Un equipo de arqueólogos profundiza en el pasado romano de Cascante

Estudiar los materiales recuperados en la excavación de la villa romana de Piecordero I e inventariar los aparecidos en 1970 en el antiguo colegio han sido los objetivos de la campaña de trabajo de laboratorio del proyecto arqueológico de Cascante que hoy concluye en la localidad. “Han sido dos semanas de trabajo intensivo que han arrojado luz sobre las fechas de nuestros yacimientos locales y que han permitido recuperar y consolidar piezas casi enteras. A la vez, hemos descubierto materiales muy interesantes que permanecían guardados en el almacén del Gobierno de Navarra a la espera de su estudio”, explicó Marta Gómara, arqueóloga, integrante de la Asociación de Amigos de la Historia Vicus y directora de este proyecto cascantino. Un equipo de ocho profesionales y estudiantes de Arqueología de diversas universidades españolas han trabajado investigando e inventariando materiales del Cascantum romano en este laboratorio, dirigido por la propia Gómara. Los codirectores han sido Óscar Bonilla (investigador docente de la Universidad de Zaragoza), y Begoña Serrano (doctora investigadora de la Universidad de Granada). Los restantes integrantes son la restauradora Miriam Pérez; el arqueólogo Ángel Santos; Inmaculada Delage, investigador en formación de la Universidad de Navarra; Paloma Lorente, estudiante de Máster de Arqueología por la Universidad París Uno, La Sorbona; y Celia Corbatón, estudiante de Historia en la Universidad de Zaragoza. LOS RESULTADOS Por un lado han estudiado materiales recuperados en Cascante antes de 2005 que estaban en el almacén del Gobierno foral. “Son anteriores a las excavaciones del proyecto de Arqueología, que cumple ya 12 años, y se centran en los mosaicos de opus signinum recuperados en 1970 en el antiguo colegio de Cascante”, explicó Gómara. Entre estos materiales, el equipo arqueológico ha encontrado también “interesantes piezas”, según Gómara, que fueron excavadas sin seguimiento arqueológico en la llamada ‘Operación Rescate’ que un sacerdote local llevó a cabo con voluntarios en los años setenta del siglo XX. “Por desgracia, no sabemos de qué yacimientos de Cascante salieron”, añadió. Por otra parte, respecto a los materiales recuperados en las excavaciones del actual proyecto de Arqueología de Cascante, “el laboratorio está arrojando luz sobre las fechas de la villa de Piecordero I gracias a las cerámicas y algunos metales”, comentó Óscar Bonilla. “En una de las tinajas (dolia) ha aparecido un sello, así como diversos grafitos en otras piezas, lo que puede darnos muchos datos”, apostilló Gómara. “El trabajo ha sido muy intensivo y novedoso, combinando la investigación con la formación”, explicó Begoña Serrano, experta en trabajo de laboratorio. Además, este laboratorio ha servido también para introducir en la labor del grupo de Arqueología de Cascante el Sistema Informático de Registro Arqueológico SIRA, que ha sido cedido por la Universidad de Granada. En la próxima edición de la Semana Romana de Cascante, que tendrá lugar en junio de 2017, se darán a conocer los resultados de este laboratorio, además de en diversas publicaciones científicas que se realizarán en los próximos meses. El grupo de Arqueología de Cascante informará sobre todas ellas a través de su blog cascantum.blogspot.com y redes sociales. “Aunque despacio, el trabajo no se detiene” Marta Gómara consideró que haría falta un laboratorio similar al que hoy concluye para estudiar los materiales de la excavación cascantina actual de Piecordero I. “Y eso sin contar con la restauración de las piezas”, añadió Gómara, que lleva 12 años dirigiendo este proyecto. “Desde la asociación Vicus estamos buscando nuevas vías de financiación para el proyecto, que ha sido reconocido como MECNA por el Gobierno foral y tiene ventajas fiscales directas para particulares o empresas que quieran invertir en él”, señaló. Comentó que publicarán un estudio de los materiales que se recuperaron en el antiguo colegio en 1970 “y creemos que se podrá hacer una reconstrucción virtual de la parte que se excavó de aquella casa romana”. Respecto a la excavación de Piecordero I, se mostró más cauta. “Una de las unidades estudiadas tiene 2.000 piezas inventariadas y hay 30 más. El curso empieza en octubre, así que, aunque despacio, el trabajo no se detiene”, reflejó la arqueóloga cascantina.

Un equipo de arqueólogos profundiza en el pasado romano de Cascante

Su trabajo de laboratorio ha recuperado e inventariado piezas de los yacimientos locales

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