Reflexionando

En agosto de 2011, la hoy candidata a la alcaldía de Pamplona por el PSN, y entonces delegada del Gobierno, Elma Saiz, pedía a Bildu que “no permita que ningún sólo día del año se someta a escarnio público el dolor de las víctimas” y exigía a la coalición que “condene a ETA”. En octubre de 2015, el gobierno de Barkos nombraba Jefe del Negociado de Escuelas de Idioma y Acreditación del Departamento de Educación a un etarra condenado a 21 años por integración en organización terrorista y tenencia ilícita de armas y explosivos, nombramiento que era revocado casi de inmediato ante las quejas de la entonces oposición. En octubre de 2016, Chivite calificaba de “muy grave” que el gobierno conformado por Uxue Barkos tuviera entre sus socios a Bildu, “un partido cuyos estándares éticos están bajo cero por no condenar la violencia y por no respetar la normal convivencia ni tampoco los instrumentos de una sociedad democrática, como son los Cuerpos de Seguridad del Estado”. En mayo de 2017, los socialistas navarros alertaban al gobierno de Barkos de “la amenaza que supone Bildu para el desarrollo de Navarra”. En diciembre de 2017, la Audiencia de Navarra ratificaba la decisión del PSN de expulsar al portavoz de su partido en el Ayuntamiento de Tafalla por pactar con Bildu. En septiembre de 2018 Chivite afirmaba que la postura de los socialistas navarros de no contar con Bildu “es una cuestión de posicionamiento político en función de una ideología y una ética”. En enero de 2019, el PSN consideró una cesión a Bildu la reforma del mapa local, y señaló: “Estamos ante un engaño masivo de Bildu para seguir avanzando en su proyecto político de construcción nacional, porque además avanza en la euskaldunización de la Administración”. En mayo de 2019, el grupo socialista de Ansoain presentaba en el juzgado de lo Contencioso Administrativo de Navarra un recurso para evitar la readmisión de una trabajadora del consistorio tras 28 años de ausencia y ser condenada por pertenencia a ETA. En julio de 2019, ya celebradas las elecciones y mientras PSN y Geroa Bai negociaban una coalición de gobierno, Chivite decía en una entrevista televisada: “Nosotros hemos dicho que no vamos a acordar nada con EH Bildu y no lo vamos a hacer”. En agosto de 2019, el PSN tomaba posesión de la presidencia del Gobierno de Navarra gracias a la abstención de Bildu, y tres meses después ya tuvo lugar la primera reunión oficial entre PSN y Bildu para pactar los presupuestos. Y le siguieron tres pactos más con fotos por doquier y firmas conjuntas de la presidenta Chivite y la consejera Elma Saiz con Adolfo Araiz, cuyo currículum seguro que la otrora delegada del Gobierno conocía bien. Y la amenaza que, según el propio PSN, suponía Bildu para el desarrollo de Navarra cuando pactaban con Barkos, pasaba a convertirse en un “para nosotros lo importante no es el con quién sino el para qué”. Y cuando conocíamos la inclusión de 44 condenados por su vinculación con ETA en las listas electorales del Bildu, el gran análisis del PSN fue decir que “es estrictamente legal” y que “que haya condenados de ETA en las listas de Bildu es un éxito de la democracia”. En resumidas cuentas, para el PSN sería un éxito de la democracia que el asesino de Tomás Caballero fuera alcalde de Pamplona. “La primera vez que me engañes, será culpa tuya. La segunda vez será culpa mía” (Proverbio árabe).

Reflexionando

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