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Las 20 claves de la Navarra de 2020

Este es el año en que hemos aprendido hasta un nuevo vocabulario. desescalada. PCR. rastreadores. coronavirus. confinamiento. toque de queda. zoom. covid. el año en que hemos incorporado la mascarilla a nuestras vidas y en cambio hemos congelado las fiestas, el deporte y el ocio colectivo en el calendario. en el que hemos aprendido a caminar a distancia del resto y en el que la casa se convirtió en la oficina de trabajo. Este es un año en 20 claves.

Ampliar Los balcones se llenaron de aplausos y agradecimiento a la labor de los sanitarios durante el confinamiento
Los balcones se llenaron de aplausos y agradecimiento a la labor de los sanitarios durante el confinamiento
Actualizado el 03/12/2020 a las 06:00
LA PANDEMIA ARRASA CON LA NORMALIDAD
1. Un año que estaba destinado a ser “normal”, sea eso lo que sea, se ha vuelto completamente excepcional. Y eso sí sabemos lo que es. Ha sido el año en que una pandemia totalmente inesperada ha arrasado con todas las previsiones de la noche a la mañana. Un fenómeno desconocido en un siglo (el antecedente de la “gripe española” de 1918 es el más citado en estos meses), que se ha extendido con gran virulencia por todo el globo desde China donde nació hace ahora un año. Y ya nada ha vuelto a ser igual. Llevamos dos olas de covid por ahora, una muy brusca y rápida en primavera y otra más lenta y extendida que ha encontrado su cima en octubre este otoño. En resumen, un terremoto sanitario, económico y social de dimensiones globales.

ORIGINA MÁS DE  1.000 MUERTOS
2. En estos momentos, la pandemia ha causado ya más de un millar de fallecidos en Navarra. Son más de 860 contabilizados y otros 163 fallecidos en residencias en primavera compatibles con covid. Una cifra que encierra otras tantas historias personales e idéntico número de dramas individuales y familiares. Ni uno menos. El hecho es que la mortalidad ha crecido un 21% en Navarra en este año. De golpe y porrazo. Y esa es sólo la punta del iceberg. Al menos 39.000 navarros han pasado oficialmente la covid, aunque con los propios datos de Salud Pública algunos expertos elevan la cifra a unas 100.000 personas, el 15% de toda la población de la Comunidad foral. Lo que está claro es que más de la friolera de 4.000 navarros han tenido además que ser ingresados por este motivo y de ellos unos 350 han pasado por las UCIs. Claro que somos una gota en el océano de las cifras globales. En España, 1,6 millones de contagiados oficialmente de covid con al menos 43.000 muertos en cifras oficiales (otras fuentes como el Instituto Carlos III-Red Momo hablan de un exceso de mortalidad de más 64.000 personas). Y en el mundo hay ya 60 millones de contagiados y 1,4 millones de muertos.

CASI COLAPSA LA SANIDAD…
3. La crisis sanitaria ha sido de tal calibre que ha estado a punto de colapsar el sistema sanitario en Navarra a pesar de su musculatura. Sobre todo en las semanas de primavera donde a la súbita y brutal llegada de la enfermedad (hubo que ingresar a 650 personas en una sola semana de marzo) se unió el desconocimiento, la falta de medios y la improvisación. En cualquier caso la sanidad ha resistido gracias a sus profesionales y la potencia del sistema sanitario que ha unido a la red pública (Complejo Hospitalario de Navarra y hospitales de Tudela y Estella) y a toda la red la privada (Clínica Universidad de Navarra, Clínica San Juan de Dios y Clínica san Miguel) trabajando al unísono bajo la coordinación pública. Suman 16.000 sanitarios más otros 3.000 trabajadores en residencias de ancianos. Un colectivo que hoy acumula mucho cansancio y buenas dosis de frustración.

...MIENTRAS NACÍA UNA NUEVA
4. Frente al tsunami sanitario, el sistema sacó toda la artillería de sus capacidades. Y se han demostrado muchas, aunque también han emergido todas sus carencias estructurales. Se ha hecho “sanidad de emergencia”, que parecía sólo propia del Tercer Mundo. Pero la hemos necesitado en el Primero. Hemos sido capaces de mudar en semanas y a toda prisa plantas enteras en los hospitales y de crear el circuito de Refena con decenas de rastreadores, miles de pruebas PCR, laboratorios, etc. Y todos hemos incorporado la mascarilla a nuestra indumentaria. Un mundo desconocido hace un año y que ahora forma parte de nuestra realidad más cotidiana. Un fenómeno que revela nuestra capacidad de adaptación.

