Navarra en fiestas
Pasión lodosana en el chupinazo
Tras dos años de espera, el municipio ha vuelto a conmemorar a sus patrones San Emeterio y San Celedonio
- Ainhoa Briceño
“Después de dos años de pandemia, Lodosa recupera sus fiestas. ¡La calle es nuestra!”. Así ha abierto la alcaldesa de la localidad, Lourdes San Miguel, el lanzamiento del chupinazo inaugurador. Con la plaza a rebosar, ella ha sido la encargada este viernes de prender la chispa al cohete, siendo sus primeras fiestas como alcaldesa además de salir de cuentas en menos de 15 días para ser madre.
La propuesta llegó por parte de su grupo y ella aceptó ilusionada. “Tras la pandemia afrontamos las fiestas con muchas más ganas. Volver a retomar la actividad social y ver al pueblo como era antes, es un orgullo muy grande”, ha declarado San Miguel. El programa de este año se mantiene como en jornadas anteriores al igual que el presupuesto, de poco más de cien mil euros. Uno de los eventos más esperados es el del próximo lunes, un concierto gratuito de Huecco. La actuación que estaba prevista para 2020 pero no pudo celebrarse por la pandemia.
La responsable política inició su legislatura en marzo de 2021, y ahora después de un año, afronta sus primeras fiestas a punto de dar a luz. San Miguel confía en que todo saldrá bien y que serán unos días inolvidables: “La gente tiene muchas ganas de fiesta, pero también es responsable y nos lo ha demostrado en otros días, como en la romería”.

Media hora antes del momento, se ha repartido a los vecinos el zurracapote, elaborado de forma tradicional y servido junto al ayuntamiento por la sociedad gastronómica ‘La Soga’.
Bajo un cielo soleado, los lodosanos y lodosanas más jóvenes han recibido las fiestas empapándose en vino mientras seguían la charanga al son del Riau Riau. Nahia Alonso y su cuadrilla de amigas estaban entre la multitud minutos antes del lanzamiento: “Hemos echado de menos el ambiente”, han contado. Por su parte, las familias han recorrido las calles del pueblo siguiendo a la comparsa de los gigantes y cabezudos. Javier Martínez se alegra de que hayan vuelto las fiestas, bromeando sobre que sus dos hijos, de 10 y 13 años, “ya se estaban olvidando de lo que es”.
Pero la opinión popular es la misma: esto es solo un calentamiento para la celebración más grande de Lodosa. El toro con soga llegará en septiembre y hará vibrar tanto a lodosanos como a vecinos de otros pueblos cercanos. El orgullo festivo no ha podido esperar y se vive desde el pasado jueves, cuando los jóvenes organizaron un día de prefiestas.
Tras una vida entera viviendo en el municipio, a sus 99 años Rosario Rosano no ha querido perderse la ocasión y ha asistido al chupinazo. A punto de cumplir un siglo, se siente orgullosa de poder ver a pequeños y mayores volver a disfrutar como antes.
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