Despedida de la Comparsa
Adiós, gigantes
La Comparsa de Gigantes y Cabezudos se despide de San Fermín hasta el próximo año con bailes frente al ayuntamiento
- Micaela Barriga Arbulú
Alrededor de 32 grados y la plaza Consistorial estaba llena de niños y padres. No dejaron ningún espacio en la plaza ni en las calles anexas. Querían tener un buen lugar para despedirse de la Comparsa de Gigantes hasta el próximo año.
Después de la Octava a San Fermín, la comitiva, gigantes y dantzaris siguieron al alcalde Enrique Maya por un lado, mientras el cabezudo ‘el alcalde’ lo seguía hacia el ayuntamiento.
Sonaron las campanas a las 13.00 y los gigantes empezaron a bailar. Tras la demostración de sus danzas clásicas, los gigantes dieron espacio a los dantzaris. Los bailarines de la compañía municipal de ‘Duguna Folklore’ realizaron diversas danzas con espadas, palos, cintas y castañuelas. Los gigantes volvieron a moverse y se encaminaron hacia la calle Mercaderes.
La hija de Lorea Domínguez Azparren solo tiene un año y pocos meses. Estos son sus primeros Sanfermines y Lorea quiere que su hija viva lo mismo que ella de pequeña: “Después de no poderlos ver durante dos años es muy emocionante, en especial porque he venido con ella”.
Cuando los gigantes ya habían salido de la plaza, desde uno de los balcones de la Casa Seminario, el kiliki ‘Barbas’ llamó la atención de los niños. Para emocionar al público, ‘Barbas’ empezó a cantar: “Este kiliki apasionado anda todo alborotado por volver”. El público reconoció la canción ‘Volver, volver’ de Vicente Fernández y siguieron cantando con el kiliki.
Al escuchar que la canción había terminado, otros cabezudos salieron desde los balcones que rodeaban la plaza. ‘El japonés’, ‘la japonesa’, ‘Patata’, ‘Berrugón’, ‘Napoleón’, todos ellos salieron a los balcones a saludar a los niños. Los zaldikos empezaron a trotar por la plaza dando golpes con las vergas.
Los más pequeños se reunieron en medio de la plaza, dado que los gigantes no habían regresado todavía, y esperaron al momento en que ‘Barbas’ dijo: “¡Caramelos!”. Los cabezudos y kilikis los lanzaron al aire y los niños se agacharon para recogerlos.
Entre el barullo, los gigantes volvieron a la plaza desde la calle Calceteros. Además de ‘Barbas’ en el balcón, el cabezudo de ‘la abuela’ apareció y trajo consigo un caldero mágico. Quería saber si los pequeños recordaban las palabras mágicas para que la poción pudiera surtir efecto. “Bat, bi, hiru, lau”, recitó la abuela y todos los niños respondieron: “Riau, riau”. Del caldero salió un humo naranja que llegó hasta los balcones de arriba.
Entre las danzas, ‘la abuela’ le pidió al público que le diera besos a los gigantes. Las esculturas de casi cuatro metros empezaron a descender hacia el suelo y los niños se amontonaron alrededor para alcanzarlas. “Esto es por todos los besos que no hemos podido dar en estos dos años”, comentó ‘la abuela’.
María Arraiza Ruiz de Galarreta y su hermana Sofía trajeron a sus hijos a la plaza. La actividad entusiasmaba a todos los niños: “Mucha emoción para los niños. Los pequeños llegan a casa y juegan con las figuras que tenemos de los gigantes en casa, les cogen mucho cariño”, explicó María. Sofía vive en Londres y vino a Pamplona a pasar San Fermín con su familia como antes. Aunque vive lejos, les enseña a sus hijos todo sobre la cultura de San Fermín. Ante sus primos, su hijo pequeño Thomas señaló su camiseta y, con un acento inglés, intentó decir: ‘Caravinagre’.
“Caravinagre llega tarde porque se hace la PCR con fregona”, comentó ‘Barbas’ para hacer reír al público. Tarde como siempre, se presentó en el balcón también para robarle la verga a ‘Barbas’ por un momento. Los niños de la plaza llamaban al cabezudo para que no deje que el ‘sinvergüenza’ se salga con la suya.
Todo parecía que se estaba terminando. ‘Barbas’ despidió a cada uno de los gigantes que entraron al ayuntamiento. Sin embargo, todos comenzaron a corear para que el evento no terminara. Después de escucharlos, ‘Barbas’ llamó otra vez a los gigantes que salieron del edificio y volvieron a bailar la última polonesa para los presentes. Los gigantes volvieron al ayuntamiento, esta vez para no regresar hasta San Fermín Txikito en septiembre. “El año que viene os quiero ver a todos en el mismo lugar, el mismo día a la misma hora”, anunció ‘Barbas’ antes de retirarse del balcón hasta los próximos Sanfermines.