Economía
Una atípica cosecha de tomate cierra con una merma del 20% en el campo
Los consumidores hacen que Navarra reduzca superficie para el tomate pelado entero y aumente el tomate triturado

Actualizado el 18/10/2018 a las 12:42
La recurrida frase de ‘aquí hay tomate’ se hace verdad en Navarra porque es una de las comunidades españolas, junto con Extremadura, con amplía tradición tomatera. Sin embargo, este año ha salido menos fruto rojo de los campos debido a una atípica campaña, que comenzó con mal pie. Muchas plantaciones se realizaron casi ‘in extremis’ en el calendario por culpa de las copiosas lluvias de abril y mayo que anegaron campos en localidades riberas donde se asienta el cultivo, como Cadreita, Valtierra y Villafranca. Esta irregularidad ha marcado la recogida del producto. Retrasos de dos y hasta tres semanas en algunas zonas y una merma media de tomate que ronda el 20%, aunque hay zonas donde la pérdida alcanza el 30%, según valoran desde el sindicato Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN).
La campaña va camino de poner el broche, aunque en otras zonas -donde la evolución del cultivo ha sido la habitual- como Olite y Caparroso, hace días que ya se puso el punto final. Los agricultores no están contentos porque menos kilos es sinónimo de menos ingresos y menor beneficio. Una pérdida de renta que erosiona el ánimo de los productores que ven cómo el tomate lleva varios años con los precios prácticamente estancados. Cobran alrededor de 6-7 céntimos por un kilo de tomate triturado y unos 8-9 céntimos por el kilo de tomate pelado entero y ‘todo carne’ destinado a salsas para pizzas, según la organización agraria. En una cosecha normal, gracias a técnicas de riego por goteo y el plástico biodegradable se pueden recoger hasta 80.000 toneladas por hectáreas. “Este año ha sido muy irregular y, en general, han salido menos kilos”, apuntan. Aunque no hay datos oficiales, Coyuntura Agraria estima que la campaña rondará las 130.000 toneladas.
PRECIOS ESTANCADOS
El precio que recibe el productor se fija en contratos que firman directamente con la industria conservera. Además de lo que pagan las empresas, los agricultores reciben una ayuda de la Unión Europea, que ronda los 180-200 euros por hectárea (unos 0,002 euros por kilo).
“El tomate es un producto que está dejando de ser interesante para los productores porque su rentabilidad va cuesta abajo”, comenta el vicepresidente de UAGN, Luis Miguel Serrano. De hecho, la superficie de tomate ha descendido este año a 1.840 hectáreas, unas 200 menos que hace dos campañas.
¿Qué tipo de tomate se cultiva en Navarra? Hace años, dominaba el tomate pelado entero, pero ese ‘reinado’ ha reducido sus dominios y hoy los gustos de los consumidores hace que cada vez gana más terreno el tomate destinado a triturado y el que se emplea para salsas de pizzas.
DATOS DE INTERÉS
Las exportaciones crecen. La exportación de conserva de tomate en el primer semestre de 2018 han aumentado un 11,85% en cantidad y un 6,09% en valor económico.
Las importaciones, también en alza. En el mismo periodo (primer semestre de este año) la importación de tomate en conserva ha aumentado un 4,34% en volumen con una reducción del 6,22% en cuanto a precio
Unas 200.000 toneladas procesadas en esta campaña. Su origen es principalmente Navarra y como complemento Valle del Ebro. Y su destino, en términos generales, es que un 50% de la producción va destinada al mercado internacional.
El productor cobra entre 6 y 9 céntimos por kilo, una cantidad que depende del tipo de tomate.
El consumidor paga 63 céntimos por un brik de 510 gramos triturado. El tomate es un producto de gran consumo, con el que la distribución suele jugar en las ofertas para captar consumidores
Las conserveras destacan la “presión” de la distribución por bajar el precio
Para la industria agroalimentaria, el tomate es un producto imprescindible en su oferta a la distribución. Necesita suministrar a sus clientes y para ello mantener el volumen de elaboración. Este año, a falta de datos definitivos, la agroindustria de Navarra elaborará unas 200.000 toneladas de tomate, una cantidad similar a la de años anteriores. “La gran mayoría se compra en Navarra y el resto en el Valle del Ebro”, explica la Para la industria agroalimentaria, el tomate es un producto imprescindible en su oferta a la distribución. Necesita suministrar a sus clientes y para ello mantener el volumen de elaboración. Este año, a falta de datos definitivos, la agroindustria de Navarra elaborará unas 200.000 toneladas de tomate, una cantidad similar a la de años anteriores. “La gran mayoría se compra en Navarra y el resto en el Valle del Ebro”, explica la directora de La Asociación de Industrias Agroalimentarias de Navarra, La Rioja y Aragón (AIA), Cristina Lecumberri.
La responsable comenta que la campaña de tomate marca la producción conservera en el verano. “A pesar del retraso del inicio de campaña, con las dificultades que eso conlleva a nivel de planificación de producción, la campaña se ha desarrollado con normalidad y ha sido buena, con unas características y niveles de producción muy similares a los del año pasado”.
Las 200.000 toneladas, según Lecumberri, “permitirán a nuestras empresas seguir manteniendo su cuota de mercado y ofrecer al consumidor nacional e internacional un producto de calidad que dará respuesta a sus necesidades culinarias diarias”.
A nivel de mercado, la agroindustria destaca “la presión de precios”, que afirma se ha convertido “en una constante” estos años. Por otro lado, indica que el mercado “es maduro”, en el que el volumen de consumo se mantiene estable y donde “la presión ejercida por la distribución en general por bajar precios lleva a situaciones a veces límite en cuanto al margen que las empresas deben defender para la viabilidad de la producción”.
REFERENTE INTERNACIONAL
Navarra es un gran referente en la producción de tomate en conserva, no solo a nivel nacional sino también internacional. “Es una de las conservas de mayor tradición tanto a nivel familiar, cuando se comenzó a preparar ya en casa a principios del siglo pasado, como a través de su gran impulso con el auge de la industria conservera a partir de los años 70 y hasta la actualidad”, apuntan desde AIA.
Las presentaciones del tomate en conserva son variadas: tomate pelado entero, triturado, cubitos, concentrado, frito o salsas. “El tomate es un producto delicado, que requiere una buena elección de variedad para su procesado, un momento óptimo de maduración para que el pelado sea correcto con la menor merma posible y un control cuidadoso de todo el proceso para conseguir la calidad de una conserva tan habitual en nuestro consumo alimentario y en la que Navarra es una gran referencia en todos los mercados”.
GRANDES Y PEQUEÑAS
El tejido industrial cuenta con grandes firmas como Grupo IAN- Taboada, Conservas Ría, Unfasa, Alimenco-Celorrio, Conservas Dantza-Grupo AN, Conservas Cambra, etc. Pero otras muchas, que aunque con menor producción tomatera, aportan riqueza como Conservas Pedro Luis, Navarrico, Gilvemar, Vda de Cayo, Asensio, Anko, etc.