NOS HACE VER QUE SOMOS MUY VULNERABLES
5. Este año hemos redescubierto lo vulnerables que somos como especie. Los avances científicos y tecnológicos de los que hemos disfrutado desde hace décadas nos han hecho sentir que teníamos el control. Y ha venido un virus y nos ha detenido por completo. Ha echado por tierra la sensación de una sociedad que lleva los mandos de su destino. Y cambiado nuestra perspectiva. Nos ha hecho ver que somos especialmente frágiles y menos autosuficientes de lo que nos parecía. Sobre todo, los mayores, las grandes víctimas de la pandemia en la primera ola. Las residencias de ancianos han concentrado esta mortalidad (han fallecido en Navarra 500 mayores en ellas con covid), con el desgarro emocional que ha generado también el aislamiento obligado en todas para más de 7.000 personas. Porque la falta de relaciones sociales origina a los mayores un evidente aumento de la ansiedad según reconocen todos los geriatras.

GENERA UNA AGUDA CRISIS ECONÓMICA
6. El confinamiento total obligado de primavera provocó una gravísima y repentina crisis económica al pararse la mayor parte de la actividad. En el segundo trimestre del año la economía navarra perdió casi el 20% de su actividad de golpe y porrazo. El repunte del otoño (tercer trimestre del año) ha sido menos traumático para la economía, pero ha seguido cerrando sectores enteros como la hostelería, ocio y parte de la cultura, lo que puede llevar a que el cuarto trimestre del año vuelva a ser negativo tras una alta tasa de recuperación general registrada en el tercer trimestre (sobre todo en industria y construcción). Al hacer balance del año, el propio Gobierno foral estima que la economía navarra caerá un 10,2% en 2020 (una cifra nunca vista desde hace décadas) para recuperarse un 6% en 2021. De hecho ha puesto en marcha el Plan Reactivar Navarra con los agentes sociales. El nivel económico perdido en Navarra no se recuperará antes de 2022.

CON SECTORES PERJUDICADOS Y BENEFICIADOS
7. La crisis no ha sido igual para todos. Desde el punto de vista del empleo, algunos sectores se han visto menos afectados y otros mucho más. Entre los que peor factura están pagando figuran la hostelería (que ha cerrado completamente en primavera y en otoño), el ocio o la mayoría del sector cultural. La agricultura se ha visto muy poco afectada como actividad esencial y la construcción y la industria se han recuperado, en general, más rápido que las anteriores. En el empleo, la hostelería ha perdido 2.414 puestos de trabajo en un año, el comercio otros 650 y los servicios auxiliares y administrativos 740 más. A ellos se añaden los 431 que han caído las actividades artísticas y recreativas según los datos de la Seguridad Social. Son las ramas que más han sufrido la destrucción del empleo. Por el contrario, los sectores de Salud (1.563 puestos de trabajo más ) y Educación (otros 678 empleos) han generado puestos de trabajo por los refuerzos necesarios para atender las exigencias de la pandemia. Es la cara y la cruz de esta crisis.

Y EL PARAGUAS SOCIAL DE LOS ERTE
8. Los ERTE han sido un invento vital para que los problemas laborales generados por el cierre transitorio de empresas y negocios no se hayan agrandado mucho más. Los ERTE se han usado para atenuar este efecto y han permitido que miles de trabajadores (casi 50.000 en abril en Navarra, el peor mes) cobraran así al menos una parte de su salario y evitar despidos a pesar de no poder trabajar. En octubre todavía quedaban 4.500 trabajadores en ERTE, una cifra que volverá a crecer en noviembre con la hostelería. El Estado se ha hecho cargo de esta factura, muy alta, que en Navarra ha sumado un desembolso de 126 millones hasta octubre. Otra cosa es el enorme atasco en su tramitación o el debate de hasta cuándo podrán durar. Flecos importantes que están sin cerrar y se prolongarán en el año entrante.

NOS DESCUBRE NUEVOS PERFILES ESENCIALES
9. Al girar nuestra mirada y nuestras prioridades hemos descubierto como sociedad nuevos perfiles esenciales. Todos los componentes de la cadena agroalimentaria (productores en todas las localidades navarras, transporte, distribuidores) se revelaron básicos para una sociedad que vivió encerrada durante semanas y con el miedo inicial del desabastecimiento. Por supuesto los sanitarios, ahora que la Salud (con mayúsculas) ha cobrado un significado nuevo y los trabajadores de las residencias de ancianos. Y todos los trabajos que han hecho que el nuestro mundo siga funcionando a pesar de todo. Policías, transporte y logística, medios de comunicación, comercio, limpieza y una larga lista. Y qué decir de los investigadores, esa especie encerrada en los laboratorios de la que ahora hemos descubierto su trabajo fundamental: encontrar remedios contra la enfermedad. La enorme rapidez con la que las vacunas están listas para combatir al virus es toda una muestra de los avances de los que la ciencia es capaz.

