Chivite quiere ahora que Bildu no le sal-pique

Hay declaraciones o actuaciones a las que conviene darles la vuelta para encontrarles su sentido real; es decir, su verdad. De no hacerlo, se corre el riesgo de que quedarse en lo superficial sirva para irse a casa con una realidad muy distorsionada bajo el brazo; es decir, una suerte de mentira. Por ejemplo:

-Shakira le ha dedicado una canción a Gerard Piqué.

Y, hombre, sí pero no. Shakira le ha dedicado a Piqué un puñetazo en la cara, otro en el estómago, una patada en la espinilla y otra en su global existencia. En formato de canción, por supuesto, pero una tunda al fin y al cabo con una única frase amable para hacer un malabarismo con el apellido: “Yo sólo hago música, perdón que te sal-pique”.

Así que viene bien desconfiar de las ligeras apariencias. En idéntica proporción, de un partido político que no deja de vender públicamente una encuesta preelectoral que han elaborado y cocinado para él. Lleva el PSN desde el viernes paseando su regalo como una niña con balón nuevo la mañana de un 6 de enero. Los socialistas se añadirían dos escaños el próximo mayo y alcanzarían trece, sólo uno por debajo de UPN, de nuevo vencedor aunque esta vez raspado de los comicios. EH Bildu se convertiría en tercera fuerza con ocho parlamentarios (ahora tiene siete), superando a Geroa Bai, que caería de nueve a siete. Contigo Navarra (Podemos, Izquierda Unida, Batzarre independientes y Alianza Verde) lograría cuatro y el Partido Popular, otros tantos. A mitad de esta última semana, otra encuesta dibujaba un paisaje diferente. Según Sigma Dos para El Mundo, UPN ganaría con diecisiete o dieciocho parlamentarios; el PSN sería castigado con la pérdida de dos escaños (de sus once de hoy a nueve pasado mañana); Bildu mejoraría hasta ocho representantes; Geroa Bai se estancaría en nueve o lo más probable es que empeoraría a ocho; Izquierda-Ezkerra (IU más Batzarre) ganaría un escaño, de uno a dos; Podemos perdería un parlamentario o incluso los dos que tiene; el PP se haría con tres; Vox, con dos, y Ciudadanos, con la inexistencia.

Desde el viernes, decíamos. Primero el portavoz parlamentario y secretario de Organización, Ramón Alzórriz. Al día siguiente, la presidenta del Gobierno y líder del partido, María Chivite. A bombo y platillo. Pero hay algo llamativo en el ventilar de los socialistas: la insistente llamada a los ciudadanos a que les hagan crecer. Alzórriz ha subrayado el deseo de seguir gobernando “con los mismos socios”, entiéndase que Geroa Bai y Podemos o su nuevo formato. La encuesta del PSN les proyecta veinticuatro escaños a las tres formaciones juntas. En el Parlamento de Navarra, la mayoría absoluta la otorgan veintiséis. “Pediré a las navarras y los navarros que apoyen la candidatura socialista que encabezo para no tener que depender de otros apoyos. Espero y necesito más votos”, ha afirmado Chivite, cuyas palabras se visten de súplica gracias a ese “necesito”. ¿A qué otros apoyos teme ahora la líder socialista? ¿Los de Bildu? ¿Chivite quiere alejarse ahora de quienes le han posibilitado convertirse en presidenta y aprobar cuatro Presupuestos? ¿Por qué de pronto es malo depender de la izquierda abertzale, si ya ha elegido depender de ella durante la presente legislatura en detrimento de Navarra Suma? ¿A qué viene la incomodidad súbita? ¿Acaso es vértigo a tener que ir más alla? ¿A que Bildu exija más a cambio de renovar su complicidad? ¿Entrar en el gobierno? ¿La alcaldía de Pamplona? ¿A que Arnaldo Otegi y los demás se desperecen y digan gracias por tu blanqueamiento, pero pardillos del todo va a ser ya que no?