más. El Ministerio para la Transición Ecológica aseguraba haberlo aportado a estas entidades en junio de 2021, pero
el Ejecutivo foral afirmaba en abril de 2022 no haberlo recibido.
Este martes, el senador
Koldo Martínez (
Geroa Bai) y la diputada
Bel Pozueta (
EH Bildu) confirmaban haber tenido por fin acceso al documento. El primero mostraba su
“preocupación” al plantear “incertidumbres” y esperaba “algo más de rotundidad”. Pozueta criticaba que las instituciones lo hayan ocultado más de un año.
Ambos recibían este 15 de septiembre una respuesta del Gobierno de España que reconocía que el pasado 22 de julio se remitió al Ejecutivo foral el informe. El vicepresidente José Mª Aierdi confirmaba este miércoles la recepción el 25 de julio, y aseguraba que se está estudiando “con detalle”. “El dictamen considera que son correctos los estándares y que hay estabilidad suficiente. El Gobierno tiene la responsabilidad de que sus técnicos lo analicen y puedan confirmarlo”.
ALGUNAS CONCLUSIONES
1 El proyecto de recrecimiento de la presa de Yesa redactado por la CHE puede considerarse correcto y de acuerdo con los estándares habituales. El hecho de producirse movimientos en la ladera derecha de la cerrada al realizar excavaciones para encajar el estribo era difícilmente previsible, al menos en la magnitud del evento. Concurrieron unas circunstancias pluviométricas muy adversas.
2 Se han encontrado importantes dificultades para definir la geología y estructura de las capas involucradas en los movimientos de la ladera, sobre todo al intentar compatibilizar los datos de los numerosos sondeos efectuados.
3 En cuanto a la climatología, Yesa es un lugar donde las fluctuaciones de temperatura y precipitación son frecuentes. Mención especial merece el episodio lluvioso que comienza en octubre de 2012. Se conocen 6 años previos en los que se superaron los 300 mm en 31 días, pero en ninguno se produjo una desestabilización de la ladera.
4 Sobre hidrogeología, en la ladera derecha existe una superficie piezométrica general, correspondiente a un acuífero asociado al Flysch, que tiene su base en el contacto con las Margas de Pamplona. La presencia de una zona saturada en la ladera es un factor que contribuye a su inestabilidad.
5 En materia de sismicidad, se coincide con el informe de Geoconsult de 2020 en que “incluso en el marco de las mayores aceleraciones previstas se puede seguir garantizando la seguridad de presa y ladera”.
6 En cuanto a los análisis de estabilidad, es realmente escaso el número de ensayos relativos a la resistencia al corte de los materiales involucrados en los deslizamientos observados.
7 Se reconoce la incertidumbre respecto a las condiciones hidrogeológicas al tratar de coordinar estudios previos.
8 Ante las dudas sobre los niveles freáticos, está poco justificada la simplificación de utilizar un parámetro general.
9 Dada la incertidumbre sobre los factores que influyen en la estabilidad, resulta muy difícil demostrar que las condiciones actuales quedan por encima de un factor de seguridad aceptable.
10 La gran cantidad de incógnitas hacen poco fiable cualquier cálculo para obtener un coeficiente de seguridad. La única comprobación posible se basa en el seguimiento del comportamiento de ladera y presas.