Artesanos y comerciantes llenaron de color este domingo la plaza del ayuntamiento de
Leitza en un ambiente festivo para
celebrar el Día del Talo, que tuvo como protagonista indiscutible un alimento que, pese a su origen humilde, hoy día está presente en cualquier fiesta popular. Dentro de la agenda los visitantes también pudieron disfrutar de un mercado de productos locales que contó con actuaciones musicales y la participación de un grupo de zanpantzarrak que llenaron de folklore la plaza.
El acto central del día estuvo protagonizado por un sentido homenaje a Kristina Saralegi tras su reciente fallecimiento. “El barrio y alma de las mujeres del monte, disfrutemos de los talos, por todo lo que nos distes muchas gracias Kristina”. Cantó el bertso en su honor subido al escenario su amigo Miguel Mari Elosegi. No fueron pocas las palabras de agradecimiento a una figura clave en el mundo del talo. Un homenaje que contó con la presencia de Nahikari Uriarte, concejala de la localidad, Aitor Zelarraza, director del consorcio turístico Plazaola, así como Josean Iturralde en representación de los artesanos de Plazaola.
Tras celebrarse el acto se dio paso al concurso de talos con un total de 12 participantes que se animaron a demostrar sus habilidades en la cocina. Entre ellas se encontraba Alaitz Amondarain que todavía recuerda a sus tías en Ikaztegieta haciendo talos alrededor de la cocina aunque ya no los consuma con frecuencia. “Los suelo hacer durante el otoño con amigos y en familia”, comentaba.
Pese a su sencillez en ingredientes a base de harina, agua y sal, el granulado del talo suele jugar malas pasadas. Gustavo Ortiz de Barón, miembro del jurado, considera que un buen talo debe tener “un sabor equilibrado con su punto de sal, es lo que se busca”. No lo tuvieron difícil los tres jueces para decantarse por el ganador. Ylenia Villabona, vecina de Leitza, volvió a erigirse campeona por cuarta vez con un amplio margen. En palabras de la ganadora, “el secreto está en mezclarlo bien”, aseguraba tras hacerse con un delantal confeccionado por un artesano del pueblo y 50 euros como premio.
Los pequeños también pudieron ponerse con las ‘manos en la masa’ en el taller de talos organizado en los soportales del Ayuntamiento en el que tomó parte como voluntaria Uxue Zabaleta. Donde ayudó a los txikis a elaborar sus talos. “Les enseñamos a mojar las manos en la harina. La mayoría se arreglan bien aunque a alguno se le pega la masa y le ayudamos”, afirmaba.
La jornada anual del talo de Leitza promocionó los productos rurales y locales con puestos de artesanía con artículos tallados en madera, así como cervezas artesanas y boticas naturales.
Homenaje a Kristina Saralegi, ‘la reina de los talos’
Leitza recordó a la conocida baserritarra fallecida este año a los 48 años que ganó popularidad tras su paso por la televisión
Las palabras de cariño hacia Kristina Saralegi fueron repetidas a lo largo de la mañana. Su marido, Joxe Manuel Huici, recogió visiblemente emocionado un presente de los organizadores en recuerdo a su mujer, ante la gran ovación de los presentes. En el grabado se podía leer: “Tu semilla en nuestro corazón”.
Dedicada al primer sector toda su vida, el primer contacto de Saralegi con los talos fue a los 12 años debido a su tradición familiar. Saltó a la popularidad tras colaborar en medios de comunicación en relación al medio rural. Una labor con gran legado que su marido aseguró querer continuar. “Es lo que Cristina habría querido”.
Una fuerza que también sintieron sus compañeros del consorcio turístico Plazaola que recordaron su amabilidad y compromiso en la promoción del turismo en la zona. “Era un activo increíble, siempre con inquietudes e iniciativas. Sentimos mucho orgullo”, recordó Gustavo Ortiz de Barrón, compañero que la recuerda “siempre con una sonrisa”.