Las obras de reforma del
puente del Ebro de Tudela, uno de los emblemas de la ciudad y levantado entre los siglos XII y XIII, finalizarán en unas semanas, a lo largo de octubre, después de once meses de trabajos que han permitido reparar daños en su estructura y, además, darle una imagen muy distinta a la que tenía gracias a la limpieza de la piedra, que ha recuperado su tono gris claro original.
Las obras, financiadas íntegramente por el Gobierno de Navarra, tienen un presupuesto que supera ligeramente los 1,5 millones de euros y las está ejecutando la empresa Alvac-Orion.
En estos momentos, los trabajos que restan por llevar a cabo son las reparaciones estructurales en dos de sus 17 bóvedas, las más cercanas al casco urbano, que se centran en arreglar deterioros en los elementos pétreos como las propias bóvedas, alzados, tímpanos y tajamares. Se realizan con unas estructuras flotantes y, cuando concluyan, se completará de instalar la tubería de fundición de abastecimiento bajo el tablero.
El recalce de las pilas bajo el agua ya ha finalizado, aunque ahora se están colocando escolleras de protección frente a erosiones y avenidas del río en las citadas pilas. Unos trabajos que se hacen también con una plataforma flotante y que dependen de las condiciones meteorológicas y el caudal del río, actualmente bajo y que no ofrece problemas. En este caso, se estima terminar a mediados de octubre.
Lo que ya se ha hecho, con cierto adelanto respecto a lo previsto, son las obras que afectaban a la calzada y su asfaltado, que obligaron a cortar el puente al tráfico casi 10 días. Ahora resta por reparar elementos del alumbrado, antes de poner el punto y final a estas obras.
UN INFORME DE 2017
La reforma del puente se afrontó a raíz de un informe de 2017 sobre su estado. Detectó socavaciones en las pilas, pérdida de piezas de la estructura o zonas con erosión avanzada en los paramentos de fábrica, algo que el Gobierno de Navarra dijo en su día que podía afectar a su resistencia y estabilidad, aunque puntualizó que no había riesgo inminente.
Del mismo modo, se descubrieron otros problemas como filtraciones generalizadas a través del tablero o desconchones en vigas y losas que favorecían la corrosión de las armaduras. Todo lo anterior llevó al Gobierno foral a actuar, teniendo en cuenta además los problemas que generan las avenidas del río.
Los trabajos se han centrado en reforzar las cimentaciones con sacos de hormigón, algo de lo que se encargó un equipo de buzos; la reparación de juntas y reposición de piezas desprendidas; así como cambiar las que estaban en muy mal estado por otras nuevas. A lo anterior se suman las escolleras en el perímetro de las pilas y también toda la limpieza, que es la que ha dado otro aspecto al puente.
CLAVES
1 Entre los siglos XII y XIII. El puente del Ebro se construyó entre los siglos XII y XIII y, desde entonces, es uno de los accesos principales a Tudela.
2 Características. El puente tiene una longitud de 320 metros y está dividido en 17 vanos con bóvedas de sillería, arcos de medio punto y algunos más apuntados.
3 Últimas reformas. En 1985 se consolidaron y reforzaron las cimentaciones de las pilas y también su entorno. Además, en 1987 la actuación se centró en ampliar el tablero del puente de 8,3 a 11 metros para dejar una calzada de 7 metros y aceras a ambos lados de 2 m.