Desfile
Tradición en el valle de Baztan
Este domingo desfilaron las carrozas de los 15 pueblos del valle de Baztan tras dos ediciones sin celebrarse. La carroza ganadora fue del pueblo de Ziga

- Asier Aldea Esnaola
Boda, explosión en una mina, el establo incendiando, granjeros esparciendo paja por el suelo, una frontera custodiada por guardias civiles, un hombre vomitando a la salida de una taberna, bueyes, burros… todo esto y mucho más se vio este domingo por la mañana en Elizondo durante el Baztandarren Biltzarra, la fiesta en la que los quince pueblos del valle de Baztan se unen al son de la música, las danzas regionales y carrozas, en las que cada pueblo representaba un aspecto tradicional del lugar acompañado de teatro.
FIN DE DOS AÑOS SIN LA FIESTA
La pandemia impidió esta celebración durante dos años, por lo que la ha dotado de un regreso muy esperado por la gente. “Una gozada, después de dos años se agradece. Muy especial”, aseguró Lorea Aguirre disfrazada con un vestido de boda blanco y quien fue una de las protagonistas de la carroza de Almandoz. “Echábamos de menos, es la fiesta más popular que tenemos aquí, donde nos juntamos todos los pueblos , añadió Aitor Baraibar, “pareja de la novia”. Además, los dos años de inactividad provocaron algunas complicaciones. “Nos ha costado un poco coger ritmo, de hecho ha llegado el día y todavía estamos dudando de si hemos hecho todo o se nos ha olvidado algo. En estos dos años la situación personal de cada uno de la comisión ha cambiado bastante, entonces algunos no hemos podido dedicar tanto tiempo como otras veces. Pero de momento estamos contentos. A ver si se calma un poco este calor que no estamos aquí acostumbrados ”, dijo Loinaz Elizegi.
Y es que las carrozas desfilaron en una mañana marcada el calor, en la que algunos termómetros marcaban 37 grados. “Aceptable, siendo nuestra boda, aquí se aguanta ya lo que sea”, bromeó Baraibar.
ZIGA, CARROZA GANADORA
El jurado compuesto por un juez por cada pueblo disponía de una hoja proporcionada por la organización para puntuar del uno al cinco la calidad de las carrozas, siendo uno la nota más baja y cinco la más alta, sin poder valorar la de su pueblo. “Generalmente nos fijamos en todo: el trabajo que lleva la construcción, el teatro que monta cada uno, la vestimenta. Yo tengo que puntuar a cinco carrozas”, comentó Leoncio Irungarai, juez procedente de Gartzain. Con este criterio se alzó la carroza de Ziga con 61 puntos, seguido por Gartzain (51) y Elbete (49). La ganadora representaba una escena dividida en dos partes: un pajar en lo alto de la carroza en el que varios hombres recogían y echaban la paja y una segunda escena en el interior que simbolizaba una cosa con mujeres trabajando en las labores del hogar con utensilios rudimentarios y artesanales de época.
“Han estado al nivel de todos los años. El único inconveniente ha sido el tiempo, que hacía mucho calor y para hacer el teatro estaba incómodo y eso creo que ha perdido un poco. Pero la mayoría para darles el aprobado”, valoró Jesús Gamio, juez de Berroeta y quien lleva tres ediciones juzgando las carrozas.