Emprendedores
Iker Mariñelarena, cofundador de 540: "En Navarra hay un sector potente de desarrollo de software"
Este joven ingeniero informático creó junto con Pablo Albizu Balerdi y Gorka Moreno Asin una empresa de programación que desde 2016 también organiza un evento del sector que se ha convertido en un referente en España

Publicado el 03/06/2023 a las 06:00
Pablo Albizu Balerdi, Gorka Moreno Asin y Iker Mariñelarena Cabeza, son tres ingenieros informáticos que estudiaron en la Universidad Pública de Navarra y que fundaron una empresa especializada en el diseño de aplicaciones web y móvil bautizada como 540. Este original nombre responde a la suma de 360 grados más 180 grados. "A los proyectos de los clientes les damos vuelta y media para obtener el mejor producto posible", explica Iker Mariñelarena. La inquietud de estos tres jóvenes no se quedó solo en emprender, sino que también promueven desde 2016 la Pamplona Software Crafters, un foro de encuentro para programadores, desarrolladores de software y personal del área de negocio en el sector.
¿Por qué se definen como artesanos digitales?
El término software crafter implica una filosofía de trabajo concienzudo y una actitud colaborativa. Nuestros clientes están contentos porque les aportemos valor al incidir mucho en criterios de buenas prácticas.
Con esta es la sexta edición del Pamplona Software Crafters. ¿Ha sido difícil hacerse un hueco en el panorama nacional?
Cada edición es el culmen de un año de trabajo. Cuando fundamos nuestra empresa, nos dimos cuenta que era necesario entender cómo funcionaban otras compañías del sector y darnos a conocer. Lo que hicimos fue movernos por buenos eventos y, con el tiempo, nos planteamos hacer lo mismo en Pamplona para ponerla en el mapa.
¿Satisfechos?
Mucho. Tuvimos que hacer un parón de dos años por la pandemia, pero el éxito de asistencia demuestra que el evento despierta interés en toda España. El mundillo de los programadores sabe que la Pamplona Software Crafter es un buen sitio al que venir por la calidad de las charlas, los invitados y el cariño que se le pone al evento.
¿De dónde son los asistentes?
Hay un buen grupo de navarros, unos cincuenta, y el resto viene principalmente de Madrid y Barcelona, aunque también hay andaluces, canarios, gallegos o asturianos.
¿El evento está orientado sólo a expertos?
No hay un perfil específico. La mayoría son técnicos con experiencia variada que va desde el programador junior a otros más veteranos con conocimientos avanzados. Lo que buscamos es diversidad para poder trabajar diferentes temas. También estamos abiertos a quienes vienen del desarrollo de negocio.
¿Hay mucha demanda de estos eventos?
En el momento que abrimos las inscripciones, las 180 plazas vuelan. Podríamos vender muchas más, pero cambiaría la tipología del evento. Creemos que con 180 personas es más fácil conocerse y coincidir en el entorno del hotel para crear esa confianza a lo largo del fin de semana.
¿Sale la gente contenta?
Así lo demuestra el éxito de asistencia. Buscamos que se comparta conocimiento y entre todos ayudarnos a mejorar. La fórmula es juntar a gente de diferentes empresas para conversar, escuchar a buenos ponentes y, sobre todo, que haya mucho networking.
¿Cómo les va a los artesanos digitales navarros?
Estamos yendo por el buen camino. Todos trabajamos cojuntamente con gente que sale de la Formación Profesional y de la universidad. Se está asentando un sector potente que hace una apuesta importante para diferenciarse por su calidad.
¿Y lo están logrando?
Podemos competir con cualquier parte del mundo, aunque nos queda mucho trabajo por delante. Tenemos que centrarnos en hacer las cosas bien, darle cariño al código y que nuestra gente se forme continuamente.