CAMBIA LOS HÁBITOS DE VIDA (CONFINADOS)
10. Las semanas de confinamiento, hasta diez en sus diferentes modalidades, han sido un parón obligado y radical. Para una sociedad habituada a disfrutar del ocio, los viajes, la movilidad, el instante, este detenerse en seco ha sido todo un “shock” colectivo. Los psicólogos y sociólogos tendrán que analizar ahora la huella que ha dejado. La reclusión en casa ha supuesto un reto a la soledad (para los que viven sin compañía) o a la convivencia (para las familias o los que viven en comunidad). También un período de reforzamiento de los lazos con los más cercanos, en un momento en que se ha revelado de verdad lo que es importante. Y el toque de queda de otoño ha sido otro golpe a las costumbres, especialmente para los jóvenes, los más habituados al ocio de la noche. De hecho, los jóvenes han sido uno de los sectores más tocados por este año “en seco”, al limitar su socialización. Han sido unos meses para echar de menos hábitos y momentos. Y para “redisfrutar” con ansias renovadas de una cosa tan simple como la libertad de dar un paseo. Esas cosas que sólo se valoran cuando ya no se tienen y uno nunca pensó que se pudieran perder.

TAMBIÉN LOS DE TRABAJO: TELETRABAJO
11. Pero no sólo ha sido un año de cambios en los modos de vivir. También en los de trabajar. Allá donde la actividad lo ha permitido, se ha generalizado, de golpe, el tele trabajo. En la Administración, en los centros educativos y en las empresas. Se estima que casi el 23% de los navarros han practicado el teletrabajo en este año (datos Nastat), lo que equivale a casi 90.000 personas, y muchos lo siguen haciendo hoy. Con sus muchas ventajas (en la flexibilidad horaria y en la conciliación familiar), pero también con algunos inconvenientes. El 65% de los que teletrabajan en Navarra afirman desconectar peor que antes, sobre todo las mujeres (el 74% en su caso) y el 61% piensa que su jornada laboral se ha prolongado (Nastat). En las empresas, que han funcionado a golpe de “Zoom” o “Teams”, los sistemas de vídeo conferencia se han vuelto cotidianos de golpe, de la noche a la mañana. Han sido, primero, tabla de salvación, y luego han pasado a originar cansancio.

CON ESTADO DE ALARMA Y TOQUE DE QUEDA
12. También se han colocado en primera fila de nuestra vida conceptos olvidados, o propios tan sólo de las guerras. Estado de alarma (en primavera y otoño) y toque de queda (sólo en otoño con la prohibición de estar fuera de casa de 11 de la noche a 6 de la mañana). Limitaciones evidentes de la libertad individual puestas al servicio de un bien colectivo, mantener la salud pública. Como señalaba un reciente análisis de BBVA Research, la covid ha originado un “trilema”, es decir la necesidad de elegir entre tres bienes: la salud, la economía y la privacidad/libertad. Y sobre este último han actuado también las restricciones, con el debate jurídico y ciudadano, todavía inacabado, sobre los límites y los instrumentos legales para ponerlos en práctica.

HACE EMERGER VALORES POSITIVOS
13. El gran confinamiento de primavera hizo emerger los valores sociales más positivos. Solidaridad mostrada a partir de cientos de pequeñas iniciativas de ayuda repartidas por todo el territorio y en cada pueblo. De las iniciativas para fabricar mascarillas caseras, a las redes de ayuda vecinal. Del voluntariado a los donativos. Pura reacción social para enfrentarse a una emergencia sanitaria desbocada. La muestra más sonora de este estado de ánimo, la empatía para quien estaba sufriendo más, han sido los aplausos de las ocho para todo el personal sanitario y esencial. Ofrecieron durante semanas una sensación de unidad imprescindible en los momentos más tensos.

Y TAMBIÉN A LOS IRRESPONSABLES
14. En esta época de sequía, emerge no sólo lo mejor, también lo peor. Es verdad que la brusquedad con la que han cambiado las reglas de juego de la noche a la mañana, no ha sido pacífica. Y hemos descubierto a quien no estaba dispuesto a hacer ese esfuerzo. Se ha plasmado en unas 20.000 sanciones en Navarra en estos meses, desde incumplimientos leves hasta muy graves. Pero, sobre todo, se han traducido en recaídas en los contagios fruto de la irreflexión de unos cuantos. También ha habido una clara evolución a lo largo del año en el respeto a las limitaciones. Y ha ido claramente de menos a más. Uso de la mascarilla, distancias, toque de queda. Por supuesto que quedan reductos del no.

