TUDELA
Valtierra, Cadreita y Fontellas aportan 1.200 euros al Centro de la Mujer
El dinero servirá para mejorar el servicio ampliando la jornada laboral del administrativo
- DIEGO CARASUSÁN . TUDELA
Los ayuntamientos de Valtierra, Cadreita y Fontellas aportarán algo más de 1.200 euros al mantenimiento del Centro de Atención Integral de la Mujer (CAIM) de Tudela hasta final de año, momento en el que se hará cargo el Gobierno de Navarra.
Este dinero se unirá a los 27.429 euros que aportaron hace un mes el Ayuntamiento de Tudela y otros 10 consistorios riberos (Ribaforada, Cascante, Barillas, Corella, Murchante, Fitero, Cabanillas, Castejón, Tulebras y Cintruénigo). En concreto, el Ayuntamiento de Tudela destinó 12.000 euros, mientras que los 15.429 euros restantes correspondieron al resto de consistorios a razón de 0,58 euros por habitante.
Según indicó ayer la concejala de Bienestar Social, Mujer e Igualdad del Ayuntamiento de Tudela, Natalia Castro Lizar, es posible que el nuevo aporte económico recibido de Valtierra, Cadreita y Fontellas se destine a ampliar los servicios del auxiliar administrativo, que actualmente está al 30% de la jornada.
La edil se mostró satisfecha con las nuevas aportaciones recibidas. "Toda ayuda es bienvenida y sirve para conseguir el objetivo de mantener el CAIM", indicó.
Historia del CAIM
El CAIM inició sus servicios en Tudela en 2006 con el objetivo de prestar atención a personas víctimas de violencia de género o en riesgo de estarlo, así como personas a su cargo.
La crisis económica llevó al consistorio tudelano a anunciar en junio que iba a dejar la gestión del centro el 31 de diciembre de este año a la espera de que el Gobierno de Navarra lo asuma desde el 1 de enero de 2012, ya que se trata de un servicio que tiene que financiar el Ejecutivo según marca la ley.
En concreto, el consistorio ha venido desembolsando unos 250.000 euros anuales -desde 2006, un total de 1.251.260- que realmente tenía que haber aportado el Gobierno foral y que no ha hecho a pesar de habérselo solicitado en repetidas ocasiones.
El primer paso que dio el ayuntamiento fue denunciar el contrato de gestión que mantenía con la empresa Avanvida desde 2006 y que finalizó el 30 de septiembre. A partir de esa fecha, y hasta el 31 de diciembre, es el consistorio el que gestiona el centro con un equipo formado por el mismo número de profesionales que hasta entonces: dos trabajadoras sociales; una psicóloga que también hace las funciones de coordinación; un auxiliar administrativo al 30% de la jornada; y la técnica de Igualdad municipal, que lleva a cabo labores de sensibilización.