Inundaciones
El barranco que desagua en la residencia de monjas de Artieda: "Esto no nos había pasado nunca"
Un torrente de agua y barro anegó el domingo toda la planta baja del edificio de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, con 40 religiosas. Es la segunda inundación importante en 3 meses

Actualizado el 18/09/2023 a las 21:00
A pesar de que los bomberos de Sangüesa se pasaron toda la tarde de este lunes 18 de septiembre trabajando para minimizar los daños, una capa de 10 centímetros de barro anegaba este domingo el firme de la planta baja de la residencia de monjas ancianas y retiradas Hermanas de la Caridad de Santa Ana de Artieda, edificio donde residen 40 religiosas de la congregación de las Hijas de la Caridad, que resultó afectado por las lluvias torrenciales y donde fue a parar agua, barro y piedras desde un barranco cercano.
Ya en la mañana de este lunes, una de ellas atendía por teléfono, con visible enfado por ser la segunda ocasión que sufren daños importantes por la entrada de agua en tres meses.
“Yo llevo aquí un montón de años y esto no nos había pasado nunca. Dos veces en tres meses. Primero en julio y ahora en septiembre. Todo por un barranco que desemboca aquí y lo que arrastra, nos entra”, explicaba.
Las intensas precipitaciones del domingo provocaron varias incidencias en toda la zona oriental de la Comunidad foral y entre ellas estuvo la entrada de agua en el convento. Según relataba esta religiosa, los daños se concentraban en toda la parte baja del edificio, donde se sitúan el garaje, la despensa con las cámaras o el albergue juvenil.
También llegó hasta el ascensor, con agua en el foso, y que ha quedado inutilizado hasta que lo revisen los técnicos, que iban a ir a verlo de urgencia. “Somos todas mayores y lo necesitamos”.
Sí quiso agradecer el esfuerzo y dedicación de los bomberos, que llegaron “muy pronto” y trabajaron durante horas en el lugar. “Les llamamos para las 16 horas y en un cuarto de hora estaban aquí, con un camión y una camioneta, y se quedaron toda la tarde”. “Es mucho disgusto, sobre todo porque no sé si los daños podrían ser menores en caso de que se pudiera limpiar el barranco”, reflexionaba.