Educación y TIC en tres claves

La UNESCO sostiene que “las TIC pueden contribuir a hacer realidad la educación universal en el mundo entero, al proporcionar formación y capacitación a los docentes, perfeccionar las competencias profesionales, mejorar las condiciones del aprendizaje a lo largo de toda la vida y ampliar el potencial para llegar a quienes han quedado al margen del proceso de educación formal”. Así, queda patente que la tecnología favorece el acceso a la formación y permite que cualquier persona, casi en cualquier parte del mundo, pueda formarse. De hecho, en 1997 se fundó el UNESCO Institute for Information Technologies in Education que tiene en cuenta esta oportunidad y pretende: reducir la brecha digital en la educación construir sociedades del conocimiento integradoras de refuerzo de las capacidades nacionales en la promoción de e-ambientes para aumentar el acceso a la educación y el aprendizaje permanente facilitar el diálogo sobre políticas temáticas iniciar el desarrollo de estrategias nacionales de aplicación de las TIC en la educación El acceso a Internet se ha convertido en una de las tecnologías que más rápidamente permitirían cumplir con estos objetivos. Sin embargo, la penetración de Internet en el mundo es del 46%, esto es, todavía más de medio planeta no dispone de conexión a la Red, según el estudio Digital in 2016 de We Are Social. Por ello, son múltiples los proyectos que pretenden llevar Internet a zonas de difícil acceso, orografía o economía, por ejemplo, el Proyecto Loon de Google a través de globos, o el Proyecto Internet.org de Facebook a través de una red de drones con energía solar. Este acceso a la conectividad permite abrir un mundo de posibilidades tanto del uso de dispositivos como de herramientas que permite no solo su uso en educación, sino que requiere aprender a utilizar las TIC de forma técnica y, además, un uso seguro. EDUCACIÓN TÉCNICA DE LAS TIC Hacer uso de la tecnología no siempre implica saber usarla. El mito de los nativos digitales cada vez es más palpable y se hace necesario aprender a utilizar las herramientas tecnológicas. Este tipo de aprendizaje está relacionado directamente con la competencia digital, “una de las 8 competencias clave que cualquier joven debe haber desarrollado al finalizar la enseñanza obligatoria para poder incorporarse a la vida adulta de manera satisfactoria y ser capaz de desarrollar un aprendizaje permanente a lo largo de la vida” según el Parlamento Europeo. En España, el Instituto Nacional de Tecnología Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF) lo ha centrado en cinco dimensiones formativas clave: Información: identificar, localizar, recuperar, almacenar, organizar y analizar la información digital, evaluando su finalidad y relevancia. Comunicación: comunicar en entornos digitales, compartir recursos a través de herramientas en línea, conectar y colaborar con otros a través de herramientas digitales, interactuar y participar en comunidades y redes; conciencia intercultural. Creación de contenido: Crear y editar contenidos nuevos (textos, imágenes, vídeos…), integrar y reelaborar conocimientos y contenidos previos, realizar producciones artísticas, contenidos multimedia y programación informática, saber aplicar los derechos de propiedad intelectual y las licencias de uso. Seguridad: protección personal, protección de datos, protección de la identidad digital, uso de seguridad, uso seguro y sostenible. Resolución de problemas: identificar necesidades y recursos digitales, tomar decisiones a la hora de elegir la herramienta digital apropiada, acorde a la finalidad o necesidad, resolver problemas conceptuales a través de medios digitales, resolver problemas técnicos, uso creativo de la tecnología, actualizar la competencia propia y la de otros. EDUCACIÓN EN EL USO RESPONSABLE DE LAS TIC Relacionado con el ámbito anterior, pero con su propia vida educativa, nos encontramos con la formación en el uso responsable de las TIC. Sin duda, puede incorporarse en todos los puntos que toca la competencia digital y, de hecho, muchos docentes ya trabajan de manera inseparable las cinco áreas con el uso responsable de las TIC. Y cierto es que, al menos en mi opinión, aprender a resolver problemas, por ejemplo, debe hacerse de manera responsable. Sin embargo, también puede trabajarse de manera separada en aquellas personas que ya conocen el uso técnico de las herramientas. Este uso responsable de las TIC tiene que ver directamente con los valores de las personas que estamos utilizando la tecnología y sus objetivos siempre pasan por el respeto de uno mismo y de los demás usuarios. Así, podremos concretar al menos tres ámbitos de formación: Relación y empatía: aprender a relacionarse con otras personas con las que se convive en el uso de las TIC y, especialmente, Internet. Conocer la netiqueta, hacer un buen uso de ella y comunicarse de manera empática con el resto de usuarios. Justicia: respetar por igual a uno mismo y a todas las personas que utilizan las TIC ofreciendo los apoyos necesarios para que cada una de ellas pueda acceder y usar la tecnología. Tiene que ver con la igualdad de todo ser humano sin importar su edad, sexo, raza, condiciones económicas, etc. Seguridad: sin duda uno de los valores transversales en el uso de la tecnología y que pretende actuar protegiéndose uno mismo y a los demás. Cuidar el desarrollo de la identidad digital propia y ajena, respetar los datos personales, los derechos de autoría y uso, la intimidad de cada persona, etc. EDUCACIÓN CON TIC En sentido amplio vendría a ser la faceta que se encarga de usar las TIC para aprender y que está relacionado con el fin del mencionado instituto de la UNESCO. Por supuesto, hacer un buen uso de las TIC para formación implica trabajar el uso técnico y responsable, pero sus objetivos también pueden ser independientes aunque se trabaje de manera conjunta. Así, es necesario entender qué fin pedagógico se está buscando y qué conocimientos o capacidades se desean trabajar, para seleccionar la herramienta más adecuada para conseguirlo. Sin duda, conocer el uso que hacen los adolescentes y jóvenes del mundo digital permite encontrar un elemento motivador para ellos, pero también se pueden utilizar herramientas de forma grupal en el aula, por ejemplo como veíamos en el caso de Twitter y los 140 caracteres. Como nos decía Patxi Damián Rodríguez de Soinuan “la tecnología permite la democratización de la enseñanza y la especialización”. Aprendamos con las TIC de manera responsable y con una buena base técnica.

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