Camino de Santiago
Más de 8.000 peregrinos pernoctan en Estella durante junio y julio
Es la cifra que llena cada noche los tres albergues, sin incluir los que eligen los hoteles para su descanso Los datos de la Oficina del Peregrino hablan de que la ruta se encuentra ante un año histórico muy pocas veces superado

- m.p.a./ainara arteaga. estella
Basta con asomarse a la ruta jacobea para comprobar lo que los datos en los tres albergues de Estella reflejan. Si el número anual de peregrinos que pasa por la ciudad rebasa la cifra de 20.000, el 2013 ha alcanzado solo en los dos últimos meses -a lo largo de junio y julio- los ocho mil y lleva camino de convertirse en uno de los años con mayor flujo de gente de paso hacia Santiago.
A lo largo del mes de junio, se registraron solo en albergues 4.404 pernoctaciones a las que se han sumado 3.567 mes en julio, según el dato aportado por los distintos hospitaleros hasta el pasado jueves, festividad de Santiago Apóstol. La suma de ambos daba exactamente 7.971, pero se rebasarán esos ocho mil para cuando llegue agosto. El número se dispara por encima si se añaden los alojamientos en establecimientos hoteleros de la ciudad a los que el Camino está aportando un importante número de clientes a lo largo de estos meses.
El albergue municipal de Estella ha constatado también este incremento. Sus 94 camas se llenan todos los días con rapidez. La mayor parte de ellos procede de otros países. Son coreanos, italianos, franceses e ingleses, principalmente. De los nacionales, predominan Barcelona y Madrid. Los hospitaleros han notado sobre todo esta llegada a partir de Semana Santa.
Un recorrido por los albergues a lo largo de estos días de verano topa con los nombres detrás de las cifras. Y con sus historias, como la del polaco Arkadiusz Kaczmarex, de 25 años, alojado en el de Anfas. Su trayecto comenzó en San Juan de Pie de Puerto el 9 de julio en compañía de un amigo. Camina por varios motivos. Es católico, así que lo hace por razones religiosas y busca al mismo tiempo abrirse a otras personas, vivir su aventura. "Lo que más me gusta es andar sin ningún motivo, guiado por Dios. Él es el conductor y yo el pasajero", contaba.
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