Urbanismo
Fin del paseo fluvial de Estella con obra bajo el puente Fortunato Aguirre
Iluminación y limpieza para el paso entre el final del actual trayecto en Espoz y Mina hasta el aparcamiento frente al Santo Sepulcro

Publicado el 11/12/2022 a las 06:00
Quizá no sea la actuación más vistosa del paseo fluvial del barrio San Miguel de Estella pero sí la más demandada por sus vecinos, en especial de los residentes de la plaza Espoz y Mina y alrededores. El recorrido junto al río Ega que parte a la altura de la desembocadura de la calleja de Chapitel hasta la altura del tanatorio San Miguel en Espoz y Mina serpentea por un paisaje fluvial, con el río encajonado entre arte como la plateresca Casa de Cultura Ruiz de Alda, el renacentista palacio de los Eguía donde se alojó la Biblioteca pública José María Lacarra o el Museo Carlista, el antiguo Palacio del Gobernador cuya arquitectura se inspiró en la de los Austrias de Madrid.
Y cuando este paisaje urbano y natural que discurre a la izquierda aguas bajo del Ega pone el punto final para el peatón, lo deja a los pies del puente de Fortunato Aguirre, que salva el río Ega para que discurra encima la NA-1110. Y abajo, un paso que une ese trayecto fluvial con el aparcamiento frente al la iglesia gótica del Santo Sepulcro. Del estacionamiento parte una pasarela que comunica con la explanada que enmarca la antigua iglesia y delimitan los restos de los muros de lo que fue la muralla así como su torreón fluvial. Y el peatón puede, de nuevo, retomar el hilo con el Ega y el pasado artístico de la ciudad.
Pero ese paso bajo el puente, que se encajona entre pilares de hormigón y sin ningún valor artístico sí tiene otro tipo de importancia para los residentes de la zona. Y es que les evita cruzar por la NA-1110 para llegar al estacionamiento y a la pasarela hasta el Santo Sepulcro. Pueden hacerlo a unos 100 metros desde el final de las casas de la plaza por un paso de cebra semaforizado. Pero se acorta por debajo del puente;sólo diez metros para llegar al mismo punto.
“El problema es que esos diez metros tienen una pendiente muy fuerte, son de tierra, sin apenas luz y hay excrementos de perros junto a otras suciedades”, describe el concejal de Servicios, Jorge Crespo (no adscrito). Además de, en ocasiones, jeringuillas. Por eso desde su área municipal darán continuidad al paseo fluvial por este lugar para, añade Crespo, terminar o al menos intentarlo, con un punto negro muy criticado por el vecindario del barrio San Miguel.
La obra tiene una consignación económica de unos 5.000 euros y ya está encargada a la firma que, estos días, repara los baños de la plaza de toros. “En cuanto terminen, empezarán con los trabajos del paseo fluvial”, avanza Crespo. Y será el punto final para el corredor junto al Ega. “Lo bonito hubiera sido conectarlo desde el bar Che, pero invadía el río, lo que hubiera exigido unas licencias casi imposibles de conseguir”.
ILUMINACIÓN DE LOS 300 METROS DE PASEO
Fue en 2018 cuando se hizo la primera actuación de este paseo fluvial de 300 metros; entonces se acondicionaron plataformas que se asoman al río a diferentes niveles desde la calleja de Chapitel hasta la trasera de la biblioteca. 125 metros que se continuaron en 2021 con otros 174 más que bordeaban al completo la trasera de Espoz y Mina. “Eso nos permitió también hacer una limpieza de las riberas de los ríos ya que los vecinos se quejaban de la presencia de ratas y culebras que subían hasta sus casas”, afirma Jorge Crespo. Cuando se complete el trayecto, el siguiente paso será colocar iluminación. “Está el compromiso de utilizar el remanente de tesorería para este tema así como para poner luz en la fuente de los Llanos”, desvela el concejal.
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