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"Reyes chinos"

Los auténticos reyes de Oriente no son los padres, sino los chinos. Recuerdo que mi padre leía hace casi cincuenta años un libro en cuya portada aparecía un estudiante oriental somnoliento, titulado Cuando China despierte. Pues bien, China despertó con Den Xiao Ping -algo que no gustó nada al grupo terrorista peruano Sendero Luminoso, pues consideró al entonces líder chino un traidor a la herencia maoísta-, pero nosotros ya sabemos cómo huele el aliento del dragón. Se ha quitado la mascarilla y ha soltado a sus ciudadanos con toda la carga viral de un sistema cruel y totalitario. Mucho se escribió sobre el Mundial de Fútbol de Catar sin que uno vaya a poner un pero a las denuncias por corrupción, esclavismo y falta de libertades públicas y privadas, especialmente crueles con las mujeres. Recuerdo bien el embelesamiento con que contemplamos en Occidente la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, organizados en Pekín en 2008: aquel tipo que portaba la llama olímpica mientras corría en el aire como si fuera un personaje de La casa de las dagas voladoras. Miles de gimnastas formaron coreografías asombrosas, ejecutadas con perfección robótica. Todo impresionante; todo a lo bestia, como es habitual en el país que ocupa el primer puesto en aplicar la pena de muerte. A modo de ejemplo, cabría recordar cómo se celebra en primavera el llamado Día contra el Tráfico y Abuso de Drogas. Amnistía Internacional denuncia cada año las ejecuciones públicas llevadas a cabo con un tiro en la cabeza frente a decenas de miles de escolares reunidos en pabellones deportivos. Como es costumbre, la bala ejecutora corre a cargo de la familia del reo. Así pues, recordemos lo obvio: nada puede esperarse de la “información” que pueda ofrecer un país que, a pesar del lavado de cara de rascacielos y supermercados, confina a sus ciudadanos, controla con obsesión orweliana las comunicaciones y redes sociales, y aplasta cualquier atisbo de disidencia. En realidad, China aún no ha despertado de la larga pesadilla totalitaria.   
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