BORRA EL VERANO FESTIVO
15. Si hay algo arraigado en esta tierra es el fenómeno del ocio veraniego. Este 2020 ha sido un paréntesis. Fue el verano de las “no fiestas” un fenómeno mal entendido y descontrolado que se inició con los no Sanfermines y ha seguido por todas las grandes localidades siguiendo un calendario festivo que estaba oficialmente suspendido, pero al que muchos no supieron renunciar tampoco en el ámbito privado. Hoy sabemos que este fenómeno está detrás de muchos de los rebrotes originados en verano por toda la geografía foral. Las no fiestas han sido un mal negocio colectivo. Junto a ello, resaltar que el 21% de los navarros ha cambiado sus vacaciones este año. Tres de cada cuatro de ellos ha cambiado el destino (más cercano, más nacional) y la mitad las ha acortado.

DEJA UN OTOÑO SIN BARES NI OCIO
16. Sin bares ni ocio. Los 2.800 bares y restaurantes de la Comunidad foral han tenido que echar la persiana de forma forzosa en dos oleadas, en primavera, y especialmente en otoño por decisión de la administración. Ha llevado a un ERTE a la mayoría de los 18.000 trabajadores del sector y ha dejado sin su lugar de ocio y encuentro cotidiano a decenas de miles de personas. Es, sin duda, uno de los cambios más llamativos de este año. Que ha hecho poner en primera línea la profunda necesidad de socialización de nuestra vida diaria, una necesidad plasmada en el espacio de bares, cafeterías y restaurantes. Un estilo propio de vivir y de compartir conversación y disfrute, tan distinto a otras zonas más norteñas de Europa muy propio de todo el sur del continente.

PROVOCA LA “ANSIEDAD DEL LIMBO”
17. Los meses transcurridos, ocho ya, sin que se vea todavía con claridad la normalidad del mañana, han generado un gran cansancio social y colectivo. Es la “ansiedad del limbo”, para los psicólogos, esa sensación de vivir sin planes y sin certezas a corto plazo. ¿Cómo se gestiona? Difícil repuesta. Si a eso le añadimos el cansancio acumulado, se produce esa sensación de triste resignación que acompaña los meses del otoño. Las noticias sobre las distintas vacunas, optimistas todas, constituyen hoy una válvula de escape para este síndrome que compartimos. Comienza a verse el final del túnel en el horizonte (aunque todavía no sepamos poner fechas).

GENERA UNA DIGITALIZACIÓN ACELERADA
18. La digitalización ha avanzado de golpe en los meses de la pandemia. Y en todos los órdenes de la vida tal como coinciden en señalar los expertos de la sociedad digital. Han cambiado nuestros hábitos de consumo, nuestros modelos de trabajo y hasta la forma de relacionarnos. Todo se ha vuelto digital. Y lo va a ser cada vez más. El 30% de los navarros ha aumentado de forma notable sus compras por internet (Nastat) sólo en estos meses. Pero también la telemedicina se abre paso a codazos y los trámites administrativos se van a digitalizar para siempre, nos guste o no. Un cambio que ha llegado para quedarse. Sin duda. Lo que ha hecho es adelantar el calendario. Además, el dinero europeo (Next Generation) que alienta una recuperación económica tendrá también como uno de los objetivos fundamentales priorizar la digitalización para el futuro.

MIENTRAS LA POLÍTICA, INCAPAZ, SE ESTANCA
19. En medio de un año de cambios por doquier, la política Navarra se estanca. Las fuerzas que gobiernan han sido incapaces de percibir el nuevo tiempo que se avecina y ha seguido en la inercia de los bloques, el mío y el de los otros. El Gobierno tripartito que dirige la presidenta María Chivite se ha enrocado en no pactar los presupuestos con Navarra Suma (hoy oposición y fuerza más votada en los comicios) y prefiere de compañero de viaje a Bildu. Pudiendo elegir, en vez de apostar por la centralidad política, se ata a un extremo tan excluyente y radical. Durante unos meses, en lo peor de la pandemia, la crispación bajó de tono en Navarra, pero ha sido una tregua con final prefijado. Una gran ocasión perdida en un año en que con la caída de los ingresos, el déficit público se va a disparar.

Y LA SOCIEDAD HACE UN GUIÑO AL CENTENARIO DE OSASUNA
20. Aunque la pandemia haya sido como una tormenta que oculta el sol, sigue habiendo espacio para otras cosas en la vida. También para celebrar, por supuesto. Navarra ha celebrado el centenario de Osasuna, su club fetiche, el que actúa como argamasa de los habitantes del viejo reyno por encima de ideologías. Un centenario deslucido por la imposibilidad de mostrar pasión colectiva en el campo y un estadio en plena remodelación. Pero que no ha pasado desapercibido. Esta es la temporada con más socios de Osasuna en la historia (20.500 rojillos) a pesar de que es imposible acudir a ver un partido por el momento. Una paradoja perfecta para reflejar un año excepcional en casi todo.
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