General Electric confirma el cierre de Buñuel y el despido de 103 empleados

El grupo americano General Electric ha confirmado los peores presagios y cerrará su fábrica de Buñuel (antigua Alstom) dejando en la calle a sus 103 trabajadores. El pasado lunes la compañía presentó el ERE de extinción de todos los contratos después de un periodo en el que se ha estado analizando su propuesta de reestructuración en toda Europa, que implicaba el despido de 6.500 trabajadores en el continente, 500 de ellos en España. La única modificación es que ha reducido de 230 a 210 los despidos en el centro de tecnología de Barcelona, pero manteniendo el cierre de la planta de Buñuel y también la de Cornellá con otros 63 despidos. A partir de ahora, el reto que se marca el comité de empresa, que sigue manteniendo la viabilidad de la fábrica ribera y las ventajas que presenta respecto a otras opciones de General Electric en Europa, será negociar la mejor salida posible para los trabajadores. El grupo ha planteado los despidos como procedentes por razones organizativas y económicas, lo que conllevaría una indemnización de 20 días por año trabajado, el mínimo legal. Unas cifras que el comité considera “totalmente insuficientes” y más teniendo en cuenta el potencial de este grupo americano. “Ahora nos toca seguir luchando para que la gente se pueda ir con una indemnización digna”, recalcó la presidenta del comité, Luisa Duarte. Las negociaciones comenzarán el miércoles de la semana que viene y ahí es cuando el comité espera recibir la propuesta en firme de la empresa. “Por ahora no han confirmado las condiciones y esperamos que lo hagan en el primer encuentro”, añadió Duarte. A partir de ahí, hay previstas otras tres reuniones para intentar llegar a un acuerdo definitivo el 7 de junio. INFORMES DE SU VIABILIDAD De poco ha servido todo el esfuerzo realizado por la plantilla para intentar demostrar a la dirección del grupo la viabilidad de la planta de Buñuel, algo que sigue manteniendo. De hecho, elaboró un informe en el que recalcaba que la fábrica ribera es más competitiva al ser los sueldos más económicos, así como su posición estratégica de cara al mercado africano, entre otras cuestiones. Y tampoco han servido de nada las reuniones y contactos que han mantenido representantes de los partidos políticos y del Gobierno de Navarra con directivos del grupo americano. A este respecto, Duarte mostró su extrañeza porque el miércoles recibió una llamada del vicepresidente del Ejecutivo foral, Manuel Ayerdi, en la que le dijo que había hablado con el presidente de General Electric España, Daniel Carreño, y que le había dicho que estaba analizando los datos presentados por el comité de empresa. “Y resulta que el lunes habían presentado el expediente con todos los despidos”, lamentó la presidenta del comité. Además, añadió que el objetivo de la compañía es trasladar la actividad de Buñuel a Alemania para fabricar las góndolas de los aerogeneradores con la tecnología de General Electric y abandonar la de Alstom, dueña de la planta ribera hasta noviembre, cuando el grupo americano adquirió todo el negocio de energía de la primera por 8.500 millones de euros. “NOS COMPRARON PARA LIQUIDARNOS" La presidenta del comité de empresa, Luisa Duarte, reconoció ayer estar apenada por toda la situación que han vivido en estos últimos meses, sobre todo porque sigue pensando que la planta de Buñuel es viable y que la decisión de General Electric es estratégica. Para Duarte, una de las mejores pruebas de ello es que la compra de Alstom por parte del grupo americano se produjo en noviembre del año pasado y sólo dos meses después anunció el plan de reestructuración. “Nos compraron para liquidarnos y quitarse la competencia de Alstom, eso es lo han demostrado”, afirmó. Y todo a pesar de que mantenían la esperanza hasta el último momento. “Los números dejaban claro que podía seguir la actividad y, además, sabiendo que General Electric es una compañía muy fuerte en todo el mundo y que está haciendo movimientos para comprar otras empresas”, señaló. NERVIOS EN LA PLANTILLA La confirmación del cierre fue trasladada a la plantilla en una asamblea el pasado martes. “Aunque sabíamos que la decisión de la compañía no había variado, la gente se puso nerviosa. Estamos mal porque una cosa es verlo venir y otra que te lo confirmen y que no haya ninguna opción”, reconoció. Añadió que se han sentido respaldados por parte de la ciudadanía y las instituciones, pero lamentó que, al final, “los resultados son los que son”. También adelanto que el 19 de mayo habrá una manifestación en Madrid a la que están convocados todos los centros de trabajo afectados en España para protestar por lo ocurrido.

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Ha presentado el ERE de extinción de todos los contratos y ahora se negociarán las indemnizaciones

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